La Comisión Nacional sobre el Cambio Climático está integrada por diversos grupos públicos y privados representativos de la sociedad, los cuales coordinan diversas acciones que buscan mitigar los efectos del calentamiento global. El pasado 10 de septiembre se instaló el Grupo Impulsor de la Academia, formado por diversas instituciones académicas, entre ellas la Universidad de Lima.
“Los miembros de la Academia comparten un interés por desarrollar procesos de investigación, y sus aportes están centrados en la construcción de evidencia científica y opinión especializada en materia de cambio climático ante la CNCC”, explica el profesor Alfredo Estrada, director del Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima y representante Ulima ante el Grupo Impulsor. Esta Casa de Estudios, expresa el profesor Estrada, busca potenciar sus investigaciones en materia de cambio climático y sus espacios de diálogo y sinergia público-privada y academia-gobierno, en el marco de su compromiso con la investigación y las acciones para mitigar el cambio climático. Cabe mencionar que, como política de sostenibilidad, la Universidad promueve prácticas orientadas a la gestión ambiental, en términos del uso de recursos, gestión de residuos, reciclaje y economía circular. “El ser parte de este Grupo Impulsor nos ratifica en esta línea de pensamiento orientada a la sostenibilidad ambiental”, añade Estrada.
La instalación se realizó en una sesión virtual que empezó con las palabras del profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Andrés Lescano, director del Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud, Clima. Él recordó que, en mayo del 2020, el Ministerio del Ambiente (Minam) –a través de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación– convocó a diversas instituciones académicas de todas las regiones del país a participar en la conformación del Grupo Impulsor de la Academia. Refirió el docente sanmarquino:
“Ante este llamado, nos reunimos inicialmente 11 instituciones públicas y privadas para empezar a sentar las bases de este espacio de articulación, que busca contribuir a la toma de decisiones de la Comisión Nacional sobre el Cambio Climático. Es así que, a lo largo de nueve reuniones de trabajo, logró incorporar diversas instituciones académicas, que hoy suman alrededor de 40”.
A continuación, Carmen Mejía, directora de Información e Investigación Ambiental del Ministerio del Ambiente, se refirió al aporte de la investigación científica en la acción climática: “Es muy importante que la investigación ambiental genere evidencia científica que permita fortalecer la formulación de normas y políticas”.
Destacó que varias de las universidades presentes en la reunión forman parte del Observatorio de Investigación Ambiental, que acerca la investigación a las personas e instituciones que toman decisiones. En el Observatorio se consignan recomendaciones de políticas públicas con base en la investigación.
Por otra parte, Jéssica Huertas, representante de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente, ofreció alcances sobre el modelo de gobernanza que se plantea para la Comisión Nacional sobre Cambio Climático. Ella comentó:
“El tema del cambio climático apunta a enlazar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Ley Marco sobre Cambio Climático, del 2018, representa un hito, porque permite un proceso participativo importante, el cual se realizó de mayo a octubre del 2018 y en el que construimos un reglamento con más de 2.000 actores de la sociedad”.
El mencionado reglamento pasó a consulta previa y plasmó la voz de pueblos indígenas. Ese reglamento fue aprobado en diciembre de 2019.
Tomando ese ejemplo como modelo de trabajo, Huertas destacó la importancia de contar con la participación de la Academia para articular acciones con la Comisión Nacional sobre Cambio Climático.
A su turno, Juan Ramón Panduro, jefe de la Oficina de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, destacó el compromiso asumido por la Academia en la promoción de la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica. Todo ello para favorecer la transferencia de la gestión del conocimiento científico para la generación de políticas públicas:
“Podemos contribuir con la difusión de evidencia científica para la toma de decisiones en materia de cambio climático. Es importante destacar la participación de la comunidad universitaria organizada en la cultura de prevención y en la acción por el clima desde una perspectiva de proyección a la comunidad, lo que podemos identificar como la responsabilidad social universitaria”.
En este sentido, señaló la necesidad de hacerle frente al cambio climático con un trabajo interinstitucional y sinérgico entre la Academia, el Estado y todos los actores de nuestra sociedad.
Seguidamente, Cristina Rodríguez, directora de Adaptación al Cambio Climático y Desertificación, destacó la participación de la comunidad académica en el desarrollo de procesos de investigación para la construcción de evidencia científica y opinión especializada en materia de cambio climático:
“La presencia de la Academia marca un hito en la gobernanza climática de nuestro país. La investigación es un engranaje fundamental de la acción climática y desde el Minam queremos afirmar nuestro compromiso para establecer diferentes espacios que faciliten las acciones climáticas”.
Por otro lado, la doctora Flor Rodríguez García, docente de la Universidad Nacional Agraria La Molina, leyó el acta de instalación de la Academia en el Grupo Impulsor. Manifestó su entusiasmo por ser parte de este grupo, con todos los desafíos que ello implica.
El comentario de cierre llegó por parte de Iris Aliaga Villafuerte, profesora de la Universidad Nacional San Agustín, quien señaló que la investigación es un eje fundamental en la elaboración de propuestas con enfoques científicos, técnicos y especializados en materia de cambio climático: “Este grupo está compuesto por cuarenta instituciones, pero se espera seguir convocando a más organizaciones para seguir fomentando la investigación en la acción climática”, finalizó.