Llegó a Brasil como turista y hoy trabaja en Río de Janeiro como redactora creativa en Wunderman Thompson Brasil. Denise Mächler es comunicadora por la Universidad de Lima y es una apasionada de la generación de contenidos. Le encanta participar en todos los procesos de una campaña publicitaria, pero su responsabilidad principal es la conceptualización y la transformación de las ideas creativas en textos.
¿En qué consiste tu trabajo como redactora creativa?
Cuando enfrento una campaña, lo primero que debo hacer es la conceptualización, tanto en el aspecto de las ideas como del discurso, en los textos. Traduzco el concepto en texto, en anuncios de revistas o guiones de videos o de audio y en las piezas de social media. Trabajo tanto en la parte creativa como en la campaña en general, y en todos los textos que llegan al público objetivo por diferentes canales.
¿Qué campaña has trabajado, por ejemplo?
Hay una campaña que me gusta muchísimo, que se llama "DNA Camionero". La hicimos para Shell Brasil y fue muy bonita. Fue un homenaje al camionero. Yo participé en todo el proceso: en la parte de conceptualización del video y la elaboración del guion, en la presentación de la idea al cliente, en el casting, en la filmación remota (nosotros estábamos en Sao Paulo y el equipo se fue a grabar en grifos, en carreteras), en la edición, y en la nota para la difusión en medios.
¿Cuál era el objetivo de esta campaña?
Era llegar con afecto a los camioneros, demostrar que Shell está con ellos. No era una campaña para vender un producto.
¿Te gusta tu trabajo?
Me encanta. A veces tengo que hacer algo más visual o escribir textos para radio. Todo me gusta. Como trabajo con varios clientes, todos mis días son diferentes, y aprendo siempre.
¿Hablas bien el portugués?
Lo escribo mejor. Si bien este idioma se parece al español, hay diferencias fundamentales, y siempre estoy mejorando. A veces no comprendo las jergas. Ahora vivo en Río de Janeiro, pero cuando llegué estuve en Sao Paulo. La Municipalidad de Sao Paulo da clases de portugués gratis a inmigrantes y refugiados, así que estudié ahí y conocí gente de África, de otros países de América Latina y de Europa. Yo llegué a Brasil como turista, no hablaba portugués, pero me encantó el país y traté de conseguir un trabajo en el mundo publicitario.
¿Cómo conseguiste este trabajo?
Conseguí la entrevista a través de LinkedIn. En Brasil hay muchas empresas que contratan a personas que hablan español. Mandé muchos mensajes a través de LinkedIn y di con quien ahora es mi jefe. Vio mi currículo, mi portafolio, y se interesó por mi historia. Ya tengo cinco años aquí en Brasil.
¿Qué hiciste en los dos años que estuviste en Brasil, antes de entrar a la agencia en Río?
Tenía un canal de YouTube con mi mejor amigo, que también es de la Universidad de Lima y se llama Jorge Aguinaga. El canal era de viajes en Brasil, en español. Lo mantuvimos año y medio. Fue una experiencia linda. En ese tiempo también escribía artículos de viajes. Ahora estoy en esta agencia que es inspiradora. Mis colegas son profesionales muy buenos.
¿Dónde trabajabas cuando vivías en Lima?
En Wunderman Phantasia, un poco más de dos años, también como redactora creativa. Cuando vine a Brasil, Wunderman, que es una agencia muy conocida, se unió a J. Walter Thompson, la agencia más antigua del mundo, y se convirtió en Wunderman Thompson. En Lima trabajé en otras agencias, siempre en el mismo rubro de redacción creativa. He trabajado con retails, bancos, marcas de carros. En Brasil trabajo más que nada con Shell Brasil, en diferentes proyectos, tanto institucionales como para el consumidor final. También con marcas de planes de salud y con un retail.
¿Cuáles son las claves para entender las necesidades del cliente antes de escribir?
Todo parte de conocer mucho al cliente. Cuando los pedidos llegan incompletos o surgen dudas, solo queda devolver el brief con todas las preguntas del caso, en especial, cuál es el mensaje que le gustaría trabajar.
¿Qué te gustaría aprender o lograr más adelante?
Me gustaría trabajar con una marca grande de ropa, como Nike o Adidas. También desarrollar ideas con impacto social. Antes de venir a Brasil, trabajé en una idea que compró el Jockey Plaza por el Día de la No Violencia contra la Mujer. Partimos de que una mujer agredida es acompañada casi todo el día por el agresor, pero un lugar donde el agresor no está es el baño. Entonces convertimos una parte del baño de las mujeres en una cabina de teléfono, un espacio hermético, cómodo, donde nadie las escuchara hablar, un ambiente pequeño en donde la mujer que lo necesitara pudiera pedir ayuda. Me gustaría seguir trabajando estos temas con impacto social. Me gusta el mundo de la publicidad porque te obliga a saber de todo, un poco de fotografía, tener una idea de cómo puede funcionar mejor un video o conocer de formatos. La creatividad está en los textos, en las ideas, pero también en todas las partes y aspectos del trabajo.
¿Qué haces en tus tiempos libres?
Como estoy en Río, voy mucho a la playa. Pero, además, tengo un canal donde hago monólogos de humor y comparto enseñanzas en español para quien habla portugués. Lo hago para divertirme. También me gusta dibujar, visitar museos, escuchar música. Intento que la creatividad fluya porque en mi trabajo es muy importante buscar inspiración creativa. En mis tiempos libres hacía stand up comedy.
¿De qué trataba tu espectáculo de stand up comedy?
Sobre mi experiencia como viajera, cuando la gente no te entiende bien. Acá la gente intenta adivinar de dónde soy, y siempre creen que vengo de Argentina. Al final les digo que soy peruana, pero no conocen mucho del Perú, así que a veces me dicen cosas como “Yo probé pisco, el pisco chileno”, y tengo que explicarles muchas cosas. Este número tiene esa misión. Lo presenté algunas veces en Sao Paulo. Cuando vine a Río le di más importancia a mis videos porque son los que llegan a más personas, pero me gustaría volver a hacer stand up comedy en Río y ver cómo es la escena artística aquí, porque es muy diferente a Sao Paulo.
¿Cómo te fue en la Universidad de Lima?
Me encantó la Universidad. Recuerdo que al empezar a llevar cursos de la carrera me entró una sed de conocimientos muy grande. No quería perder las clases, quería aprovechar todo, porque la educación es una inversión, y yo la aproveché muchísimo. Si había algo que no entendía o si sentía que requería de una explicación mayor, les preguntaba a los profesores, y es lo que hago hasta ahora: si no entiendo lo que quiere el cliente, en lugar de suponer, pregunto. Todos los profesores a los que les pedí ayuda en la Universidad de Lima estaban siempre dispuestos a ayudar. Fue una experiencia muy bonita.