El 11 de febrero, Desiderio Blanco, quien fue docente y rector de la Universidad de Lima, presentó la segunda edición de su poemario Oh dulces prendas, publicado por nuestro Fondo Editorial, en el tercer piso del Edificio Ch. Los comentarios en la mesa de presentación estuvieron a cargo de Óscar Quezada Macchiavello, rector de nuestra Casa de Estudios, y Jorge Eslava, escritor y docente Ulima.
Al inicio, el profesor Eslava recordó uno de sus encuentros con el autor del poemario con motivo de una larga entrevista a propósito de su pasión por el cine, anécdota que le permitió resaltar la calidad de Desiderio Blanco como profesor, a quien calificó como un “militante de la docencia”. A continuación, destacó la influencia de la poesía del Siglo de Oro español en Oh dulces prendas y reflexionó en torno al título del libro, tomado de un soneto del poeta Garcilaso de la Vega. Al respecto, indicó:
“El libro está compuesto por dos partes: una primera llamada ‘Ascética’, que es la purificación del alma, negando las tentaciones terrenales; y una segunda que es ‘Corporalia’, un término que no figura en el diccionario y proviene del latín: lo corporal, lo relativo al cuerpo. Sin duda, la segunda parte tiene que ver con el cuerpo y, en particular, con el cuerpo femenino. Y la primera parte, con el espíritu, pero, además, quiero llamar la atención sobre la estrictez formal de esta primera parte por ajustarse al soneto. Allí se puede advertir la música del poema”.
Después de leer algunos poemas del libro, el docente Eslava cedió la palabra al rector Óscar Quezada, quien realizó una interpretación sobre el yo poético de Oh dulces prendas, que pasa del ascetismo a la exaltación corporal desde la primera a la segunda parte. Además, estableció una relación entre los versos y la semiótica, disciplina en la que Desiderio Blanco es especialista. Así, señaló:
“Muchos dirán que este libro con los otros que Desiderio ha escrito no tienen relación. Pero no es casual que la semiosis sea definida, años después, como mediación corporal, como “corporalia”. Para dar una idea de este recorrido, Raúl Bueno extrapola o contrapone versos del poema 1, “Salmo penitencial”, y del poema 20, “Oda corporal”. En un extremo tenemos “soy un novicio y tengo las manos traspasadas / de aromas de breviario y de inciensos azules”; en el otro, “pero adoro tu cuerpo, cuerpo a cuerpo, / porque el cuerpo / es salvación del alma”. La habitual frontera entre cuerpo y alma se hace borrosa, se diluye en un diálogo que traduce el alma en cuerpo y el cuerpo en alma. Al final, emerge un alma corporizada, traducida en un cuerpo animado por el amor. El espíritu del verso danza en una deliciosa síntesis espiritual, fronteriza, entre lo que es cuerpo bañado de alma y alma inundada de cuerpo”.
Como cierre de esta actividad, el profesor Blanco recordó el proceso de elaboración de Oh dulces prendas, cuyos versos escribió de manera dispersa a lo largo de 10 años. Destacó, asimismo, la correlación entre las secciones del poemario y su propia biografía, marcada por sus estudios de teología en un convento agustino. Finalmente, leyó diversos poemas del libro, entre los que resaltó “Salmo penitencial”, “Rincón recoleto”, “Portal de Belén”, entre otros.
