Para Erik Zavaleta, analista de distribución y logística en Abbott Laboratorios, la pandemia no es sinónimo de estancamiento: él trabaja de manera presencial y además estudia la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima. En la siguiente entrevista, el también egresado de Ingeniería de Sistemas Ulima nos revela la importancia del trabajo en equipo, sobre todo en estos tiempos, y por qué es necesario estar en una constante actualización de conocimientos.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
El contacto con la gente. Me gusta trabajar interactuando con otras personas. Si bien la pandemia obligó a muchos profesionales a realizar trabajo remoto, en mi caso he continuado laborando presencialmente con todo el equipo, pues es difícil manejar estas situaciones operativas desde casa. El punto importante está en tener esa interacción con las personas para controlar los procesos, obviamente, cumpliendo el protocolo de bioseguridad.
Muchas de las responsabilidades que tengo implican ser los ojos en la operación de la compañía. El servicio de logística que tenemos acá es tercerizado, pero mi responsabilidad está en garantizar que los despachos y las recepciones se realicen en el tiempo y en la forma que exige la compañía. Por ser una transnacional, la firma tiene sus propias políticas adicionales. Además, al estar en el rubro farmacéutico, en el que hay más especificaciones, existe mucho mayor nivel de detalle. Justamente esas cosas son las que marcan la diferencia con otras empresas.
¿Cuál es la situación actual del campo de las operaciones en el Perú?
Dada la situación, hay que tener mucha empatía con los equipos de trabajo. Hoy se hace más relevante la interacción con las personas del equipo para garantizar que las relaciones humanas soporten los procesos y la parte tecnológica. Esto debe garantizar los objetivos trazados o, al menos, mantener los resultados mínimos indispensables. En condiciones normales, nos van a exigir aún más, pero el tema está en que operaciones como las que manejo yo dependen mucho del contacto con la gente, sobre todo por la parte motivacional y del seguimiento de las personas.
¿Qué habilidades técnicas y de conocimiento consideras que un profesional de las operaciones debe tener para enfrentar estos retos?
Profesionalmente, me parece que uno debería tener cierta experiencia habiendo trabajado con equipos de más de diez, veinte o treinta personas. A nivel de know how, es indispensable el conocimiento de sistemas adecuados para operaciones como ERP (planificación de recursos empresariales) o WMS (sistema de gestión de almacenes). Son requisitos que todo profesional ya debe tener cubiertos.
En la parte de los conocimientos entra a tallar la Maestría. A los conocimientos aprendidos en la Universidad se suman los que vas adquiriendo mediante la experiencia laboral. Esto fortalece el know how; sin embargo, eso no quita que las personas deban actualizarse cada cierto tiempo. La tecnología cambia cada año y seguramente se están encontrando propuestas diferentes o nuevos métodos que en otras realidades ya se utilizan. Quizás acá en Sudamérica todavía se vean lejanas, pero está en nosotros actualizarnos y encontrar la oportunidad de implementarlas en las empresas donde laboremos.
¿De qué manera crees que te ayuda la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos en tu vida profesional?
Las compañías van a apostar no solo por personas que tengan experiencia, también por aquellas que validen sus conocimientos en la parte académica. Considero que llevar la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima nos da un respaldo con las empresas locales e internacionales. De esta manera, garantizamos y aseguramos que hemos recibido información sobre las nuevas tendencias, propuestas y artículos académicos que brindan un panorama global del sector. Toda empresa quiere contar con un profesional que haya cursado esta parte académica y que ayude a lograr y afianzar los resultados de la compañía.
¿Qué pensabas de la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos antes de ser alumno y cómo la percibes ahora que la estás estudiando?
Siempre la veía como una posibilidad a futuro. Al iniciar la pandemia pensé en cómo podría asegurarme profesionalmente y cómo me mostraría al presentarme laboralmente en otra compañía; es decir, qué me va a diferenciar del resto. Me dije: la tienes que hacer ahora. Afortunadamente, la Universidad de Lima tiene ese respaldo tecnológico que te permite llevar la Maestría de manera virtual hasta que esta pandemia llegue a su fin y podamos volver a las aulas físicamente.
¿Qué mensaje te gustaría dar a tus colegas?
Que aprovechemos las oportunidades que hoy nos da la tecnología. Si antes se tenía como excusa que no hay tiempo para llevar una maestría, en esta situación, está totalmente demostrado que sí se puede y es una oportunidad que no se debe dejar pasar. Existen muchos profesionales que ya vienen llevando estos cursos y todos, en cierto momento, nos vamos a tener que especializar, y qué mejor que con una maestría como la que ofrece la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima. Esta aborda las operaciones y los proyectos, y creo que es una combinación acertada para las personas que están en la cadena de suministros. Mi apuesta fue por ello y realmente estoy satisfecho.