Haciendo una analogía con el fútbol, Xavier Riús, director general del Institute for Careers and Innovation in Logistics & Supply Chain (ICIL), explicó cómo la pandemia aceleró la tendencia e hizo que el supply chain dejara la banca y entrara a jugar a la cancha del comercio internacional. El experto español brindó estas apreciaciones en el primer día del I Congreso Internacional de Logística y Supply Chain, organizado por la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos de la Escuela de Posgrado, con la colaboración de la Carrera de Negocios Internacionales de la Universidad de Lima.
En el Auditorio O, el invitado añadió que estar en la cancha tiene sus ventajas y retos, y que hoy la logística y la cadena de suministro (supply chain) son un área bien considerada, además de ser el responsable de lo que sucede en el partido, tanto cuando se presentan oportunidades como en las situaciones adversas.
Riús acotó que, en la evolución de la cadena de suministro, el cliente ya no pide únicamente que se le entregue el pedido, sino también información, en aras de estar al tanto del estado y el avance del reparto, por lo que es indispensable gestionar de una manera óptima el manejo de la información que se le brinda al cliente.
Junto con esa innovación permanente, la situación del mundo también influye en el supply chain. En este punto destacan factores como la globalización, la inflación y la recesión. Sobre la primera variable, el ponente indicó que, si antes el objetivo era solo entregar, en la actualidad el cliente espera que el pedido llegue a sus manos hoy, mañana y siempre, así ocurran percances globales que afecten el funcionamiento de las redes logísticas, por lo que es importante que estas sean resilientes y tengan capacidad de reacción.
En cuanto a los impactos de la inflación y la recesión en los precios, Riús desbarató un tabú. Él señaló:
“El cliente siempre quiere el mejor precio. Mentira. El cliente está dispuesto a pagar si le ofrecemos lo que quiere. Si le ofrecemos lo mismo que todo el mundo, el cliente quiere el mejor precio. Pero si nos diferenciamos de la competencia, el cliente pagará y la cadena de suministro será un factor diferencial, porque ha pasado del banquillo al terreno de juego. La cadena de suministro permite incrementar la competitividad de las empresas y que una organización se postule delante de sus clientes con un valor añadido que su competencia no tiene. Si se ofrece resiliencia y se garantiza el servicio, la información puntual y la atención a la demanda, el cliente pagará”.
Del mismo modo, el especialista subrayó el valor de la planificación y de adelantarse a lo que acontecerá, de la innovación (que le agrega valor añadido a la mejora continua), de los talentos que integran equipos que se desenvuelven según el enfoque centrado en el cliente, de la infraestructura que incluye tecnologías que permiten una gestión adecuada de la información y de los procesos relacionados con la inteligencia artificial, el big data, el machine learning, la automatización, entre otras tendencias del supply chain.