Continúan las presentaciones de La batalla por el buen cine. Textos críticos, 1961-1963 (Fondo Editorial de la Universidad de Lima), libro que se centra en la faceta de crítico cinematográfico del director de cine peruano Armando Robles Godoy (1923-2010). El 15 de octubre, en la séptima edición del Festival de Cine de Trujillo, se llevó a cabo una conversación virtual sobre esta obra entre Emilio Bustamante, el encargado de la selección de los textos y de la introducción de la publicación, y el realizador Jefferson Arcila. Bustamante también es docente e investigador de nuestra Facultad de Comunicación.
Antes de incursionar en la realización y convertirse en uno de los cineastas más importantes de la historia del Perú, Armando Robles Godoy ejerció la crítica. Sus textos son pioneros de la crítica moderna en nuestro país, y se publicaron entre 1961 y 1963 en las páginas del diario La Prensa y el suplemento dominical 7 Días del Perú y del Mundo. En sus escritos, Robles Godoy defendió con ahínco el cine como un arte, en el que el estilo y el lenguaje audiovisual son expresiones cruciales.
Durante la charla, Bustamante destacó la vocación pedagógica de Robles Godoy. Sus críticas buscaban educar a los lectores y espectadores en la apreciación del poder expresivo del lenguaje cinematográfico, lo que distanciaba a su autor de los reseñistas que resaltaban la trama y los temas de las películas. El docente también valoró la calidad periodística de Robles Godoy, quien con un estilo claro, sencillo y contundente defendió las obras vanguardistas de realizadores como Alain Resnais y Andréi Tarkovski, o lo que él consideraba que era el buen cine.
Asimismo, el investigador recordó que, cuando El año pasado en Marienbad (1961), de Resnais, ganó el premio de Mejor Película en el Festival de Venecia, Robles Godoy escribió que cada triunfo del director francés es un golpe contra la crítica conservadora.
Además, Bustamante agradeció a Marcela Robles, periodista, escritora e hija de Robles Godoy, por su apoyo y por haber escrito el prólogo del libro, al que calificó como una carta de amor al cine y a su padre.