A pesar de no tener conocimientos previos sobre puntos de red o switches al principio de su carrera, hoy en día Paola Aybar se desenvuelve con facilidad como administradora y especialista en ventas en este rubro. Recientemente asumió el rol de business development manager en TD Synnex, una de las principales distribuidoras de tecnología a nivel mundial, donde se encarga de manejar el mercado de Google en países como Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Esta empresa ofrece, además, hardware, software, servicios en la nube, seguridad cibernética y soluciones de IoT, entre otros.
Paola es administradora por la Universidad de Lima y, tras haber laborado en diversos sectores, ha encontrado en la tecnología su verdadera pasión, donde ha demostrado habilidades destacadas en ventas.
¿Qué labor desempeñas en TD Synnex?
Trabajo en el área comercial. Soy business development manager en TD Synnex para la marca Google en Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. TD Synnex es el distribuidor más grande del mundo en tecnología. Es un intermediario entre las grandes marcas de tecnología y las empresas que venden este producto. Es decir, Google vende a las empresas a través de un business partner, que somos nosotros. Estoy aquí desde hace dos meses, pero desde hace años trabajo en el rubro de la tecnología. Antes estuve en Ricoh, al otro lado de la cadena. Me encanta el mundo de la tecnología. Conozco varios sectores, pero este es el que más me atrae.
¿Cuáles son esos otros sectores que conoces?
En el 2005, hice prácticas en Laboratorios Roche y en Laboratorios Pfizer, en las áreas de finanzas. Al terminar mi carrera de Administración en la Universidad de Lima, entré a trabajar a Rímac Seguros, como analista. Luego volví al rubro farmacéutico, a Novartis, como representante médica, en el rubro comercial: veía temas de cardiología. Después pasé al BBVA, a un training de un año, en el que pude ocuparme de banca minorista y banca mayorista. Empecé una Maestría en Dirección de Personas mientras pasaba a Mibanco, donde me desempeñé como analista de proyectos y procesos. Al acabar la maestría, se me abrió la oportunidad de volver a Rímac Seguros, pero esta vez como asesora de Ventas. El área comercial se caracteriza porque obtienes ingresos muy buenos, en cualquier industria, así que me arriesgué y renuncié a Mibanco.
¿Qué fue lo que consideraste un riesgo?
Cambié un salario fijo por uno basado en comisiones. Era la primera vez que vendía, pero en dos meses logré un récord nacional de ventas y me ascendieron a supervisora de Ventas. Ahí me di cuenta de que tenía una habilidad comercial muy grande. Luego pasé a Prosegur, como supervisora de ventas de alarmas, en una mezcla de B2C y B2B, porque vendía a personas naturales y a empresas. Allí estuve un par de años y luego regresé al rubro de seguros, a Corredores de Seguros Falabella, como jefe regional de Ventas, donde tuve a mi cargo a unas 60 personas, así como diferentes tiendas y zonas geográficas. Fue un puesto estratégico e interesante, que me ayudó a darme cuenta de que quería trabajar con empresas, no con personas naturales.
¿Por qué?
Porque la venta B2B es más compleja, y soy una persona de retos: cuando algo es más difícil, me gusta más. Al salir de Falabella, entré a una empresa B2B pura, que vendía lockers importados de China a mineras, gobiernos y empresas industriales. Allí empecé a ver el marketing digital, lideré equipos comerciales y me enamoré del B2B. Aunque el rubro no me apasionó, me sirvió para darle un break a mi carrera y me fui un año a Australia, a estudiar inglés. Volví endeudada, pero se me dio la oportunidad de entrar en la empresa Ricoh, como account manager en Small and Medium Business. Ricoh es una empresa japonesa, es la competencia de Xerox y HP y es el número tres en el mundo. Entré y dije “Esto me gusta, ya no me quiero ir del rubro de la tecnología”.
¿Por qué te interesó tanto?
Porque era muy dinámico y difícil, principalmente para mí. Entre el 80 % y 90 % de quienes trabajan en tecnología son ingenieros de sistemas. Yo soy administradora y no tenía idea de lo que significaba un switch, un punto de red, un firewall o un servidor. Pero me gusta estudiar, así que me capacité, aprendí, y eso me gustó. La tecnología cambia a cada rato, no te aburres. Al año siguiente cambia la versión y tienes que volver a capacitarte. Entré a Small New Business y, a los tres meses, me ofrecieron subir a grandes cuentas como account manager, donde comencé a ver cuentas mucho más grandes, de grupos empresariales importantes. Después, tuve la oportunidad de postular a una posición interna en otro país, y me fui a Ricoh Chile, más o menos en 2021, como especialista en la línea vertical de educación. Atendía al sector universitario y a colegios. La idea era apoyar la transformación digital y reducir costos. Era difícil, porque había resistencia a invertir. En Ricoh Chile manejé más temas de estrategia, veía temas de producto, coordinaba con los distribuidores, coordinaba eventos, capacitaciones, etcétera. Luego volví al Perú y trabajé como independiente en el tema tecnológico, de nube. En este proceso, se abrió la posibilidad de trabajar en Soaint, una consultora española de tecnología, dedicada a brindar servicios de automatización de procesos robóticos, nube, contenedores —que es un tema tecnológico que yo no conocía—, por eso tuve que capacitarme y sigo haciéndolo hasta hoy, porque en este rubro si no te actualizas, si no tienes certificaciones, no estás bien calificada.
Luego pasaste a TD Synnex, donde trabajas actualmente.
Así es. Estaba en una zona de confort, ya no me parecía un reto, y salió esta posición en TD Synnex, que es algo diferente y me lancé. Es un reto interesante, porque es totalmente nuevo.
¿Cuáles son las mayores ventajas de los productos que vendes?
Tengo la suerte de manejar la marca Google, que es como Coca-Cola. Basta con decir su nombre para que a los clientes les parezca interesante. Y TD Synnex es el distribuidor número uno en el mundo, así que es otra gran ventaja. Son marcas que manejan todo el tema de seguridad, que es sumamente importante en el mundo tecnológico. Google destaca en el ámbito de la seguridad, así como en inteligencia artificial y aprendizaje automático, siendo líder en estas áreas y manteniéndose a la vanguardia de las tendencias actuales.
¿Qué te ha aportado el hecho de ser administradora en una industria tecnológica?
Sinceramente, vender en el rubro de tecnología no es fácil, varios venden lo mismo y hay quienes entienden más, porque son ingenieros de sistemas. Por ello, necesito capacitarme siempre. Pero, por otro lado, ser administradora es una ventaja, porque manejo conocimientos que los profesionales tecnológicos no tienen, de manera que con mis capacitaciones en tecnología y mis conocimientos profesionales he podido hacer una buena combinación. La verdad es que mi carrera de Administración me ha permitido moverme por diferentes rubros, me ha dado mucha flexibilidad. Me considero afortunada por haber podido trabajar en diferentes rubros y encontrar, finalmente, lo que me gusta más, que es la tecnología. Esta carrera te permite estar donde quieras desarrollarte, en distintas industrias. Por otra parte, tengo planes de hacer una Maestría en Marketing y Dirección Comercial este año o el próximo, aunque ya llevé otros posgrados en el tema.
¿Cómo fue para ti estudiar en la Universidad de Lima?
Gracias a haber estado en la Universidad de Lima he conseguido trabajo desde joven y me he mantenido vigente. Conseguí mis prácticas por Ulima Laboral, así como todos mis trabajos hasta 2017. Salí de la Universidad en 2005. La Universidad de Lima brinda la oportunidad de desarrollar habilidades sociales que puedes aplicar en el campo comercial. No solo valoro los conocimientos académicos, sino también la oportunidad de establecer relaciones y ampliar mi red de contactos.