Además de producir cambios positivos en el negocio y en la sociedad, la sostenibilidad genera valores que marcan la diferencia y refuerzan la competitividad de una propuesta en el mercado, lo que contribuye a su continuidad y rentabilidad. Ideas y reflexiones similares fueron abordadas en el último conversatorio de la Semana BIC (beneficio e interés colectivo): Ecosistema de Impacto, organizada el 16 y el 17 de noviembre por el Centro de Sostenibilidad (Responde Ulima) de la Universidad de Lima y Sistema B, entidad que promueve la construcción de un nuevo modelo económico para empresas que equilibren el propósito y las ganancias.
Realizada en el Aula Magna O4, la charla fue moderada por Mariale Soto, representante de Sistema B. En el conversatorio participaron Juan Carlos Sznak, CEO y cofundador de Hösėg; Alfonso Zúñiga, CEO y cofundador de Dyfferent; y Claudia Pereyra, CEO de Modo Sostenible.
Hösėg es una marca de ropa colaborativa que trabaja con dos modelos de negocio: Buy One Give One y Buy One Plant One. Así, por la compra de una casaca o chaleco, se abriga a un niño altoandino, y por la compra de un polo, camisa o accesorio, se planta un cedro andino en el distrito de Omacha, en Cusco, gracias a una alianza con la ONG Pachamama Raymi.
En la misma línea, Dyfferent es una marca de snacks saludables que busca transformar la alimentación de las personas; y Modo Sostenible brinda servicios de coaching y consultoría que inculcan competencias que permiten alinear la estrategia y la continuidad del negocio con el desarrollo sostenible.
Los participantes remarcaron la trascendencia de que una empresa encuentre su propósito para generar impactos ambientales, sociales y económicos, sobre todo si se toma en cuenta que la sostenibilidad es clave en el futuro. Al respecto, Claudia Pereyra aseveró que “sin planeta, no hay negocios” y que “ser sostenible sí es rentable”. En tanto, Juan Carlos Sznak subrayó la diferencia entre el valor de una propuesta y el precio, además de resaltar la importancia de pensar a largo plazo. Por su parte, Alfonso Zúñiga destacó la relevancia de una comunicación adecuada para difundir los valores y los beneficios de un producto con propósito.
El cierre del evento estuvo a cargo de Mariella del Barco, jefa de Responsabilidad Corporativa del Centro de Sostenibilidad Ulima. Ella señaló:
“Si estamos aquí es porque apostamos por un sistema para hacer las cosas mejor. Eso es tomar realmente conciencia de para qué hago este proceso que va a impactar. Este no es un tema a corto plazo. Hay que mirar a largo plazo. La rentabilidad no solo es monetaria. Es algo más: es estar convencidos de que esa es la manera correcta de los negocios de hoy para hacer las cosas”.
La Semana BIC concluye este 18 de noviembre con una visita a dos empresas: Dyfferent y Centro Logístico de Megacentro, ambas ubicadas en Lurín.