Una máquina para hilar algodón nativo de color ha sido inscrita exitosamente como la primera patente de la Universidad de Lima. Este invento es el resultado de una investigación llevada a cabo en el Instituto de Investigación Científica (IDIC) de esta Casa de Estudios.
El hecho tiene una importancia especial, ya que, hasta ahora, el hilado del algodón nativo se ha realizado de forma artesanal, ya que su corta hebra y su escasa resistencia a la torsión hacían imposible el hilado con una herramienta industrial. Con este invento se abren las posibilidades para industrializar un recurso natural que antes no estaba lo suficientemente aprovechado de manera comercial.
La historia de este proyecto se remonta al año 2013, cuando la profesora Dora Cortijo presentó un proyecto de investigación al IDIC. Ella tuvo la idea de crear esta máquina y le encomendó a Ludwig Declercq, entonces alumno de Ingeniería Industrial y practicante, la tarea de evaluar si era viable. Ludwig cuenta:
“Pedí autorización para visitar fábricas y conocer las técnicas industriales de producción textil. El siguiente paso fue diseñar la máquina. Para ello se contrató a un dibujante técnico y se llevó a cabo el diseño de la máquina, de acuerdo con los parámetros adecuados”.
Fue necesario revisar manuales de máquinas convencionales para realizar las adaptaciones necesarias, mandar a hacer piezas especiales a una metalmecánica, contratar los servicios de un técnico electrónico y efectuar cálculos con base en diversas fórmulas.
Se realizaron varias pruebas, se cometieron varios errores en el camino y, por momentos, sobrevino la idea de que el proyecto no sería posible. Sin embargo, finalmente se logró en noviembre del 2015. Recuerda Ludwig:
“Fue todo un reto. Conversé con varios entendidos en hilatura que afirmaban que era imposible hacer el hilado de algodón nativo con una máquina. Y, aunque a veces parecía que no se iba a poder, lo logramos”.
Cabe señalar que el algodón nativo de color peruano es patrimonio genético étnico-cultural de la nación. Se cultiva en Lambayeque y, en menor medida, en Piura y San Martín. Actualmente se emplea para confeccionar bolsos, carteras y mantas que presentan un acabado tosco. Este invento puede dar lugar a un hilado fino para la confección de prendas de vestir como polos, chompas y poleras de calidad.
Se espera que este invento motive la promoción del cultivo de este algodón, su diversificación y su producción a una escala mayor.
Sin lugar a dudas, este proyecto abre la puerta a una alternativa de desarrollo textil más amigable con el medio ambiente, ya que se prescindiría del uso de tintes, pues el algodón crece de manera natural en colores crema, marrón, verde, pardo, lila, blanco y beige.