“Estudiar dos carreras en la Ulima me preparó muy bien para la vida laboral”

Como CFO en PepsiCo, Steffany Espinoza tiene la oportunidad de conocer todo el negocio, incluso los nuevos proyectos, porque todos necesitan una evaluación presupuestal. De hecho, haber estudiado Administración en la Universidad de Lima le ha dado herramientas para entender y aportar en todas las áreas. Además, cursar una segunda carrera, Contabilidad, en esta misma Casa de Estudios, ha ampliado aún más su visión y le ha dado un mayor entendimiento del mundo de los negocios.

¿Cómo fue tu línea de carrera, desde practicante hasta CFO en PepsiCo?
Comencé como practicante en el año 2007 y ahora soy CFO para la región Surandina, que la conforman Perú, Ecuador y Bolivia. He hecho toda mi carrera en esta empresa y he estado tanto en el negocio de alimentos como en el de bebidas. PepsiCo es una empresa basada en la meritocracia, es decir, uno es evaluado por los líderes en cada paso que da, según el talento, la preparación y el esfuerzo. Comencé en el negocio de bebidas, que es un negocio de franquicia, en el área de Contraloría. Luego de dos años pasé a Finanzas, al área de Planeamiento Financiero, donde empecé como analista y llegué a ser gerente para diferentes mercados, como Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Además, asumí un rol regional como gerente sénior de Planeamiento Financiero para Latinoamérica en el negocio de bebidas. Esta es una gran empresa en la que encuentras el espacio para crecer. Así como yo, otras personas que ingresaron desde practicantes han logrado crecer y obtener cargos de liderazgo en la empresa a través del tiempo.

¿Cuál es el mayor reto que has enfrentado en tu carrera?
Uno de los principales retos es lograr que la compañía alcance sus objetivos financieros, pero con el balance correcto entre el corto y el largo plazo, a través de nuestras inversiones. Otro de nuestros grandes retos consiste en construir un negocio sostenible, no solamente en términos financieros. Tenemos una agenda enfocada en lo que llamamos PepsiCo Positive, que consiste en la transformación estratégica integral que pone por delante el tema del medio ambiente y la sostenibilidad. Nos enfocamos en la agricultura positiva y apoyamos a nuestros agricultores, y trabajamos para que la cadena de valor sea sostenible. Mucha gente no lo sabe, pero PepsiCo cuenta con el rubro de alimentos, y aquí en el Perú participamos con nuestras marcas Lay’s, Doritos, Tostitos, Cheetos, Cheese Tris, Cuates, Tortees, Piqueo Snack, Quaker, Chokis y Karinto. Contamos con una planta de producción de salados en el Perú y con 1 300 empleados. Por esta razón tenemos mucho contacto con el sector agropecuario. Compramos, por ejemplo, papa y maíz directamente a nuestros agricultores, y tenemos compromisos ya establecidos con ellos. Hemos realizado inversiones importantes para reutilizar el 65 % del agua involucrada en la operación de alimentos. Hay una preocupación en Lima sobre la capacidad de agua que tendremos a futuro, así que esperamos elevar la cifra mencionada a 100 % de reutilización. También perseguimos un objetivo ambiental cuando elegimos proveedores o los insumos y materiales que usaremos.

Estar en la gerencia de Finanzas te permite ver y conocer todo el negocio, ¿verdad?
Así es. El área de Finanzas tiene relación con todo el negocio, por los presupuestos, las proyecciones y los proyectos que se deben evaluar y aprobar, lo que me brinda una visión general de todo. Además, definitivamente, haber estudiado Administración en la Universidad de Lima me ha dado herramientas para entender todas las áreas: Operaciones, Marketing, Recursos Humanos, etcétera, y no solo hablar de finanzas. Es lindo participar en las discusiones, entender y aportar. 

¿Cómo era tu trabajo antes, en el área de Contraloría?
Estuve unos dos años en Controlaría y fue muy interesante. Lo primero que hice fue ordenar el control de gastos administrativos generales, dado que en ese momento la compañía necesitaba una apertura de gastos por regiones de las personas que trabajaban en el país, luego proyectar estos gastos y analizar sus desviaciones en cada cierre. Era un proyecto de varios meses de trabajo y, al finalizar, lo presentamos al CFO y al controller de ese momento, que quedaron muy contentos. Luego me asignaron otro proyecto, que era el control de gastos de Marketing. Y mi último rol en el área de Contraloría incluía realizar el cálculo de los precios de concentrado y la revisión de estos con nuestro embotellador. Un día, el gerente de Contraloría de ese momento me propuso ayudarle con unos análisis de estados financieros corporativos, y esa fue la puerta para pasar al área de Planeamiento Financiero. Ya en esta área fui responsable de la proyección de los estados financieros (principalmente, P&L, y OCF) para varios países, como Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Después, asumí un proyecto desafiante, pero muy enriquecedor, que trabajé con el presidente de Latinoamérica y consistía en el modelo financiero de toda la refranquicia de Perú con el embotellador que tenemos hoy. Ese proyecto me dio la posibilidad de tener un rol regional, como gerente sénior de Planeamiento Financiero para Latinoamérica para el negocio de bebidas. Y en el 2021 pasé a nuestro negocio de alimentos como CFO de la región Sur Andinos. 

Por otro lado, ¿por qué te animaste a estudiar una segunda carrera y no una maestría?
Yo había estudiado Administración y me parecía que la Carrera de Contabilidad era un buen complemento. Además, contaba con una especialización en Finanzas, dentro de la Carrera de Administración que había estudiado. En el 2009, casi recién graduada y titulada en Administración, pensaba hacer una carrera en el área de Control, por lo que decidí estudiar Contabilidad para ver de manera mucho más profunda algunas áreas, como Auditoría y Tributación. Fue sumamente difícil estudiar una segunda carrera mientras trabajaba, pero me fue muy bien, y me ayudó mucho que mis jefes en PepsiCo me motivaran a seguir estudiando. En el camino, pasé de Contraloría a Finanzas, y no me arrepiento, pues los conocimientos que obtuve en ese momento también me ayudan en mi posición actual.

Finalmente, ¿qué te pareció estudiar dos carreras en la Universidad de Lima?
Tener dos carreras de la Universidad de Lima te abre más posibilidades y te da conocimientos más profundos. Fue retador, pero también una muy buena decisión. Siento que mis carreras me abrieron todo un panorama y me prepararon muy bien para el trabajo y la vida laboral real. Hacer exposiciones y presentaciones como algo rutinario en las aulas te forma, y el grado de exigencia de la Universidad de Lima te entrena para el futuro laboral. Yo desarrollé ahí capacidad analítica y de investigación, así como habilidades para trabajar en equipo, tal como en el mundo laboral, donde uno se encuentra con diferentes personalidades y perfiles, y donde es necesario sacar lo mejor de uno mismo para alcanzar una meta. De mi grupo de amigas de la Universidad, cada una se especializó en cosas distintas, así como en los trabajos grupales, en los que cada una aportaba desde su área más afín a su experiencia o habilidad. Estudiar con profesores exigentes ha sido muy bueno, pues en la vida laboral te encuentras con jefes exigentes y es muy importante ser responsable y dedicado en el trabajo si se quiere crecer y tener una vida profesional exitosa. La Ulima te da un buen soporte y una red de contactos. Tengo muy buenos amigos de la Universidad con quienes me he encontrado en el mundo profesional. Por ejemplo, mi práctica preprofesional con la que inicié en PepsiCo, la conseguí a través de la plataforma de prácticas y empleos de la Universidad.