Jefa de la Sunat en charla sobre conciencia tributaria

Cambiar esa mentalidad según la cual un ciudadano que tiene conciencia tributaria en el Perú es considerado una persona extravagante es una tarea que se ha propuesto Tania Quispe, jefa de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat), expositora de la conferencia “El rol de la Sunat en el desarrollo del país: retos y desafíos”, realizada en el Auditorio S de la Universidad de Lima el miércoles 5 de septiembre y organizada por la Escuela de Negocios.

“Es necesario que el ciudadano perciba que al exigir un comprobante de pago está cumpliendo con una obligación tributaria y que, además, está haciendo algo importante por uno mismo y por los demás”, señaló la titular del máximo organismo tributario del Perú, que proyecta recaudar S/. 82.900 millones a finales de 2012, con relación a los aproximadamente S/. 73.321 millones obtenidos en el año anterior.

Ante un público atento conformado en su mayoría por estudiantes, Quispe destacó que el rol estratégico de la Sunat en el fomento del desarrollo del país se centra en cuatro grandes frentes: recaudación de impuestos, represión del contrabando y la informalidad, control del tráfico ilícito de bienes y facilitación del comercio exterior.

Al respecto, la expositora remarcó que la Sunat viene redoblando esfuerzos en la capacitación de su personal y en el ordenamiento de sus estructuras internas, así como en la implementación de nuevas tecnologías, con el fin de que los distintos roles asumidos por esta institución ganen competencia y eficiencia. Como resultado de estas iniciativas, por ejemplo, la presión tributaria al final del primer semestre de 2012 es de 15,7%, lo que significa un valioso incremento de 0,4% con respecto al 15,3% registrado en junio de 2011.

De otro lado, la especialista resaltó que las estrategias a mediano y largo plazo de la Sunat se enfocarán en el desarrollo a nivel nacional de los centros de servicio y fiscalización, los puestos de control, las tipologías de las inversiones, la infraestructura tecnológica y las sedes operacionales. Todos ellos, esfuerzos a los que hay que poner la debida atención y a los que todos debemos prestar ayuda para que la Sunat se convierta en un ente de administración tributaria de clase mundial.