Una presentación pletórica de reflexiones sobre el sentido y la semiótica se llevó a cabo el 9 de junio, en la librería El Virrey de Miraflores, a propósito del nuevo libro de Óscar Quezada Macchiavello, rector de la Universidad de Lima y presidente de la Asociación Peruana de Semiótica. Se trata de Ensayos semióticos: teoría, mito, literatura, publicado por el Fondo Editorial de nuestra Casa de Estudios.
Además del autor del libro, en la actividad participaron como comentaristas Fernando Iriarte, editor de la publicación y coordinador del área de Humanidades del Programa de Estudios Generales de la Ulima; Lilian Kanashiro, docente e investigadora de nuestra Casa de Estudios; y Santiago López, profesor del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
En esta serie de ensayos, Óscar Quezada Macchiavello construye una mirada que interpela el sentido de fenómenos socioculturales y textos artísticos desde la semiótica y la filosofía. Luego de analizar los discursos que configuraron la escena política en el caso de Lucchetti Perú (1997-1998), pasa revista a los mitos recogidos en el Manuscrito de Huarochirí (principios del siglo XVII) y a las obras literarias de César Vallejo, José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro y Jorge Luis Borges. También destaca el análisis de varios pasajes del poemario La ensenada, de Alfonso Cisneros Cox, recordado docente de la Facultad de Comunicación de la Ulima y exquisito cultivador del haiku, el género de poesía breve de origen japonés.
A partir de una observación e interpretación del diseño de la portada del libro, nuestro rector señaló:
“La triada carne, cuerpo y lenguaje reúne las posibilidades sensorio-motoras, los hechos perceptivos y los órdenes enunciativos; gira y se fusiona cual hélices eólicas sobre un eje. La semiosis es ese punto central donde convergen la carne (el núcleo sensorio-motor, o el sentir y mover de la significación), el cuerpo (la envoltura que recibe impresiones y las convierte en contenidos) y el lenguaje (el acto de enunciar y expresar, en cualquier lenguaje, no solo en la lengua hablada)”.
Asimismo, manifestó:
“Sobre el telón de fondo del ‘sentido sentido’, damos forma al ‘sentido pensado’. Ese trasfondo del ‘sentido sentido’ es ilimitado, infinito. Siempre el sentido está sintiendo, o siempre el sentido se está sintiendo. Todos ustedes en este momento están sintiendo algo”.
Además, Óscar Quezada afirmó:
“Cuando damos forma a eso que sentimos, pasamos del sentido como verbo (el verbo sentir), al sentido como sustantivo (el sentido), que es lo que nos lleva al universo de la significación, de cómo se articulan esos pasos, direcciones y orientaciones. Todos hablamos de si esto tiene o no tiene sentido. A veces, muy solemnemente o coléricamente, decimos: ‘Lo que me has dicho no tiene sentido’. ¿Qué significa eso? Pues que no tiene significado o significación. Entonces sentido es a dirección, a pasaje o al paso de sentir una cosa y luego otra, lo que significación es a articulación. Del sentido como verbo al sentido como sustantivo”.
En otro momento, nuestro rector detalló:
“El sentido nunca está terminado, instalado o dado. El sentido del presente nunca está presente. El sentido no está donde estamos, sino a donde vamos. No es lo que somos, sino lo que hacemos o nos hace. En esa línea de reflexión, el sentido es la salida de sí, que en términos de etimología se encuentra con existencia, con éxtasis y también con experiencia. Toda expresión está promovida, de alguna manera, desde una experiencia, y todo contenido, de algún modo, tiene que ver con una existencia”.
Miradas y análisis semióticos
En la presentación, Fernando Iriarte se refirió a la importancia de la nueva publicación de nuestro rector para orientarnos en la aproximación al devenir desconcertante de la realidad:
“Es un libro fundamental en el presente porque nos cuesta, como sociedad occidental, entender qué está ocurriendo. Vivimos en un mundo que está sobrecargado de objetos, y al mismo tiempo estamos hablando de la nada y del vacío. Porque ese vacío tiene que ver con el sentido y no con los objetos, que se multiplican hasta volverse un problema. Creo que, mientras más nos preocupamos por el sentido de la vida, más reflejamos nuestro malestar en ese sentido. En lugar de gastar tanto tiempo en pensar en el sentido de la vida, deberíamos pensar en la vida del sentido, que es su opuesto complementario. Le damos mucha importancia a la palabra ‘vida’, y muy poca al sentido. Entonces la semiótica, y reflexiones como las que propone Ensayos semióticos, que son reflexiones que aúnan epistemología, filosofía, etcétera, tratan de recuperar un poco la energía en torno a esta reflexión esencial”.
Por su parte, Lilian Kanashiro aludió a una aseveración formulada, en 2014, por Óscar Quezada y Desiderio Blanco –este último, semiólogo y antiguo rector de la Ulima–, en la que manifiestan que no comprenden la posición sobre la inmanencia y la manifestación establecida por el teórico e investigador francés Algirdas Julius Greimas. Kanashiro resaltó la relevancia de proponer miradas críticas en la construcción del pensamiento. Ella precisó:
“‘No comprendemos’ supone una manifestación de extrañeza, como si se dijera: ‘Entiendo lo que quisiste escribir, pero no comprendo por qué lo haces’. Y es que hay que tener coraje para pensarlo, analizarlo, escribirlo y publicarlo. Mucho de ese coraje hace falta en nuestros entornos académicos”.
Por último, Santiago López indicó:
“El libro sigue la oscilación entre las escenas en las que los textos se desenvuelven y los procedimientos en los que son expuestos. Estos procedimientos de la puesta en escena, como se hace notar con detalle y rigor, recorren los textos de principio a fin. Es más, los van modulando, procurando sus aceleraciones e interrelaciones, sus ampliaciones y restricciones, y sus condensaciones y divulgaciones, sacando a relucir pasiones, emociones, sentimientos que no solo son representados sino actuados. Por eso, los textos y discursos aparecen con total claridad como lo que son: actos, ejecuciones, prácticas aparentemente congeladas por la escritura, que fluyen, pasan del sentido a la significación, y de la significación al sentido. Esta es la principal operación en la que se detienen los ensayos de Óscar Quezada, presente sobre todo en aquellos dedicados al análisis de textos literarios”.