Ante los problemas ambientales que aquejan al planeta y a nuestro país en particular, la Universidad de Lima ha decidido crear el área de Responsabilidad Ambiental, como parte del Centro de Sostenibilidad.
La ingeniera ambiental y docente Ulima Annia Vargas es la jefa a cargo de esta área. Ella cuenta con una maestría en Ingeniería Ambiental por la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, y tiene experiencia de trabajo tanto en el sector público como en el privado, en pesca y acuicultura. Ha asumido el compromiso de involucrar a toda la comunidad universitaria para tener un campus sostenible.
¿Por qué decidió la Universidad de Lima crear esta nueva área de Responsabilidad Ambiental?
La Universidad de Lima considera que la vinculación de la academia con el desarrollo y continuidad del planeta es clave. En ese sentido, el desarrollo sostenible, como concepto, supone el desarrollo social, ambiental y de las empresas. El área de Responsabilidad Ambiental tiene como finalidad implementar la política de sostenibilidad y ambiental de la Universidad, a fin de desplegar acciones y estrategias que comprometan a toda la comunidad Ulima para tener un campus sostenible.
¿Qué actividades lleva a cabo esta área?
Actualmente venimos ejecutando una serie de proyectos enmarcados en la línea temática de un campus sostenible, por ejemplo, la primera medición de huella de carbono de la Universidad y un plan de gestión integral de residuos sólidos y reducción del consumo del plástico. Debido a la situación actual, comenzaremos con una campaña en redes sociales enfocada en sensibilizar a la comunidad Ulima sobre el impacto ambiental que tienen nuestras acciones en el planeta, además de enseñar prácticas ambientales positivas en nuestras casas. Asimismo, en conjunto con la Dirección de Planificación y Acreditación ⎯y en el marco del proyecto QualEnv del programa de la Unión Europea Erasmus Change The Climate⎯, estamos implementando el Sistema de Gestión Ambiental (SGA) basado en la norma ISO 14001. Como Centro de Sostenibilidad (CS), estamos realizando un análisis de materialidad que servirá como insumo para la elaboración del reporte de sostenibilidad. Esto tiene una relación directa con la responsabilidad ambiental de la Universidad de Lima, con su campus y su comunidad. Por último, dentro de la línea Nueva Empresa, en el marco del propósito de marca de la Universidad de Lima, estamos iniciando la planificación del programa Pymes Verdes, que tiene como objetivo capacitar a pequeñas y microempresas en prácticas ambientales, contando con la participación de actores sociales de la comunidad y de los propios estudiantes de la Universidad de Lima a través de los círculos de estudios.
¿Qué avances se han podido lograr en la medición de la huella de carbono Ulima y qué expectativas hay al respecto?
La medición se encuentra bien avanzada, gracias al apoyo de las diferentes áreas de la Universidad. Lanzamos una encuesta que busca recopilar información sobre las emisiones generadas por el transporte de nuestras casas a la Universidad. Actualmente estamos concluyendo la etapa de recopilación de información y avanzando con el procesamiento. Luego podremos calcular la huella total, es decir, la cantidad de toneladas de dióxido de carbono equivalente para los años 2019 y 2020 que generaron nuestras actividades en dichos años. A partir de este cálculo, identificaremos nuestros hotspots, es decir, nuestras principales fuentes de generación de gases de efecto invernadero, y diseñaremos un plan para reducir progresivamente nuestra huella.
¿Qué otros retos se ha trazado para el mediano y largo plazo?
A mediano plazo, un reto importante es generar una conciencia ambiental en nuestra comunidad y contribuir a cambiar hábitos que puedan tener un efecto significativo en la gestión ambiental de nuestro campus. Asimismo, el CS ⎯a través del área de Responsabilidad Ambiental⎯ lidera la conducción estratégica del SGA de la Universidad de Lima. Algunos retos a largo plazo son tener un campus carbono neutral, valorizar el 100 % de nuestros residuos sólidos y reusar gran parte de nuestros efluentes para el riego de nuestras áreas verdes, así como en otras actividades.
¿Qué objetivos tiene como parte de la estrategia de sostenibilidad?
Uno de nuestros principales objetivos es desarrollar las sinergias internas para lograr una gestión sostenible del campus. En esta línea, estamos sentando las bases para tener una correcta medición de los aspectos ambientales, es decir, para tener un conocimiento adecuado de cuántos residuos producimos, cuál es nuestro consumo energético y la cantidad de nuestras emisiones. A partir de estos datos, debemos establecer indicadores y metas de mediano y largo plazo que fortalezcan la sostenibilidad ambiental de la Universidad de Lima. En las otras líneas, tenemos el objetivo de producir un reporte de sostenibilidad acorde con nuestras actividades, que sirva como una herramienta de gestión y nos permita identificar en qué áreas debemos trabajar más para atender las necesidades de nuestros grupos de interés.
¿Qué participación tendrán los alumnos, egresados, docentes y personal administrativo en las actividades de esta nueva área de Responsabilidad Ambiental?
Ellos son parte de nuestra comunidad y, por ende, tienen una participación directa en todas nuestras actividades. Asimismo, en el informe de materialidad involucramos directamente a los docentes a través de talleres, y a los alumnos, egresados, y personal administrativo mediante encuestas, pues son nuestros principales grupos de interés. Finalmente, alumnos, egresados, docentes y administrativos cumplen un rol importante para implementar estrategias de prevención y mitigación que se deriven tanto del análisis de materialidad como del análisis de la huella de carbono.
Además de usted, ¿quiénes forman parte del área?
El profesor Ricardo Agama, la ingeniera Carolina Huerta y la practicante Geraldine Sáenz, estudiante de la Carrera de Ingeniería Industrial. Cualquier comunicación con el área pueden hacerla a través del correo sostenibilidad@ulima.edu.pe.
¿Qué metas pueden lograr las universidades en materia ambiental y cómo podrían trabajar proyectos de manera conjunta con empresas privadas y con el Estado?
Las universidades pueden conseguir muchas cosas, pero uno de nuestros principales retos es lograr la concientización de nuestra comunidad, es decir, formar no solo a nuestros alumnos, sino a nuestros docentes y colaboradores en materia ambiental. A partir de esta formación, surgen una serie de proyectos a nivel práctico o de investigación. Con relación a esto último, urge que la academia desarrolle investigaciones de impacto sobre la responsabilidad y acción ambiental. Un enfoque de trabajo interdisciplinario para la acción climática es clave para obtener resultados exitosos. Algunos ejemplos de nuestra participación con otros actores son el Comité Técnico de Economía Circular que lidera el Instituto Nacional de Calidad (Inacal), en el cual estamos a cargo de la secretaría técnica; además, somos parte del Grupo Impulsor de Acción Climática de la Academia del Ministerio del Ambiente.
¿Cómo se encuentra con sus nuevas labores en Responsabilidad Ambiental?
Me siento muy entusiasmada. Hay proyectos muy interesantes que involucran distintas áreas de la Universidad y he podido constatar que nuestra comunidad es muy colaboradora y que existe una preocupación sobre nuestro impacto ambiental, así como una disposición para empezar a actuar. Esto lo veo no solo en mi trabajo en el CS, sino también en mis clases. Los estudiantes pertenecen a una generación más informada y con mayor conciencia ambiental, lo que es muy positivo.
