Poolfarm es un emprendimiento de innovación tecnológica que busca aumentar la productividad de la acuicultura en especies nativas amazónicas, a través de la automatización y el uso de la información. Sus impulsores son tres estudiantes de la Universidad de Lima: Sebastián de la Torre Ugarte, de Comunicación; Adrián Lino, de Ingeniería de Sistemas; y Luis Fernando Rosales, de Ingeniería Industrial. También integran el equipo dos egresados de la Universidad Nacional Agraria La Molina: César Gastello, ingeniero pesquero, y Rodolfo Villalobos, ingeniero agrónomo.
Este proyecto ganó el segundo puesto del Concurso Primer Paso 2020, en la categoría de alumnos. La idea de este equipo de trabajo es generar un efecto positivo en los acuicultores y sus familias, con un impacto ambiental controlado.
¿Cuál es el origen de su idea de negocio?
Sebastián: La idea de este emprendimiento surgió el año pasado, cuando fui con un amigo a la playa Punta Mero, en el norte. Ahí pudimos ver grandes langostineras y nos planteamos la idea de vender langostinos, ya que nos habíamos quedado sin dinero durante el viaje. Finalmente, no tuvimos la necesidad de hacerlo, pero al volver a Lima le comenté esa experiencia a Rodolfo Villalobos, un amigo de Costa Rica que vivía conmigo en una pensión de estudiantes y que precisamente en ese momento se encontraba estudiando la Maestría en Ingeniería Acuícola en la Universidad Nacional Agraria La Molina. A partir de ahí, fuimos reuniendo a los miembros de este equipo, en el que todos resultaron ingenieros, menos yo. Cada uno, desde su área de conocimiento, ha contribuido al proyecto.
Adrián: El grupo terminó de formarse una semana antes de que se convocara el Concurso Primer Paso. Postulamos en la categoría de alumnos y quedamos en segundo puesto. Recibimos un premio económico y hemos entrado al proceso de incubación. Tendremos a nuestra disposición consultorías, asesorías y todo el apoyo de la Universidad de Lima para llevar a cabo este ambicioso proyecto.
¿De qué se trata exactamente su idea de negocio?
Sebastián: Se trata de un sistema de software y hardware que automatiza la producción acuícola, regulando las condiciones de cultivo para que la producción sea óptima.
Adrián: Vamos a desarrollar un complejo de sensores que, en términos prácticos, medirá los diversos parámetros del ambiente de una piscigranja. Luego, mediante el uso de inteligencia artificial y estadística, procesamos la información para mejorar las condiciones de los acuicultores. Lo que vemos en la práctica es que son personas muy empíricas, no manejan la tecnología; de manera que es complicado para ellos saber exactamente cuándo tienen que tomar acción en la piscina. Por dar un ejemplo, les dan de comer a cierta hora del día, pero no saben si esa es, precisamente, la hora a la que los peces tienen hambre o si en ese día en específico requieren más o menos alimento. Nuestro plan es venderles una membresía que incluya la implementación del hardware, para que tengan acceso a todo este sistema a través de una aplicación. El beneficio para ellos es el gran acceso a la información capturada por distintos productores. Esto se complementa perfectamente con su experiencia empírica.
¿Han tenido oportunidad de conversar con los acuicultores para saber si estarían interesados en este servicio, si ellos notan que este sistema les puede beneficiar?
Adrián: Hemos tenido la oportunidad de hablar con productores agropecuarios, que nos indicaron que un producto de esta índole sería bastante útil en su producción. De igual forma, nuestro compañero del equipo César, ingeniero pesquero, nos ha comentado que la acuicultura en la Amazonía es muy informal y que hay poco conocimiento técnico, por lo que existe la necesidad de contar con esta tecnología. Existen competidores extranjeros, sin embargo, estos no contemplan el manejo masivo de la información ni la realidad de la selva peruana. Por eso hemos decidido realizar nuestro propio sistema ajustado a la realidad amazónica.
¿De qué manera van a llegar a los acuicultores para venderles su producto?
Sebastián: Hemos planeado diversas estrategias comerciales, en las que se considera el desarrollo de talleres con la comunidad. Además, las municipalidades habilitan cochas comunales en diferentes distritos para promover el desarrollo de la acuicultura. Pensamos que ahí se podría implementar el sistema inicialmente de manera gratuita para fomentar la práctica y obtener grandes volúmenes de información, que finalmente alimentarían los modelos estadísticos.
¿En qué parte del proyecto están trabajando ahora?
Luis Fernando: Actualmente estamos por desarrollar un prototipo funcional, el cual sustente el funcionamiento de nuestro sistema. Debido a esto, lo que necesitamos son los componentes y la programación necesaria para el desarrollo del sistema. Lo bueno es que los componentes ya se encuentran en el mercado, pero tenemos que buscar los mejores proveedores y la mayor calidad posible. Con esto desarrollaríamos el prototipo para luego realizar una prueba piloto con nuestro público objetivo en la ciudad de San Martín. Ahí tenemos en el mapa a más de trescientas amypes [acuicultura de micro y pequeña empresa]. Tenemos claro que la acuicultura es una actividad económica que está creciendo rápidamente, mientras que la pesca se encuentra estancada. Por lo tanto, los acuicultores van a sentir la necesidad de ser más competitivos utilizando tecnología adecuada.
Adrián: Estamos buscando desarrollar nuestro prototipo a partir de diversas investigaciones, ya que esto no se ha hecho antes en el Perú. Una investigación se encargaría de respaldar el correcto funcionamiento de nuestro producto.
¿Será fácil de usar el dispositivo que van a desarrollar?
Luis Fernando: Nuestro sistema automatizado cuenta con una interfaz muy amigable e intuitiva. Les va a permitir ahorrar costos elevados en consultorías para subsanar alguna falta que tengan. Nuestros compañeros César y Rodolfo nos cuentan que una consultoría puede costar varios miles de soles, por lo que nuestro sistema resultaría mucho más atractivo para los productores. El sensor se encarga de captar la información, la cual es procesada por los modelos estadísticos y machine learning. Con base en esto, los actuadores se encargarán de mantener las mejores condiciones en la piscina. Por ejemplo, si la temperatura del agua está muy alta y queremos enfriarla, el sistema lo hará de manera automática.
¿La pandemia ha afectado el proyecto de alguna forma?
Sebastián: No, realmente. Somos cuatro peruanos y un costarricense, y la pandemia ha hecho que nos parezca muy normal reunirnos a través de una plataforma todos los domingos después de las diez de la noche.
Adrián: Aún no estamos en etapa de ventas, de manera que no hemos sentido ningún perjuicio económico. En principio, estamos centrados en buscar financiamiento por medio de concursos de emprendimiento o algún socio estratégico que desee invertir en un producto como este.
Luis Fernando: Yo diría que la única dificultad que tenemos es hacer el prototipo, porque necesitamos movernos para buscar los componentes necesarios. Debido a la pandemia, podría resultar un poco peligroso. Por otro lado, tenemos la ventaja de que somos un equipo que sabe aceptar las opiniones de los demás, nos hemos escuchado unos a otros con atención, no ha habido conflictos y, lo más importante: somos un equipo multidisciplinario.
¿Todos coinciden en que son un buen equipo de trabajo?
Sebastián: Sí, definitivamente. Algunos de nosotros no nos hemos visto físicamente, pero hemos trabajado muy bien de manera virtual. A Luis Fernando lo conozco solo por llamadas; a Adrián lo he visto en persona una sola vez; a Rodolfo no lo veo desde que se fue a Costa Rica en enero del año pasado, y con César es algo parecido. En el caso de Adrián y Luis Fernando, nunca han visto a César ni a Rodolfo.
Luis Fernando: Lo más importante es que la comunicación no ha fallado nunca.
¿Cuándo creen que el proyecto pueda estar funcionando?
Sebastián: Al ganar el concurso de la Universidad, un familiar me comentó que le interesaba la posibilidad de ingresar al universo acuícola, por lo que, de concretarse alguna oportunidad de negocio, el proyecto sería lanzado mucho antes de lo planeado.
Luis Fernando: Aparte, quisiera comentar que los tres miembros del equipo que somos de la Universidad de Lima planeamos hacer trabajos de investigación con base en este proyecto: Sebastián va a investigar sobre la interfaz de la aplicación; Adrián, sobre el desarrollo del producto, y el complejo de sensores y actuadores; y yo, sobre los procesos productivo y logístico.
¿Qué valoran de la Universidad de Lima?
Sebastián: Valoro mucho la disposición de los profesores durante todo el Concurso Primer Paso. A mí me han asesorado unos diez profesores y todos con mucha disposición, todos contestaron mis correos.
Adrián: En efecto, yo valoro bastante la vocación de servicio de los profesores; ellos buscan ayudar y quieren ver a los alumnos sobresaliendo y logrando sus objetivos.
Luis Fernando: Lo que más valoro es la red de contactos, el hecho de poder conocer gente tan ambiciosa. También aprecio mucho el apoyo de los profesores, ha sido invaluable. Y en adelante, esperamos que nuestro proyecto tenga bastante éxito en el mercado, que pueda solucionar diversos problemas y eliminar la brecha tecnológica que existe en la selva peruana.