“Nuestro propósito es mejorar las ciudades donde operamos”

Desde noviembre del 2021, Carlos Mendoza es responsable del crecimiento de la plataforma de multimovilidad Cabify en Perú y Ecuador. Entre sus ocupaciones está el generar más valor para sus clientes, transportarlos con seguridad y rapidez. 

Carlos estudió Administración en la Universidad de Lima. Como country manager de Cabify, le interesa contribuir al desarrollo de personas. Su desafío diario es comunicar a la audiencia las innovaciones que realizan con tanta frecuencia.

¿Qué objetivos tienes como country manager en Cabify?
Debo generar más valor para nuestros clientes: usuarios privados, clientes corporativos y conductores. Nos diferenciamos por ser la app más segura, por las funcionalidades de seguridad que tiene, pero también –y sobre todo– por nuestros procesos, filtros y verificaciones frecuentes. Ofrecemos un servicio superior con el menor tiempo de espera, la mayor calidad de autos y la mejor experiencia durante y después del viaje. Nuestro tercer gran elemento diferenciador es que somos la única app de movilidad que compensa al 100 % las emisiones de CO2 de todos los viajes de nuestros clientes. Esto último quiere decir que somos neutros en carbono y que la movilidad de nuestros usuarios y clientes también lo es. Por supuesto, parte de mi responsabilidad es el desarrollo y crecimiento del equipo de Cabify.

¿De qué manera compensan las emisiones de CO2?
La compensación de las emisiones de CO2 en el Perú se hace por medio de un proyecto de reforestación en Madre de Dios.

¿Qué innovaciones has realizado o piensas realizar?
Al ser una empresa de tecnología, la innovación pasa de ser algo especial y programado a ser algo rutinario. Innovamos a diario en estabilidad de la plataforma, en servicio al cliente, en funcionalidades y experiencia de la app, en procesos internos, etcétera. El desafío es comunicar a nuestras audiencias esas innovaciones pequeñas y constantes y explicarles cómo les generan valor en el día a día al viajar con mayor seguridad, comodidad y cuidando el planeta.

¿Qué retos se presentan en el día a día?
Manejamos una cantidad de usuarios, clientes corporativos y conductores que, por su magnitud, representa un desafío diario de balance del marketplace (juntar oferta y demanda en momento y lugar correctos), pero el mayor reto es lograr que nuestras audiencias conozcan y sientan nuestra propuesta de valor basada en ser los más seguros, en ofrecer el mejor servicio y en ser la única opción totalmente sostenible para el medioambiente.

¿Cómo evalúas la competencia en tu sector?
Sin duda, es muy agresiva y capaz. Competimos con plataformas que hacen apuestas de diferenciación distintas de la nuestra, enfocadas más en llegar a más usuarios. En Cabify buscamos ser la mejor opción para nuestros usuarios, clientes y conductores, y priorizamos la calidad, seguridad y sostenibilidad en la estrategia y en las acciones del día a día. De hecho, nuestro propósito es mejorar las ciudades en las que operamos, algo que nos diferencia bastante.

¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajo en esta empresa hasta el momento?
Ha sido increíble, un par de meses muy desafiantes. Hemos desarrollado el planeamiento estratégico para el 2022, mientras conducíamos el cierre 2021, pero a la vez con calidad de vida, cosa en la que hacemos mucho énfasis en Cabify. Realizamos trabajo híbrido, cada mes tenemos el tercer viernes libre, disfrutamos de un horario de verano, días libres en fechas especiales, oficinas muy agradables, viajes gratis con la app, etc.

¿Hacia dónde apuntan las aplicaciones de taxi en el Perú y el mundo?
No puedo hablar por las otras, pero Cabify no es una app de taxi, sino una plataforma de multimovilidad sostenible. Para nosotros, ese es el primer eje, la multimovilidad. El segundo es la sostenibilidad: no solamente compensamos el 100 % de las emisiones de todos nuestros trayectos, sino que además nos adherimos al Pacto Mundial de la ONU en el 2018 y asumimos en nuestra estrategia y visión varios de los ODS del Pacto. Por ejemplo, tenemos el objetivo de electrificar toda nuestra flota para el 2030, para pasar de ser la única que compensa 100 % de sus emisiones de CO2 a ser la primera que no emite CO2.

¿Cómo fueron tus experiencias de trabajo en AB InBev y en Fargo?
Muy buenas. AmBev fue mi primera casa y escuela, y ahí pude desarrollar y fortalecer soft skills como liderazgo y resistencia a la frustración. Años más tarde, regresé a la empresa, esta vez ya como AB InBev y Backus en el Perú, por un corto período, que fue muy bueno también, especialmente en cuanto al equipo que formamos. Fargoline fue otra experiencia muy agradable por dos años, en la que conseguimos muchas cosas interesantes en situaciones bastante complejas. En esta empresa recibí la llegada de la COVID-19. Yo empecé temprano a realizar prácticas profesionales en empresas como P&G y BankBoston.

¿Qué metas tienes en tu carrera profesional a largo plazo?
Fueron cambiando con el tiempo y ahora se relacionan más con desarrollar personas, negocios y organizaciones que con mi propio estatus o momento de carrera. Contribuir al desarrollo de personas y dejar que ellas contribuyan al de uno mismo es lo que más satisfacciones trae a largo plazo.

¿Qué haces en tus tiempos libres?
Trato de desconectarme del trabajo. Para eso hago algo de ejercicio, voy a la playa y veo series y películas. No se puede hacer mucho más en esta coyuntura: debemos cuidarnos y respetar las restricciones.

¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima?
Fue una experiencia positiva. Sin duda, en mi época era la mejor en infraestructura y otros aspectos que ayudan mucho a aprovecharla. Mi carrera sentó mis bases analíticas y cognitivas. Tuve la oportunidad de empezar a trabajar a muy temprana edad y de llevar en paralelo mis estudios universitarios junto con el inicio de mi experiencia laboral. La cercanía al mercado y la dinámica del negocio complementaron bien la formación académica.