El jueves 26 de enero, la Universidad de Lima, a través de su Centro de Sostenibilidad (RespondeUL), realizó una serie de actividades en el marco de las celebraciones por el Día Mundial de la Educación Ambiental.
Annia Vargas, jefa de Responsabilidad Ambiental de RespondeUL, indicó que, ante la crisis climática global existente, esto no es una opción sino una necesidad. Así, se requieren profesionales que sean agentes de cambio eficaces para la protección y restauración de nuestro planeta. En ese sentido, el modelo educativo, la misión y visión Ulima, política ambiental Ulima y el Sistema de Gestión Ambiental (SGA) de nuestra Universidad enfatizan la importancia de construir una cultura que asegure profesionales con una conciencia ambiental clara.
Señaló que estas acciones se alinean de forma fundamental con la misión de nuestro Centro de Sostenibilidad, ya que son la base sobre la que se construyen los diferentes proyectos que gestiona el mismo. Aseguró, además, que ningún proyecto estratégico puede ser efectivo si es que nuestra comunidad no está debidamente concientizada y comprometida con la protección ambiental.
La jornada por el Día Mundial de la Educación Ambiental se inició con la proyección de la película de Steven Soderbergh Erin Brockovich (2000), basada en la historia real de una activista ambiental que se enfrentó y ganó el caso contra una empresa de gas y electricidad que contaminaba el medio ambiente.
Los estudiantes pudieron participar en actividades que hizo RespondeUL, en las que se probó su nivel de conocimiento en cuidado del medio ambiente y se fomentó el reciclaje. Con estas actividades, la Universidad tiene como objetivo que nuestros alumnos posean un perfil profesional que enfatice no solo la responsabilidad social, sino también una conciencia ambiental. En ese sentido, Annia Vargas agregó:
“Nuestro rol como casa de estudios es asegurar que la conciencia ambiental sea, desde el principio de su carrera, parte del ‘ADN’ del estudiante Ulima. De esta manera, formaremos profesionales que puedan gestionar organizaciones que trabajen para el desarrollo sostenible. Tal como lo indica el modelo educativo, ‘no hay empresas sanas en sociedades enfermas o en un medio ambiente polucionado’. Es muy importante que nuestros alumnos no solo tengan conciencia ambiental, sino también que puedan llevarla a la acción en sus diferentes entornos”.
