Construirse a sí mismo
Queridos bachilleres de la promoción 2019-2:
—Un día, querido Sócrates —le dice Fedro—, hablaba de estas mismas cosas con mi amigo Eupalinos:
“Fedro —me decía—, mientras más medito sobre mi arte, más lo practico; mientras más pienso y obro, más sufro y gozo como arquitecto; me siento más yo mismo con una voluptuosidad y una claridad siempre más ciertas. Me pierdo en mis largas esperas; me vuelvo a encontrar por las sorpresas que causo a mí mismo; y por medio de estas graduaciones sucesivas de mi silencio, progreso en mi propia edificación; y me acerco a una correspondencia tan exacta entre mis deseos y mis potencias, que me parece haber convertido la existencia que me fue dada en una especie de obra humana. A fuerza de construir —me dijo sonriendo—, acabo por creer que me he construido a mí mismo”.
—Construirse y conocerse a sí mismo, ¿son estos dos actos? —se pregunta Sócrates.
Paul Valéry, 'Eupalinos, o el arquitecto'
He empezado este discurso con ese ficticio diálogo entre Fedro y Sócrates, uno de los tantos diálogos que trae el libro Eupalinos, o el arquitecto, de Paul Valéry. Para construir algo nuevo será necesario construirse a sí mismo. Esa construcción la empezaron ustedes hace algún tiempo en la Carrera, donde hemos construido juntos apenas los cimientos. Ahora les tocará a ustedes llevar adelante la edificación.
Cuando eligieron la Carrera de Arquitectura, probablemente no pensaron que esta disciplina les cambiaría la vida. Llegaron a ella adolescentes, algunos con cierta inseguridad, otros, un poco más decididos; pero a medida que iban avanzando, seguro descubrieron que esta profesión, a diferencia de otras, es una forma de vivir. Me imagino también que si han continuado en ella es porque han aceptado esta forma de vivir y han aprendido a disfrutarla. Si lo siguen haciendo, seguro que llegarán lejos, y eso es lo que hace que muchos de nosotros, en el continuo pasar de los tiempos, nos mantengamos unidos a ella, porque gustamos de ella, tanto, que hemos decidido vivir con ella.
A pesar de que la vida está llena de vicisitudes, y que seguramente tendrán que actuar con pragmatismo la mayor parte de las veces, y que además muchas veces verán que la realidad se impone a sus sueños, jamás los pierdan de vista. Nunca dejen de soñar y piensen —como dice el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano— que la utopía está siempre allí, en el horizonte, y debemos caminar hacia ella siempre, y cuando demos dos pasos, la utopía se alejará dos pasos. Nunca dejemos de caminar hacia ella. Miremos el mundo como si fuera reciente como un nuevo Macondo, donde todo está por hacerse, y constrúyanlo. Háganlo con el mismo entusiasmo de nuestros antecesores, durante el Gótico, cuando construyeron las catedrales: no vieron en ellas un simple oficio de canteros, de tallar la piedra, ni una manera de ganarse la vida; sabían que cada una de esas piedras, por pequeña que fuera, construiría la catedral. Construyan la suya propia, que, como decía Le Corbusier, será una catedral blanca, porque será una catedral nueva.
Ahora construyan, constrúyanse y sean siempre felices.
Citar esta entrada de blog (APA, 7.a edición): Bonilla Di Tolla, E. (25 de mayo de 2021). Construirse a sí mismo. ARQUlima: Blog de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima. https://www.ulima.edu.pe/arquitectura/blog/construirse-a-si-mismo |
Nota
Discurso pronunciado el 15 de mayo de 2021 en la graduación de la promoción 2019-2 de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima.
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