Comprometida con el cuidado de los ciudadanos y el desarrollo de acciones que beneficien a las familias en estado vulnerable en un contexto agravado por la pandemia, la Universidad de Lima viene realizando una serie de donaciones a organizaciones que brindan ayudas sociales. Mascarillas elaboradas por el Laboratorio Textil y de Confecciones Ulima, concentradores de oxígeno y víveres son algunas de las donaciones de nuestra Casa de Estudios.
La Universidad de Lima entregó 20.000 mascarillas y 20 concentradores de oxígeno a la Asociación de Las Bienaventuranzas, ubicada en Villa María del Triunfo. Las mascarillas cuidarán a aproximadamente 300 personas que residen en la organización y a los comensales de más de 200 ollas comunes apoyadas por la asociación. La Ulima también colaboró con la construcción de una nueva planta de oxígeno situada en esta entidad caritativa.
Asimismo, nuestra Casa de Estudios donó 5.000 mascarillas a la ONG CESAL, con sede en el distrito de Lurigancho, Chosica, las cuales protegerán a seis centros de salud de Cajamarquilla, Jicamarca y Nievería, y a la comisaría y el Centro Emergencia Mujer de Jicamarca. Además, se entregó la misma cantidad de mascarillas a la Parroquia Divino Niño de La Molina, organización que coopera con diversas ayudas humanitarias para la Parroquia del Espíritu Santo de Manchay.
La Universidad de Lima también lleva a cabo una campaña de donación de víveres que durará hasta noviembre de 2021, los cuales serán destinados a la ONG CESAL y a la Parroquia Divino Niño de La Molina, de manera periódica y a lo largo del año. Gracias a esta iniciativa, la ONG CESAL ayudará a cerca de 1.000 familias vulnerables con niños menores de 10 años, adultos mayores, personas con discapacidad y familiares afectados por la COVID-19. Por su parte, la Parroquia Divino Niño apoyará a cuatro comedores populares que atienden a 800 personas diariamente.
La situación actual generada por la pandemia nos interpela a actuar, tal como la Universidad de Lima siempre ha hecho. Nuestra Casa de Estudios, además de formar profesionales del más alto nivel, inculca un espíritu ciudadano, solidario y responsable, que se compromete a ayudar a los más necesitados y a generar impactos positivos en la comunidad.