La buena imagen que confecciona una graduada de Administración

Vanessa Simonetti, licenciada en Administración de Empresas con estudios de posgrado en Gestión de Inversiones por la Universidad de Lima, se desempeña como consultora de imagen y coach de desarrollo profesional por London Image Institute (LII), y es la gerente general y fundadora de Imagen Personal y Profesional. Además, el 14 de septiembre brindará la conferencia “Gestión de la imagen personal en los negocios”, en el Auditorio S de la Universidad de Lima, en la que explicará de qué modo desarrollar una imagen consistente con nuestros objetivos profesionales nos permitirá acceder a mejores posiciones en el mercado laboral.

¿Qué te impulsó a seguir la Carrera de Administración, en qué área te especializaste y por qué?
Decidí estudiar Administración porque es la carrera que engloba las áreas más trascendentales para la operatividad de una empresa, y la Universidad de Lima ofrece un enfoque gerencial. Me especialicé en finanzas, por la coyuntura laboral, y luego descubrí que me gustaba.

¿Te animarías a conducirnos a través de un recorrido por tus distintas experiencias laborales?
Me gradué en la promoción 2005-1, pero empecé a practicar en el 2003 en la Gerencia de Inversiones de Pacífico Vida, donde practiqué hasta inicios del 2005. Ese año ingresé a Rímac Internacional como practicante de la Unidad de Negocios de Vida, y a mediados de julio dejé de ser practicante y me contrataron como gestora técnica en Rímac EPS, donde trabajé hasta el 2006. Luego ingresé como analista financiera a Apoyo y Asociados Internacionales, clasificadora de riesgos asociada a Fitch Ratings. Considero que allí me inicié en el mundo de las finanzas, pues aprendí a analizar los estados financieros de bancos, fondos mutuos y algunas empresas corporativas, a interactuar con emisores e inversionistas y a sustentar frente a un comité de riesgos.

En diciembre del 2007 me ofrecieron la posición de analista de riesgos de mercado: gestión de riesgo soberano y de instituciones financieras en Interbank. La posición implicaba mayores responsabilidades, por lo que decidí aceptar la propuesta para efectuar el análisis de riesgo de contraparte, que tenía por finalidad otorgar líneas de crédito para operaciones con instituciones financieras locales y extranjeras y por país. Al poco tiempo, en noviembre del 2008, me ofrecen una jefatura en Profuturo AFP, la misma que implicaba liderazgo matricial, mayores responsabilidades y beneficios, por lo que acepté desarrollar una nueva área: Riesgos AFP, donde se vería el diseño, implementación y ejecución de tres proyectos normativos y a su vez estratégicos: gestión integral de riesgos, gestión de la continuidad de negocios y gestión de la seguridad de la información. Ello implicaba la interacción con múltiples funcionarios de diversos niveles jerárquicos.

En abril del 2011 surge la oportunidad de retornar al mundo de la clasificación de riesgos. Acepté la oferta de Equilibrium, en ese entonces afiliada a Moody’s, donde tuve la oportunidad de analizar empresas de múltiples sectores: bancos, seguros, empresas del sector minorista, textil, eléctrico, minero, fondos mutuos y de inversión. En agosto del 2012 me ofrecieron la jefatura de financiamiento en el Proyecto Vía Parque Rímac, que inició operaciones en el 2013. Estaba a cargo de la gestión de las obligaciones contractuales derivadas de la estructura de financiamiento de Lamsac. En un primer momento las funciones incluyeron el diseño, desarrollo e implementación del área de presupuestos. El principal reto fue estructurar algo desde cero, pues cuando yo ingresé la empresa contaba con 20 trabajadores y aún no iniciaba operación.

¿Cómo consideras que estas distintas experiencias han contribuido a tu consolidación profesional?
Mi experiencia hasta ese momento me había permitido interactuar con profesionales de diversos niveles jerárquicos, con distintas personalidades y habilidades, diversos estilos de liderazgo y gestión. Las oportunidades de diseñar e implementar desde cero un área me hicieron ver que disfrutaba al interactuar con múltiples profesionales, que generaba empatía con mis compañeros de trabajo, pues el éxito de mi trabajo estaba directamente relacionado al esfuerzo de los demás. Haber trabajado en múltiples empresas me permitió ganar la experiencia suficiente para conocer la gestión de las áreas de cada una y hacer muchos amigos, quienes me han apoyado en el emprendimiento en el que decidí operar oficialmente desde septiembre del 2014.

¿Cómo nace la idea de fundar la empresa Imagen Personal y Profesional, y cómo se dio el proceso?
Siempre tuve un gusto por lo artístico y lo creativo, y cuando descubrí el mundo de la consultoría de imagen supe que era lo mío. Desde el 2011 cursé localmente cursos y diplomados relacionados a temas de styling e imagen, pero no le daban el enfoque profesional-corporativo que yo estaba buscando. Decidí investigar internacionalmente hasta que encontré a London Image Institute, líder mundial de asesoría de imagen, donde enseñan un enfoque profesional y corporativo, combinando temas de imagen personal con coaching del tipo bring the inside out.

Trabajé con excelentes profesionales; sin embargo, veía que muchos de ellos permanecían en sus mismos puestos de trabajo por muchos años. En los primeros años del ejercicio de mi carrera no comprendía qué podía estar pasando, con el tiempo me fui dando cuenta de que si uno es buen profesional, tiene que exteriorizarlo para proyectar confianza, credibilidad y autoridad en su tema. Muchas personas, siendo brillantes, eran invisibles en las organizaciones; o también ocurría que no tenían contactos para enterarse de mejores oportunidades en otras empresas. Existía un déficit en imagen profesional, etiqueta en la mesa y comunicación en los negocios, donde incluyo el networking. Algunas veces su imagen tampoco era consistente con su currículo. Fue entonces cuando, a inicios del 2015, diseñé el Programa Gestión de la Imagen Personal en los Negocios, inspirado en mi experiencia y la de mis compañeros de trabajo, con la finalidad de subsanar la brecha que impide alcanzar esa anhelada mejora laboral.

La decisión más difícil fue salir de mi zona de confort, vencer el miedo y entrar a la zona donde “la magia sucede”, que es donde estoy ahora. El nivel de esfuerzo y estrés de implementar un negocio propio es superior al de ser empleado de planilla, los días no tienen inicio ni fin; pero siento que estoy dando el 100 % y aplicando mi carrera en su totalidad. La mejor satisfacción es que la gente se vaya feliz al terminar un curso, eso es lo que más me motiva; y, por otro lado, que los clientes corporativos me vuelvan a contratar.

¿Cuál es el concepto de Imagen Personal y Profesional y cuáles son las características del servicio que brinda, a qué tipo de clientes se enfoca y qué beneficios alcanza?
Imagen Personal y Profesional cuenta con 2 marcas. La primera es Image Master Institute, que agrupa los programas de gestión de la imagen profesional, con aproximadamente 20 horas de duración, desarrollados para ejecutivos de carrera, donde paralelamente buscamos fomentar el networking entre los participantes y talleres de imagen personal con duración inferior a 5 horas, abiertos al público en general. También está Vanessa Simonetti, marca que agrupa los servicios de capacitación realizados a las empresas. Previamente se realiza un análisis de la necesidad que hay que cubrir y se diseña el contenido y dinámicas para llenar la brecha; esta marca también cubre los servicios individuales de asesoría de imagen personal.

Brindamos un servicio único y diferenciado que genera valor en la vida de nuestros clientes. Contamos con autorización para difundir la metodología de London Image Institute (LII). Actualmente soy la primera y única peruana egresada de dicha institución en Perú. Además, la asociación a Institute of Image Training and Testing International (IITTI) me permite dictar una capacitación que le dé un plus al currículo de mis alumnos. Finalmente, diseñé, desarrollé e implementé el Programa Gestión de la Imagen Personal en los Negocios, inspirado en la realidad local, en mi experiencia profesional y en la de mis compañeros de trabajo, y en las necesidades que hay que cubrir para proyectar una imagen consistente con los valores de nuestra marca personal y nuestros objetivos profesionales, de manera que podamos acceder a la anhelada mejora laboral. Este programa cubre temas de imagen profesional, etiqueta en la mesa, protocolo en los negocios y tácticas para buscar empleo; asimismo, busco fomentar el networking entre todos los participantes.

Para asesorías individuales y talleres de imagen personal he invertido en herramientas respaldadas por Association of Image Consultants International (AICI) para colorimetría y morfología, principalmente, las cuales son utilizadas por los consultores de imagen expertos de escala mundial. Ello también da más credibilidad a mis servicios y una mejor calidad comparada con la oferta local.

¿Qué objetivos ha conseguido hasta ahora Imagen Personal y Profesional? ¿Cuáles son sus principales clientes?
Iniciamos operaciones en septiembre del 2014 y hasta julio del 2015 se dictaron 25 seminarios corporativos, 50 horas de capacitación dictadas a empresas, 93 horas de capacitación dictadas a programas ejecutivos y talleres, 260 profesionales capacitados, 100 % de aprobación en la certificación IITTI con promedio simple del 94 %, el 100 % de nuestros clientes corporativos nos vuelven a contratar y el índice de recomendación de nuestros egresados es cercano al 100 %. Entre los principales clientes corporativos cabe destacar a Maquinarias del Perú, Eurofarma Perú, Alvac Sucursal del Perú y Alauda Ingeniería Sucursal del Perú.

¿Qué desafíos se ha planteado a corto y a largo plazo?
Generar cursos innovadores que sobrepasen las expectativas de los clientes es uno de los retos, la interacción constante con mis clientes me permite identificar nuevas oportunidades y oportunidades de mejora. Por otro lado, debo reforzar el reconocimiento de la marca como líder en gestión de la imagen profesional; el servicio es extraordinario y no lo digo porque sea mi empresa, sino que me he preocupado por ofrecer un servicio de excelencia, que genere un valor agregado en la vida de mis clientes. El principal desafío es informar a las personas para que comprendan que moda no es imagen. Siento que actualmente en el Perú hay una gran confusión entre ambos conceptos, pues muchos profesionales creen, erradamente, que vestirse a la moda los ayudará a alcanzar el éxito profesional, sin considerar la industria donde trabajan, la cultura de su empresa, los valores de su marca personal ni los objetivos profesionales. La visión de la empresa es “ser un agente de cambio influenciando positivamente en la forma como las personas se presentan al mundo”.