El vanguardismo poético peruano fue expresión de las clases medias emergentes a partir de los años veinte del siglo pasado y bebió de las fuentes de la vanguardia literaria francesa. No obstante, mantuvo su independencia, en cuanto a los recursos estilísticos y visión del mundo, respecto a las tendencias europeas. Trilce, de César Vallejo, y 5 metros de poemas, de Carlos Oquendo de Amat, constituyen un vivo testimonio de ello.