Alfredo Estrada, director del Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima (Responde Ulima), participó en el conversatorio “Experiencias de economía circular en los países andinos”, en el que se expusieron y discutieron las mejoras que debe afrontar la Comunidad Andina en el futuro inmediato. El evento se llevó a cabo el 30 de junio y fue organizado por la Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN) y los ministerios de Ambiente de los países miembros de la CAN.
Además de reunir a especialistas en medioambiente para tratar los problemas más relevantes de este campo en la subregión, se contó con la presencia de funcionarios del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia; el Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia; el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, y el Ministerio del Ambiente de Perú.
El conversatorio estuvo dividido en tres paneles. El primero estuvo referido a experiencias en la implementación de estrategias, planes o políticas de economía circular, mientras que el segundo se refirió a experiencias de las pymes en la implementación de proyectos de economía circular.
Nuestro director participó en el tercer panel, orientado a la experiencia de la academia respecto al reto de la educación, la cultura y la investigación en materia de economía circular. Junto a nuestro docente, participaron Bart Van Hoof, director académico y profesor asociado de la Facultad de Administración de la Universidad de Los Andes, de Colombia; por parte de Ecuador, Melanie Valencia, candidata doctoral en Economía Circular Inclusiva por el KU Leuven (Bélgica); y Edith Gabriela Guisbert, docente e investigadora para el manejo antropogénico de suelos, del Instituto de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la Universidad Mayor de San Andrés, de Bolivia.
Estrada habló sobre cuál es el rol de la academia para fomentar la aplicación de la economía circular, y resaltó el reto de volver a las instituciones educativas una academia circular. Nuestro director señaló:
“La universidad debe convertirse en un agente de cambio, pero con un factor muy importante: establecer mecanismos de corto plazo para colocarle un rostro humano a las iniciativas y proyectos de responsabilidad ambiental que tiene el sector académico”
También se refirió a las estrategias que pueden plantearse desde nuestras instituciones de educación superior para propiciar un mayor acercamiento entre la academia y los negocios, haciendo énfasis en que el papel de la intrasostenibilidad es fundamental, además de la importancia de trabajar los aspectos metodológicos y los valorativos. Por ello, aseguró que urge una transformación docente para la innovación académica en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, a quienes consideró la fuente generadora de proyectos de impacto ambiental.