Con más de dos décadas de experiencia en APOYO Consultoría, Susana Cama Lee ha transitado por diversas áreas profesionales, ha trabajado en proyectos locales e internacionales y en gestión interna de equipos y procesos, ha liderado iniciativas en talento humano, administración y, actualmente, en tecnología, como gerente de Tecnología de Información y Sistemas.
Su enfoque actual en la innovación refleja su capacidad para adaptarse y liderar cambios estratégicos. Ella es ingeniera industrial por la Universidad de Lima, y combina su carrera con el desarrollo de iniciativas enfocadas en equilibrar la vida profesional y personal. En esta entrevista, comparte los aprendizajes que han definido su trayectoria y su visión para impulsar la innovación.
¿Podrías comentar en qué áreas de APOYO Consultoría has trabajado?
Mi experiencia en APOYO Consultoría inició en el 2001. Desde entonces, he pasado por diferentes posiciones y responsabilidades de consultoría y en áreas de soporte estratégico interno de la firma. Desde hace un año, me desempeño como gerente de Tecnología de Información y Sistemas, además de ver los temas administrativos, aunque mi foco está en los proyectos de tecnología. Impulsamos temas relacionados con transformación digital e innovación, un nuevo enfoque con alto potencial para la empresa y un interesante reto profesional para mí.
¿Qué temas ves específicamente en innovación digital?
Trabajamos en la cultura organizacional, la formación o upskilling del equipo, ambos aspectos orientados a la innovación digital, así como la optimización de procesos de la empresa. En paralelo, seguimos fortaleciendo las herramientas y recursos tecnológicos necesarios. Mi objetivo es fortalecer las bases y construir una estrategia sostenible que permita a la empresa avanzar en el camino de la innovación, que es un reto significativo para cualquier organización.
¿Cómo empezaste a liderar estas iniciativas en tecnología?
Para mí, fue volver a mis inicios. Estudié Ingeniería Industrial, porque en ese momento no existían carreras afines a la Ingeniería de Sistemas, pero siempre tuve interés en la tecnología. Con este cambio, me he involucrado con el área de Tecnología de la Información (TI), que coincidió con la necesidad de APOYO Consultoría de impulsar más la aplicación de la tecnología para alcanzar sus objetivos empresariales y estratégicos. Apostaron por mí, gracias a mi experiencia en consultoría, mi conocimiento de la firma y la confianza en mi capacidad para impulsar este proceso, lo cual agradezco y asumo con responsabilidad y compromiso. Actualmente, hemos empezado con la aplicación de una nueva metodología, parte de la estrategia, y trabajamos en paralelo en proyectos quick wins con impacto relevante. Nuestro objetivo es lograr mejoras significativas y apoyar la innovación digital desde adentro. Nuestros clientes internos son exigentes, pues deben garantizar que los productos y servicios que ellos ofrecen también sean de alta calidad.
Anteriormente has sido gerente de Talento y también lideraste proyectos de consultoría en diversos temas, ¿cierto?
Sí, formé desde cero la actual área de Talento de la firma, donde se llevan a cabo los procesos de selección de personal, marca empleadora, evaluaciones de desempeño, capacitaciones diseñadas a la medida, así como de clima organizacional. Cuando recién ingresé, trabajé en proyectos de consultoría, en temas como organización, planeamiento, evaluación de proyectos y estrategias de acceso a telecomunicaciones en áreas rurales, entre otros. Tuve la oportunidad de asesorar al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo en países tan diversos como Tanzania, Georgia, Nicaragua, Guyana y otros. Fue una experiencia enriquecedora en el mundo de la consultoría. Entre los proyectos locales, recuerdo especialmente los de formalización de propiedad inmueble y el del incremento tarifario del agua, temas muy sensibles que requerían bases económicas sólidas. La mayoría del equipo estaba compuesto por economistas, y yo, como ingeniera industrial, además de aportar mis fortalezas en organización y gestión, tuve que aprender mucho sobre economía para coordinar y liderar los proyectos que eran mi responsabilidad.
¿Qué retos afrontaste al coordinar proyectos que requerían bases económicas sólidas y equipos con formación profesional distinta a la tuya?
Aunque no tenía formación de economista, contaba con la base académica para aprender o investigar lo que era necesario, además de criterio para supervisar y asegurar la calidad de los resultados, así como presentarlos y sustentarlos. Por supuesto, esto gracias al talentoso equipo a mi cargo y al permanente acompañamiento de mis jefes.
En un punto de mi vida profesional, tuve a mis dos hijos y necesité darle más tiempo a mi familia. El ritmo de la consultoría era muy intenso y en la firma me dieron la oportunidad de cambiar totalmente mi orientación profesional. Dejé los trabajos de consultoría dirigidos a los clientes y pasé a las áreas de Soporte Estratégico (back office). Ahí empecé a formar desde cero a la actual área de Talento (antes se llamaba Desarrollo), y pude aplicar mis conocimientos en gestión empresarial, algo que complementó las necesidades de la firma.
¿Cuál fue tu rol inicial en el área de Talento y cómo evolucionó?
Al principio, mi rol se enfocó en la gestión de los procesos de selección y retención de practicantes, para fomentar su permanencia y ser promovidos a posiciones perennes. Con el tiempo, nos encargamos de la selección para diversas posiciones, capacitaciones transversales, evaluaciones de desempeño y clima organizacional, así como actividades relacionadas con el bienestar del equipo. Este esfuerzo fue reconocido en varias ocasiones con premios como el de Great Place to Work. El área creció y la dejé con un equipo con tres analistas, un asistente y dos practicantes.
¿Cómo se amplió tu rol hacia la administración?
Con los años, hubo cambios en la empresa, se unieron las áreas de Talento y Administración, lo que me llevó a asumir responsabilidades adicionales. Mi rol abarcaba tanto la gestión del talento como aspectos administrativos, incluyendo la coordinación con el outsoursing de contabilidad y planillas, así como otros temas relacionados con la operación interna de la empresa. Fue un desafío interesante, que me permitió ampliar aún más mi experiencia profesional.
Comentaste que estuvieron en Great Place to Work en varias ocasiones. ¿Qué estrategias o medidas fueron clave para lograrlo?
Las veces que participamos en el estudio de clima laboral, logramos entrar al ranking GPTW y, para ello, la clave fue nuestra cultura enfocada en la confianza, que siempre pone primero a la persona. Sobre la base de nuestra cultura, y una sólida línea de desarrollo profesional para nuestros jóvenes talentos, añadimos otras actividades de integración, comunicación y crecimiento. Esto genera un entorno positivo que los colaboradores valoran y alimenta el crecimiento constante del equipo y de la firma.
¿Cómo afrontaste la maternidad y cómo influyó en tu carrera?
Cuando nacieron mis hijos, no solo cambié de trabajo, sino que también tuve la oportunidad de trabajar a medio tiempo durante dos años, con el fin de dedicarme a mi familia. Valoro mucho esta flexibilidad que me brindó APOYO Consultoría, así como las diferentes oportunidades de desarrollo a lo largo de los años, en distintas áreas, pero siempre con un equilibrio que me ha permitido crecer tanto profesional como personalmente.
¿Con qué otra actividad compartes tu tiempo?
Actualmente, después de muchos años y ya no por temas familiares, he regresado a trabajar a medio tiempo en APOYO Consultoría, y el otro medio tiempo lo dedico a inversiones y proyectos personales. Entre los proyectos, específicamente, a un emprendimiento que está en etapa inicial, enfocado en el balance entre la vida profesional y personal de mujeres ejecutivas que enfrentan los retos de la maternidad. A través de soluciones prácticas, espero aportar mi experiencia y vivencias, para impactar positivamente en la vida de estas personas.
¿Dónde trabajaste antes de APOYO Consultoría?
Antes de APOYO Consultoría, comencé mi carrera en el área de Sistemas de la empresa Nicolini, posteriormente fusionada en lo que hoy es Alicorp. Como toda primera experiencia laboral, fue muy enriquecedora al poder poner en práctica muchos conceptos aprendidos en la universidad. Fue un desafío interesante, y el primero de varios en mi carrera, ligado a la creación de equipos y áreas nuevas. Fue una época de muchos aprendizajes y retos que marcaron mi inicio profesional.
Por ejemplo, ¿qué retos?
Cambiar completamente el tipo de tecnología que usaba Nicolini, de un sistema mainframe a una tecnología cliente-servidor, que en esa época era nueva. El desafío era doble. Por un lado, el reto técnico, porque las herramientas para programar, diseñar y operar eran completamente nuevas. Por otra parte, enfrentamos un desafío relacionado con habilidades blandas, ya que éramos un equipo joven que tenía que colaborar con un grupo de profesionales experimentados, quienes también necesitaban aprender estas nuevas tecnologías.
¿Qué habilidades desarrollaste al trabajar con este equipo?
Fue una etapa de mucho aprendizaje en habilidades blandas para interactuar con los usuarios y convencerlos de las ventajas de estas nuevas tecnologías, además de trabajar en conjunto con el equipo experimentado. Fue un desafío, ya que en ese momento reemplazamos sus sistemas tradicionales, pero también trabajamos junto a ellos para asegurar una transición fluida.
¿Qué te pareció tu paso por la Universidad de Lima?
Una experiencia profesional enriquecedora, que, personalmente, siempre recuerdo con entusiasmo y cariño. Recibí una formación académica de muy buen nivel, que en todos estos años me permitió afrontar con éxito distintos retos en el mundo empresarial, trabajar en diversas áreas y ahora iniciar un emprendimiento. Además, hice grandes amigos para toda la vida. No quiero dejar de mencionar que, en múltiples ocasiones, he podido ser testigo de que la Universidad de Lima se preocupa por mantenerse a la vanguardia y brindar a sus alumnos la mejor formación.