Pensiones obligatorias y fallas de mercado

Autor(es)

David Tuesta

Docente de la Maestría en Tributación y Política Fiscal

El término seguridad social comprende todas las posibilidades de aseguramiento personal organizado por el Estado. El aseguramiento se da en tanto se recogen las contribuciones para generar un derecho a beneficios futuros. Se entiende entonces que los sistemas de pensiones se constituyen como un elemento central dentro de la cobertura de riesgos que puede enfrentar un trabajador a lo largo de su vida dentro del ámbito de la seguridad social. Si bien las pensiones tienen un elemento claro de largo plazo, que constituye la generación de un flujo de ingresos para cuando el trabajador jubilado no pueda generarlos, estos sistemas cuentan también con coberturas por hechos fortuitos que limitan su capacidad de generar ingresos por enfermedad o invalidez, así como una cobertura a los familiares en caso de fallecer el trabajador. Todos estos elementos indican que un sistema de pensiones es en esencia un plan de seguros con el cual las personas reciben el servicio de estar protegidos, bajo determinadas condiciones, ante cualquiera de esos riesgos desde el momento en que aportan. Es decir, cada aportante al sistema paga por un servicio (la cobertura ante el riesgo en todo momento) que ya ha ido recibiendo.

Existen serias fallas de mercado que hacen necesario que los sistemas de pensiones sean de aporte obligatorio por el servicio de aseguramiento social. Las fallas de información en los mercados financieros dificultan que las personas en general tengan la capacidad de identificar los productos que mejor se adapten a sus necesidades, así como de percibir adecuadamente los riesgos futuros, donde la ausencia de conocimientos básicos de finanzas, entre otros elementos, profundiza más los problemas.

Por ejemplo, se pueden apreciar las fallas relacionadas a los excesos en preferencia temporal, lo cual implica que la mayoría de las personas tiendan a descontar fuertemente los retornos y costos que ocurren en el futuro, llevando a concebir como caros productos de seguros como los de vida o rentas vitalicias. Desde ese punto de vista, el concepto de obligatoriedad de adquisición a través de un esquema de seguridad social ayuda a minimizar esa falla.

Otra falla de información recogida por la teoría es la de los problemas de ineficiencia que se presentan cuando las decisiones altruistas de segmentos de la población hacia acciones de solidaridad se ven disminuidas por otros que pudiendo hacerlo no lo hacen porque consideran que esa ayuda ya es suficiente, lo que se conoce en economía como el problema del free rider.

El problema de la asimetría de información, en otro tanto, puede causar que las compañías de seguros ofrezcan contratos de gran cobertura a colectivos amplios que terminen siendo desfavorablemente caros para los segmentos de bajo riesgo, lo que crea espacio para los competidores ineficientes, afectando al mercado en su conjunto. En cambio, fomentar el pooling puede funcionar con la presencia de la seguridad social, al atender en conjunto todos los riesgos y minimizando el nivel promedio de los riesgos de aquellos colectivos con similares características, a través de una cobertura parcial de riesgos, incrementando así la eficiencia y bienestar de la sociedad.

En otro tanto, la economía conductual ha comprobado repetidamente el comportamiento de los seres humanos de postergar decisiones necesarias de ahorrar a tiempo para la vejez, incluso sabiendo que es necesario hacerlo, lo que evidencia que el argumento de ahorrar para la vejez puede ser realizado solo bajo la decisión voluntaria.

Dejar estas fallas de mercado sin solución puede derivar al final en decisiones individuales que no son óptimas, así como efectos potencialmente graves para la sociedad en su conjunto de dejarse este riesgo al descubierto, sin el soporte del Estado. Así, todas las ramas de la economía tienden a coincidir en el rol que el Estado tiene para mitigar los problemas presentados. Las diferencias se encuentran en gran medida en el grado de intervención y en las soluciones financieras para atender diferentes riesgos.

Pero, eso sí, difícilmente se encuentre una opinión seria y sustentada entre los economistas que dude sobre el papel que juega un sistema de pensiones en la sociedad y la importancia de la obligatoriedad de aportar en los sistemas. Y la obligatoriedad del pago está asociada con la provisión del servicio de aseguramiento ante la ocurrencia de situaciones infortunadas. Por ello, los aportes a la seguridad social, al estar asociados a un servicio de seguro otorgado, no dejan espacio a que se devuelvan, al no encajar esto conceptualmente en un mecanismo de aseguramiento.

Citar esta entrada de blog (APA, 7.a edición):
Tuesta, D. (8 de julio de 2021). Pensiones obligatorias y fallas de mercado. Blog de Tributación. https://www.ulima.edu.pe/posgrado/maestrias/mtpf/blog/pensiones-obligatorias-y-fallas-de-mercado

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