09 de Diciembre de 2021
“Regresaremos a un campus seguro”
Desde el inicio de la pandemia, la Universidad de Lima ha cumplido escrupulosamente todas las indicaciones del gobierno para salvaguardar la salud de su comunidad universitaria, así como para asegurar el trabajo de sus colaboradores y la continuidad de sus servicios y de las clases de pregrado, posgrado, Educación Ejecutiva e Idiomas, con la acostumbrada calidad educativa. Es más, los respectivos procesos de reacreditación internacional y nacional siguen en curso, lo que exige la mejora continua de los procesos y de la infraestructura.
En la siguiente entrevista, el doctor Quezada revisa lo hecho y por hacer en esta difícil etapa que impactó en la salud, la economía, las relaciones sociales y la psicología de todos.
El 14 de octubre, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, anunció que se establecerán protocolos para el regreso a clases en las universidades el próximo año. ¿Qué acciones ha emprendido la Universidad de Lima al respecto?
Actualmente, la Universidad tiene un protocolo de bioseguridad que vela por el cuidado del personal administrativo y docente que ya está trabajando en el campus. Este implica mantenimiento, evaluación y acondicionamiento de espacios. Todo tiene, pues, un riguroso control por parte del Departamento Médico, del área de Seguridad y Salud en el Trabajo, y de la Dirección Universitaria de Personal para evitar riesgos de contagio en el campus. Recordemos que un 16 de marzo despertamos con la noticia de una cuarentena total ad portas de iniciar el ciclo 2020-1. Como en aquel entonces lo virtual era una tendencia, la Universidad ya había adquirido la plataforma Blackboard para reforzar la internacionalización de las clases y de la investigación. La fatal aparición de la pandemia hizo que el uso de la plataforma se extendiera, pues solo era posible la educación virtual para continuar con nuestra oferta académica. De esta manera, en un mes, se terminó de capacitar a todos los docentes en el uso del Blackboard y se inició un programa de talleres, que hasta hoy continúa, sobre nuevas metodologías de enseñanza. De igual manera, adquirimos software para la conexión remota de los alumnos, prestamos más de 500 laptops y 200 módems, realizamos un descuento del 10 % en el valor crédito —que se mantendrá mientras vivamos en un estado de emergencia—, atendimos becas por más del 60 % de descuento en algunos casos, activamos el sistema de trabajo remoto y nos concentramos en enfrentar la emergencia como la comunidad sólida, empática y solidaria que somos. La realidad no nos dio mucho tiempo para adaptarnos, pero lo hicimos. Fue un reto que confirmó que nuestros valores están vigentes en cada uno de los miembros Ulima y logramos salir adelante como un sólido equipo integrado por docentes, alumnos y personal administrativo. Desde entonces, en nuestro afán de cumplir las normas, continuamos el diálogo con el Ministerio de Educación (Minedu), el Ministerio de Salud (Minsa) y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Está pendiente la publicación en el diario oficial El Peruano del reglamento que precise las condiciones del retorno y evaluamos cada día la evolución de las variantes del virus. Además, estamos atentos a las disposiciones del gobierno y al día con el protocolo de seguridad vigente que considera ventilación, limpieza, aforo, prevención de contagios y atención médica. Hace poco se ha indicado que ya no es necesario el uso de protectores faciales, solo de mascarilla KN95. Asimismo, en un momento se indicó que la distancia social debía ser de 2 metros, luego se dijo que era 1,80 y ahora se menciona 1,50 metros, lo cual determinará las decisiones a tomar respecto al aforo de los ambientes. Otro tema muy importante es que la norma precise la exigencia de la doble vacunación para el ingreso de los alumnos al campus. Espero que el reglamento que publique el gobierno aclare estas incertidumbres.
Como usted comenta, el 16 de marzo nos adaptamos de manera inmediata a un sistema de educación virtual. Ahora debemos adaptarnos a un modelo de educación híbrido. ¿Cómo ha asumido esto la Universidad?
Así como pasar a la educación remota implicó una inversión para trasladar todo a lo online, ahora la inversión está en adaptar los salones al modelo del aula híbrida. Esto requiere de un alto presupuesto, ya que consiste en la adquisición de cámaras especiales, pantallas y proyectores para que el profesor pueda interactuar tanto con los alumnos presentes como con los que están conectados de manera virtual. Este equipamiento consistirá en cámaras y micrófonos con IA que permiten hacer un enfoque y seguimiento al docente mientras se desplaza o escribe en la pizarra. Asimismo, puntualicemos que la enseñanza híbrida requiere de una escrupulosa capacitación del docente. Esta ya comenzó y continuará durante todo el 2022.
¿Cómo se realizarán las clases híbridas?
El modelo semipresencial Ulima es un modelo seguro, gradual y flexible. Es seguro porque cuenta con todos los protocolos de bioseguridad dentro y fuera de las aulas. Gradual, porque será constantemente evaluado para ampliar las actividades presenciales, si las condiciones y normas gubernamentales lo permiten. Y flexible, porque se adecuará a las circunstancias que se presenten. Algunas carreras, de acuerdo con la naturaleza de sus asignaturas, podrían requerir una frecuencia adicional de presencialidad. El detalle de este modelo híbrido se informará en su oportunidad, antes del inicio del ciclo 2022-1.
¿Retornarán las graduaciones presenciales?
Esperamos que así sea. Después de dos años de ausencia, el campus será escenario de uno de los momentos más especiales de todo alumno: su graduación. Se respetará el protocolo de bioseguridad que indica el Minsa y los detalles de la ceremonia se darán a conocer oportunamente a los graduandos y a sus familias. Estoy seguro de que todos comprenderán que el modelo de ceremonia no será el mismo al de la prepandemia, porque ahora lo principal es cuidar la salud. Ojalá que las nuevas variantes no alteren estos planes.
¿Todas las áreas de la Universidad volverán a funcionar de manera presencial?
Esa es la intención, pero depende del control de la pandemia. Las áreas de atención al público externo e interno, tales como Biblioteca, Atención al Postulante y Centro Cultural, entre otros, aplicarán el protocolo de bioseguridad que autorice el gobierno.
¿También los talleres deportivos y artísticos?
Así es. Durante el cierre del campus, se han dictado los talleres de manera virtual. Luego, se permitió el ingreso de las selecciones deportivas para su entrenamiento en Mayorazgo, pero a partir del ciclo 2022-2 se atenderá a la comunidad Ulima previa cita y según el protocolo de bioseguridad definido para cada área.
¿Se retomarán los programas de intercambio estudiantil?
La Dirección de Cooperación Externa e Internacionalización, en coordinación con sus pares del Consorcio de Universidades, tiene un protocolo que deberán cumplir los alumnos para realizar el programa de intercambio. Por ejemplo, por la nueva variante ómicron, varios países han cerrado sus fronteras. Vamos a estar atentos a su evolución y deseamos que no se altere otra vez el proceso de intercambio el próximo año.
Finalmente, ¿encontraremos el mismo campus que dejamos en marzo de 2020?
No. El campus no es el mismo y nosotros tampoco. A nivel personal, emocional, esta pandemia nos ha golpeado como comunidad Ulima, pero estamos siempre abiertos a la escucha plena para apoyarnos unos a otros. Por otro lado, en cuanto se reactivó el sector de la construcción, retomamos el desarrollo del Plan Maestro. Encontraremos nueva señalética y un campus renovado con dos nuevos edificios: el Centro de Bienestar Universitario y el edificio de Innovación y Tecnología. En general, se encontrarán mejoras en aulas, laboratorios y talleres. No hemos dejado de trabajar en estos dos años porque la vida no se detiene y la Universidad tiene el compromiso de ser mejor cada día para el bienestar de sus integrantes. Hemos vivido muchas emociones intensas y todavía no termina la pandemia. Debemos cuidarnos mutuamente. Regresaremos con cautela y prudencia, pero con el entusiasmo que caracteriza a la Ulima.