Escultura que simboliza la colaboración entre el arte indígena contemporáneo, la academia y la comunidad se develó en la Ulima

Rember Yahuarcani es el autor de una obra que simboliza la colaboración entre el arte indígena contemporáneo (AIC), la academia y la comunidad. Se trata de la escultura Juma, el dios garza, elaborada en el marco de la muestra “La canoa: melodías desde el río”, que se encuentra en la Galería del Centro Cultural de la Universidad de Lima. La pieza fue develada en nuestro campus el 6 de diciembre.

La escultura lleva en la mano derecha un bastón de mando y, en la izquierda, una media luna. Con el primer símbolo, abre el camino; con el segundo, lo ilumina, en concordancia con el AIC y su compromiso de generar nuevas formas de comunicación y vínculos de respeto entre los ciudadanos del Perú.

Esta obra sintoniza con el enfoque de la exposición “La canoa: melodías desde el río”, que acogió una serie de pinturas de artistas de los pueblos originarios awajún y wampís, ashaninka, shipibo-konibo, uitoto áimenɨ y uitoto murui. Estas creaciones invocan los saberes ancestrales, abordan distintas problemáticas (la minería ilegal, la degradación de la naturaleza y el narcotráfico), generan una conciencia de la existencia del AIC y promueven el acercamiento entre mundos variados.

Yahuarcani comentó que el AIC revisa y resignifica diversos conceptos de lo contemporáneo, y que los artistas indígenas participan en este proceso a partir de sus mitos y cotidianidades. Al respecto, indicó que la leyenda de Juma ―quien es un antecesor del clan de la Garza Blanca de la nación uitoto― propone códigos morales para vivir en armonía. En este mito, el dios garza convierte en piedras a las personas que se apropiaron de su túnica blanca, las cuales permanecen inmutables en las cercanías del río Igara Paraná. Esta historia alude a las reglas de la convivencia (por ejemplo, no hay que tomar sin permiso las verduras o los frutos de una chacra ajena).

En la develación de la escultura, Óscar Quezada Macchiavello, rector de la Ulima, destacó que los artistas indígenas dialogan con la madre tierra con mucha sabiduría y evitan la explotación egoísta de sus recursos. Asimismo, resaltó que la obra Juma, el dios garza es un símbolo de unión que refuerza la cooperación entre este grupo de creadores y la academia.