Apoyo psicológico de mujeres para mujeres

Auténtica Tribu es una plataforma de terapia en línea hecha por mujeres y dirigida a mujeres. La idea original de este proyecto fue desarrollada por la administradora Ulima Jazmín Infante, se llamaba MindUp y ganó el Concurso Primer Paso de la Universidad de Lima en el 2020. La acompaña en esta aventura Daniela del Carpio, psicóloga por esta Casa de Estudios. Ambas perfilaron la idea que ahora es una realidad y tiene ya más de mil sesiones brindadas en su web.

Ustedes iniciaron su plataforma de terapia en línea poco antes de la pandemia, ¿cómo cambió la demanda cuando esta se inició?

Jazmín: Es curioso, pero antes de la pandemia la gente decía que esto de las consultas virtuales era un tema del futuro, sin embargo, de un día para el otro, ese futuro se convirtió en el presente. Tuvimos lista la plataforma unos meses antes de que comenzara la pandemia, era MindUp en ese momento. Estaba bien, pero fue con la pandemia que la gente vio que la terapia virtual funcionaba de la misma manera que la presencial. En el camino, le cambiamos el nombre a la plataforma, actualmente se llama Auténtica Tribu y nos hemos enfocado en un público específico, ahora es una comunidad de mujeres.

¿Cuántas psicólogas son en la plataforma?

Daniela: Somos trece. Y cada psicóloga tiene un rol.

¿Qué roles cumplen ustedes?

Daniela: Ambas brindamos terapia, pero, además, Jazmín ve la parte administrativa y yo me encargo de la parte de comunicación y marketing, del manejo de redes sociales, con ayuda de nuestra asistente.

Jazmín: Yo soy administradora por la Universidad de Lima y, además, soy psicóloga.

¿Cómo funciona la plataforma?

Jazmín: La plataforma permite hacer match con tu mejor opción de psicóloga. La persona interesada se registra y completa una encuesta sobre las dificultades que desea trabajar y sobre sus preferencias, pasatiempos, gustos y las preferencias que tendría en cuanto a su psicóloga. A la par, cuando la psicóloga se registra, llena un cuestionario. Entonces, el algoritmo de la plataforma hace un match. Las psicólogas son jóvenes y cada una tiene un estilo diferente, unas usan el arte como herramienta dentro de su terapia, hay otra especializada en temas de fertilidad, hay perfiles diferentes.

¿De qué edades son las psicólogas y las pacientes?

Daniela: Las psicólogas son egresadas jóvenes y las mujeres a quienes atendemos tienen de 18 a 35 años, más o menos. Tienen que ser mayores de edad para registrarse.

¿Qué tal les está yendo?

Jazmín: Muy bien. Estamos creciendo orgánicamente desde el primer día. Nos han comentado que nuestra web es muy amigable y muy fácil de entender. A través de la misma plataforma se realizan las sesiones, no es necesario dirigirse a otra plataforma, lo cual es importante para mantener la privacidad.

Daniela: Exacto, todo el servicio está centralizado en la web. Desde que haces match, conoces a tu psicóloga, puedes leer su perfil, ver su foto, agendar las sesiones, pedir reprogramaciones, contactarte con ella por el chat, etcétera. Aunque se trata de una plataforma virtual, queremos que haya contacto humano, a través de la plataforma, videollamadas, correos. Todo eso está integrado en el mismo sistema, tú solo ingresas a tu perfil y tienes todo a la mano. Es práctico tener todo en el mismo sitio. Además, estamos muy orgullosas de que se haya podido realizar todo lo que teníamos en mente y de haber formado una comunidad. Luego queremos tener, además de la terapia individual, espacios grupales donde puedan reunirse mujeres para apoyarse unas a otras. También quisiéramos llegar a la población LGBT+.

¿Llevan un registro de los tipos de consultas que les hacen?

Daniela: Eso tiene varios matices, pero ansiedad y depresión son lo más común.

¿Eso es por la pandemia o siempre es así?

Daniela: Estos siempre han sido los temas de salud mental más tratados y más prevalentes en la población. Particularmente, en esta etapa he atendido más casos de ansiedad, y no solamente más casos, sino expresiones más intensas de ansiedad y también de desmotivación y depresión. Se han exacerbado los problemas que ya estaban ahí y también se ve más disfuncionalidad. Mucha más dificultad también para reintegrarse a las labores después de tanto tiempo de aislamiento, de haber estado en casa, protegidos y, de pronto, tener la necesidad de salir al mundo. Volver al contacto físico después de haber vivido encerrados y habiendo sufrido alguna pérdida, definitivamente intensifica los problemas.

¿Qué consecuencias creen que habrá luego de la pandemia?

Daniela: Mucha ansiedad social, habilidades sociales perdidas, miedo de pensar que algo va a pasar. Tuvimos que aprender que la casa era un lugar seguro y ahora, de pronto, hay que salir. La mente no se acostumbra a ese tipo de situaciones después de tanto tiempo de encierro. He visto traumas en personas que han vivido casos de la COVID-19 en casa, hay mucha culpa por pensar que un contagio no se habría producido si las cosas se hubieran hecho de una manera diferente. Mucha gente ha revivido esos recuerdos en la tercera ola.

Jazmín: Coincido totalmente con Daniela. Sin embargo, podemos rescatar algo positivo de la pandemia, y es que ahora la gente habla más de salud mental como parte de la salud integral. Ya no nos pueden decir, simplemente: “Ponte la vacuna y usa mascarilla”, porque hay muchas otras cosas que se deben hacer para estar saludables, y dentro de esas cosas está la salud mental.

¿Cómo fue el proceso de postulación al Concurso Primer Paso?

Jazmín: Eso fue en el 2020. Me inscribí en el taller que da el Centro de Emprendimiento de la Ulima, en donde tratamos temas de innovación y creatividad, entre otros. Yo quería ver todo lo relacionado con la plataforma de terapia psicológica online y si la marca se adecuaba a lo que estábamos viviendo en ese momento. Fue algo nuevo para mí, muy interesante. En el taller se comentó del Concurso y decidí participar. Continué con la asesoría, que me ayudó mucho. La preparación para el Concurso fue compleja, porque tuve que abarcar todas las áreas, desde finanzas y otros temas. Luego hice el pitch y quedamos finalistas. En ese momento todavía no trabajaba con Daniela.

¿Cómo manejan sus redes sociales?

Daniela: Nos escriben, incluso interactúan con el contenido que generamos. Buscamos que las historias sean bastante atractivas, y lo lindo es, también, cuando ingresan solo para curiosear quién sería su match ideal de psicóloga. De repente necesitan contacto humano, que no queremos perder por ser una plataforma virtual, así que les preguntamos si tienen alguna duda respecto a la psicóloga, los horarios o cómo usar la plataforma. Queremos que la experiencia sea lo más amigable posible.

Jazmín: Es muy interesante poder generar conciencia en las redes sobre temas de mujeres. El año pasado, en el Día de la Madre, generamos un contenido sobre qué sucede con las que no tienen a su mamá presente, las que quieren ser mamás, pero no pueden tener hijos, y este día te lo recuerda especialmente. Tratamos de ir en contra de la corriente para no desatender a nadie.

¿Por qué medio se contactan más las personas?

Daniela: Creo que es por Instagram. Pero donde vemos la intención de acceder a los servicios es por la plataforma.

Aparte, ¿ustedes trabajan en otro sitio?

Jazmín: Ambas atendemos en consultorio particular y damos atenciones por nuestra plataforma, además de manejar todo lo relacionado a esta.

¿Qué les pareció estudiar sus carreras en la Universidad de Lima?

Jazmín: A mí me encantó estar en la Universidad. Fue una linda etapa. Aprecio el nivel de tecnología y de infraestructura que tiene la Ulima. Recuerdo que participé en el grupo de debate con el Modelo de Naciones Unidas. Fui a la Universidad de Harvard con un grupo de estudiantes representando a la Universidad de Lima y al Perú. Una excelente experiencia.

Daniela: Me fue bien. Al principio quería optar por recursos humanos, pero durante los estudios pude ver muchas cosas y terminé en la especialidad de clínica. Lo bueno es que Psicología en la Universidad de Lima tiene una malla curricular bastante completa con respecto a las ramas de la profesión, lo que me permitió ver de todo un poco, incluso educacional, y seleccioné cursos electivos para decidir hacia dónde quería ir. Siempre trabajé mientras estudiaba, simplemente cruzaba la Avenida Javier Prado y me iba a dictar clases en las academias que hay al frente. Me pareció excelente poder aplicar cosas que aprendía acerca del contacto humano y la mente humana al momento de enseñar a jóvenes e, inclusive, prepararlos para ingresar a la Universidad de Lima.