En sus más de 15 años de carrera profesional, Guillermo Carbonel ha afinado sus habilidades en el mundo inmobiliario, donde se ha ocupado tanto del planeamiento comercial como del mercado y las operaciones. Ahora es socio director de FIBRA Prime y desde ahí brinda a cualquier inversionista la posibilidad de invertir en el mercado inmobiliario sin necesidad de comprar una propiedad. Es un negocio novedoso en nuestro país, pero con grandes posibilidades. Estudió Administración en la Universidad de Lima.
¿Qué es FIBRA?
Significa fideicomiso de titulización para inversión en bienes raíces, y es un vehículo de inversión inmobiliaria público, que cotiza en la Bolsa de Valores de Lima (BVL). Está formado por un portafolio de inmuebles que generan rendimiento por los flujos de arrendamiento y por la apreciación en el valor de las propiedades. FIBRA Prime es el primer FIBRA del Perú, especializado en la gestión de activos industriales, comerciales y de oficinas. Nos dedicamos a la adquisición, desarrollo, administración y repotenciación de inmuebles con el objetivo de generar renta inmobiliaria. Esto para proporcionar retornos atractivos a los tenedores de nuestros certificados de participación a través de distribuciones estables y la apreciación del valor de nuestros bienes inmuebles. FIBRA Prime emite valores colocados por oferta pública y listados en la BVL, lo que le permite al inversionista tener exposición al sector inmobiliario con un producto de mayor liquidez.
¿Qué futuro le ves a este tipo de fideicomisos en el Perú?
Por ahora, es un vehículo de inversión nuevo que está generando gran expectativa en el mercado peruano. Lo interesante de este producto es que le permite a cualquier inversionista invertir en el mercado inmobiliario sin tener que adquirir una propiedad, es una forma novedosa de invertir en real estate. Cualquier persona puede invertir un excedente y accederá a un portafolio de inmuebles diversificado, gestionado por profesionales del rubro. Por otro lado, este vehículo de inversión permitirá que se dinamice el mercado de capitales, pues al transar en la BVL generará un mercado secundario que le dará liquidez. Hacia el futuro debe ocurrir lo mismo que ha ocurrido en los países en donde existen vehículos similares: se ha democratizado la inversión inmobiliaria y se ha generado un impulso de capital importante al negocio de real estate.
¿Cuáles son los retos que enfrentas en tu quehacer profesional?
El principal reto es conseguir activos a precios adecuados. En los últimos años se generó una sobrevaloración de las propiedades y, si bien ya se está corrigiendo, muchas veces genera expectativas muy altas en los propietarios. Por otro lado, hoy estamos atravesando un proceso de dar a conocer al mercado las bondades de este vehículo de inversión inmobiliaria. Estamos abriendo el camino, por ser pioneros, y lo hacemos con mucha pasión, porque nos encanta apostar por el sector inmobiliario y hacer empresa.
¿Qué características consideras que se requieren para trabajar en el negocio inmobiliario?
Hay que tener mucha perseverancia, pues debemos estar muy activos para generar oportunidades de inversión de manera constante. La visión de futuro es importante para anticipar las tendencias del sector inmobiliario. A su vez, ser analítico es clave, pues debemos analizar varias dimensiones del negocio para poder realizar inversiones adecuadas.
¿Qué características te distinguen como profesional?
Me considero una persona muy analítica, enfocada en resultados y con mucho enfoque en la gestión de personas. Esto último es muy relevante, pues el principal capital que tiene una compañía es el humano.
¿En qué distritos de Lima es más factible adquirir inmuebles como inversión, en qué distritos conviene más su repotenciación y en dónde hay oportunidades de desarrollo industrial?
El negocio inmobiliario está en toda Lima, en nuestro caso somos un FIBRA diversificado, por lo tanto, nos enfocamos en adquirir activos de renta inmobiliaria sin considerar vivienda. En el caso de las oficinas, los distritos que predominan son San Isidro, Surco, Miraflores, Magdalena y San Borja. En el caso de centros comerciales, estos se encuentran alrededor de zonas densificadas de población, por lo tanto, en prácticamente toda la ciudad. El sector industrial está más concentrado en cuatro grandes corredores: la zona de Gambetta, en el Callao; al este, en la zona de Huachipa; y hacia el sur, en Lurín y en Chilca. Los hoteles son una clase de activo que está, principalmente, en Miraflores y San Isidro; y fuera de Lima, en las principales ciudades turísticas, como Cusco, Puno, Arequipa y Tacna. Si hablamos de la repotenciación de un activo inmobiliario, este naturalmente debe estar en una zona con mayor antigüedad; en Lima tradicional podemos encontrar activos para repotenciar, Lima y Cercado de Lima principalmente.
¿Cómo fue tu experiencia de trabajo en retail, en el Mall Aventura y en el Jockey Plaza?
En realidad, el negocio de los centros comerciales es un negocio inmobiliario con un enfoque y una especialización en retail. Considero que ha sido fundamental estar en ese negocio por más de 15 años, pues me ha dado la experiencia y el conocimiento para gestionar activos inmobiliarios y conocer de cerca el negocio de renta inmobiliaria.
A partir de tu experiencia, ¿qué podrías comentar sobre el desarrollo del sector retail en nuestro país?
El desarrollo del retail en el Perú ha venido de la mano del desarrollo de los centros comerciales [negocio inmobiliario]. El crecimiento ha sido explosivo; recuerdo el año 2004, cuando existían 16 centros comerciales y todos estaban concentrados en Lima. Hoy existen más de 80 centros comerciales y se ubican de una manera descentralizada, porque las principales ciudades del Perú tienen un retail moderno. Es una clase de activo que se ha desarrollado mucho por parte de empresas propietarias a nivel de malls regionales y superregionales. Existe un espacio interesante en formatos más pequeños, como strip malls y centros vecinales.
¿Qué valoras de la formación recibida en la Universidad de Lima?
La Universidad de Lima fue fundamental para mi desarrollo profesional. Me permitió adquirir el conocimiento para desempeñarme como profesional del sector inmobiliario. Asimismo, forjó en mí la capacidad de establecer objetivos y cumplirlos, tanto en el corto como en el largo plazo. Específicamente, la Carrera de Ciencias Administrativas [Administración] fue muy versátil, pues he podido desempeñarme en posiciones comerciales, de marketing, operativas y administrativo-financieras. Esto me ha permitido tener una visión integral del negocio inmobiliario y desarrollar una carrera inmobiliaria muy sólida a través de los años. Por otro lado, el networking que tengo, en muchos casos, proviene de relaciones generadas en la época universitaria. Mis años en la Ulima los recuerdo con mucha nostalgia, hice grandes amigos y me formé como el profesional que soy.