Con la organización de la Universidad de Lima y la ONG Tierra y Ser, se llevó a cabo el Foro Economía Azul en nuestro Auditorio S. En la inauguración del evento, Óscar Quezada, rector de la Ulima, recalcó que es indispensable que el desarrollo de los mercados, las economías, las industrias y las sociedades vaya de la mano de una gestión responsable de los recursos del medio ambiente, con el fin de garantizar la sostenibilidad de las condiciones ecológicas y de no deteriorar el contexto en el que vivimos.
El rector comentó: “Desde la universidad y los centros en los que se piensa, se proyecta y se clarifica estratégicamente el desarrollo de un país, es importante tener imaginación para encontrar un sano equilibrio entre una lógica de la conquista y una lógica del cuidado y de la cura”.
Por su parte, Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente del Perú, destacó que la economía azul debe estar orientada por el diálogo, el entendimiento y la paz para que la relación entre economía y naturaleza sea armoniosa y se eviten los conflictos sociales. Pulgar-Vidal acotó: “Tenemos que lograr que las actividades económicas no degraden y que la protección de la naturaleza no sea una preservación de tal naturaleza que excluya. Es necesario balancear, y eso hay que hacerlo a través del diálogo”.
Luego comenzaron las exposiciones. Marino Morikawa, magíster en Biosistemas y doctor en Bioindustrias por la Facultad de Ciencias de la Vida y del Medio Ambiente de la Universidad de Tsukuba, Japón, pormenorizó los procesos de un método concebido por él que emplea la nanotecnología para tratar las aguas residuales que infectan los humedales.
El experto expuso el caso del humedal El Cascajo, que se había convertido en un botadero ilegal de basura y estaba siendo contaminado por una red de alcantarillado mal diseñada. Morikawa aplicó en El Cascajo un sistema que bombea unas nanopartículas que, en su camino a la superficie del agua, atrapan bacterias, metales y otros contaminantes, para luego evaporarlos. Asimismo, unos biofiltros reducen la carga contaminante gracias a sus propiedades de absorción. De esta manera, se descontaminó el humedal en dos semanas, tras lo cual retornaron a El Cascajo más de 70 especies del lugar.
Además, Morikawa subrayó el valor de realizar un estudio científico del lugar contaminado y comprender el ciclo biológico de la flora y fauna de un hábitat antes de aplicar cualquier método, con el propósito de no poner en riesgo el funcionamiento de este ecosistema.
Del mismo modo, Eduardo Herrán, piloto, fotógrafo y protector de la biodiversidad de Nazca, disertó sobre la historia y la conservación de las Líneas de Nazca, y Roger Loyola, director general de Evaluación, Valoración y Financiamiento del Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente, resaltó los esfuerzos de este despacho para impulsar el desarrollo de proyectos que buscan elevar la calidad de vida de la sociedad y respetar las condiciones medioambientales.
De otro lado, el foro brindó reconocimientos a diversas empresas y personas abocadas a emprender iniciativas que generan impactos positivos en el medio ambiente.