Promover el desarrollo de empresas BIC (beneficio e interés colectivo), es decir, aquellas que buscan equilibrar el propósito social y las ganancias, es lo que trataron exponentes internacionales en el encuentro regional “Ecosistema BIC: logros y desafíos”, como parte de la “Semana BIC: ecosistema de impacto”, que realizó, el 16 y el 17 de noviembre, el Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima (Responde Ulima) y Sistema B.
El evento, realizado en el Aula Magna O4, reunió a ponentes regionales, quienes señalaron qué significa una empresa con propósito y expusieron cómo se encuentra esta iniciativa en Iberoamérica.
Juan Diego Mujica, impulsor de la ley BIC en el Perú, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, actualmente coordinador académico para SEGIB/PNUD/IDRC, señaló en su ponencia “El cuarto sector como nuevo modelo de gestión empresarial”, que este difiere de los tres primeros –sector privado (empresas con fines de lucro), sector público (gobiernos) y ONG (organizaciones sin fines de lucro) porque se refiere a las empresas que, buscando rentabilidad y repartiendo utilidades a sus socios, otorgan la misma importancia a solucionar problemas públicos sociales y ambientales desde la actividad privada.
El expositor dijo que, según el estudio “Las empresas con propósito y el auge del cuarto sector en Iberoamérica (2019)”, realizado por la Secretaría General Iberoamericana e IE University, existen en esta región 170.000 empresas con propósito, que emplean más de 10 millones de personas y generan el seis por ciento de su PBI regional.
Por su parte, Marcel Fukayama, líder de política pública de Sistema B, estuvo a cargo de la ponencia “Mirada regional y global de la Ley BIC”, en la que refirió que, en 1820, el 95 por ciento de la población mundial vivía en la pobreza, y que, desde 1980, más de mil millones de personas salieron de la línea de la pobreza. Sin embargo, a pesar de la evolución mundial, la desigualdad ha crecido. Por eso, Fukayama aseguró que una empresa, en el siglo XXI, debe tener tres elementos que la califiquen: un propósito de impacto positivo, responsabilidad fiduciaria vinculada y compromiso con la transparencia. Agregó que las llamadas “empresas B” obtienen mejoras en la gestión y gobernanza, posicionamiento, y son parte de una comunidad global.
Alfonso Accinelli, de la Dirección de Innovación del Ministerio de la Producción, se encargó de la exposición “Contexto de la Ley BIC peruana”. El expositor resaltó la importancia de la Ley BIC; dijo que se trata de una propuesta innovadora que trasciende el interés del retorno económico y que se alinea con los ODS para generar un bienestar social y ambiental.
Finalmente, Ivana Calcagno, socia fundadora de YouHub Uruguay, cerró la jornada con su ponencia “La transición a una nueva economía: la innovación y los desafíos”. En ella apuntó que el rol del sector privado en la solución de desafíos globales es generar beneficios económicos, sociales y ambientales. Estas nuevas organizaciones híbridas, que combinan el interés privado (incrementar el valor y el bienestar) y el público (bien común), se encuentran en la búsqueda de un propósito y de generar este triple resultado.