El jueves 29 de noviembre se reunieron los miembros del proyecto ganador del concurso lanzado a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Fondecyt) —del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec)— y del Banco Mundial, denominado “Prototipo de una línea de hilatura semiautomática para la estandarización del hilo de fibra de alpaca para mejorar la competitividad del productor de la región andina-Puno”. Este encuentro tuvo lugar en la sala de reuniones de la Oficina de Emprendimiento de la Universidad de Lima, ubicada en el piso 10 de la Torre A.
El proyecto de investigación, encabezado por nuestra Casa de Estudios, convocó a María Teresa Quiroz, directora del Instituto de Investigación Científica (IDIC), y al equipo investigador conformado por Patricia Larios Francia, directora del Centro de Estudios en Innovación Textil (Ceitex), como investigadora principal, además de Bertha Díaz, decana de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, y de Rafael Chávez, Carlos Gálvez y Wilfredo Hernández, todos por parte de la Universidad de Lima. Forman también parte del proyecto Teodosio Huanca, coordinador del Programa Nacional de Camélidos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA); Andrés Condori, director ejecutivo del Centro de Innovación Tecnológica de los Camélidos Sudamericanos de la Región de Puno (Cite Puno Camélidos); Paul López Cutipa, de Royal Knit; y Patricia Talavera, directora de Centros de Innovación Tecnológica de Artesanía y Turismo del Mincetur. Patricia Larios dijo:
“Lo que queremos a través de la Universidad de Lima es mejorar el proceso productivo de la artesana que hila, mejorar la calidad del producto que ellos pueden ofrecer para que, por lo tanto, tengan un desarrollo económico sostenible”.
La región Puno ocupa el primer lugar mundial en producción de camélidos sudamericanos; sin embargo, al igual que el resto del Ande, afronta una gran problemática con respecto a la cosecha de la fibra y a la hilatura artesanal. Este proyecto, que recibió cerca de S/ 500 000 para su ejecución en tres años, busca solucionar este problema a través de una tecnología que sirva a los alpaqueros artesanos. Para ello, compromete a tres partes importantes del país: el Estado, la empresa privada y el mundo académico.
