Con una sólida formación como ingeniera industrial por la Universidad de Lima, Julia Redhead Escudero combina su experiencia técnica con su capacidad para la organización y la implementación de nuevos proyectos en Procter & Gamble de Estados Unidos, donde se desempeña como Material, Process and Development Technician.
Su rol implica una variedad de responsabilidades técnicas y de gestión, además de nuevos aprendizajes, lo que disfruta mucho. En la siguiente entrevista, comenta su trabajo y la evolución de su carrera desde su llegada a Estados Unidos, además de sus experiencias laborales.
¿Podrías explicar en qué consiste tu cargo en Procter & Gamble, en Estados Unidos?
Como Material, Process and Development Technician, hago las veces de nexo entre Research & Development - Surface Care y la planta. Me encargo de organizar, desarrollar, calificar y poner en marcha nuevos proyectos como parte de iniciativas centrales o de la planta para seguir con la producción de artículos de alta calidad y, a la vez, reducir costos y pérdidas. Siempre es un reto combinar operaciones con nuevas iniciativas. Es difícil que las líneas no produzcan mientras realizamos pruebas previas al lanzamiento del nuevo producto o material.
¿Qué características profesionales y personales te dan la capacidad de desempeñarte satisfactoriamente en tu posición?
Considero que tengo la parte de entrenamiento, la capacidad de organización y de planeamiento, y el manejo del control de inventarios; pero sobre todo sé determinar, desde el principio, las acciones y los resultados esperados de cada miembro del equipo para entregar proyectos dentro del plan inicial.
¿Qué es lo que más te gusta de tu día a día en el trabajo?
Me gusta el hecho de aprender algo nuevo prácticamente todos los días. Como ingeniera industrial, tengo muchas bases para entender los principios de otras ramas de la ingeniería. Por ejemplo, se aprenden muchos temas, como entrar a fondo a aprender las transformaciones e interacciones entre material y máquina, que nos da mucha ventaja para establecer métodos eficaces para el personal que trabaja en las líneas de producción.
¿Podrías dar un ejemplo de un proyecto en el que hayas trabajado en P&G y cómo lo manejaste?
Recuerdo mucho el primer proyecto que me asignaron en P&G, que consistía en la calificación de los equipos para producir una nueva formulación. Fue un proyecto muy completo para el que tuve que reunirme con personas de otras áreas con el fin de desarrollar un plan de acción que incluía desde los planos de construcción hasta la calificación del personal que operaría los equipos. Fue una experiencia muy interesante. Tuve que aprender sobre clean designs (diseño que enfatiza la simplicidad, la claridad y la funcionalidad) para entender mejor cuál era el propósito de la calificación.
¿Qué otros trabajos has tenido desde que egresaste de la Universidad de Lima y qué hacías en ellos?
Empecé en T. J. Maxx, en el área de ventas. Luego, fui jefe de almacén, y me encargaba de controlar los inventarios y de asegurarme de que la tienda esté abastecida. Posteriormente, me nombraron asistente de tienda y, más adelante, fui gerente de esta área. Desarrollé un equipo de trabajo con miembros que, con el tiempo, fueron promovidos a gerentes. Además, colocamos nuestra tienda entre las cinco mejores de la región en ventas, con un incremento de 10 % a 14 % en comparación con los años anteriores.
¿Por qué te fuiste a vivir a Estados Unidos y cómo te ha ido en ese país?
Vine a Estados Unidos después de casarme. Decidimos venir y radicar en Virginia, donde estaba la mamá de mi esposo, que no se encontraba bien de salud. Una vez aquí empecé a trabajar como asistente de gerente. Luego, invertimos en comprar una casa, nacieron mis hijos y, para ese entonces, la idea de regresar se hizo más difícil para nosotros. Encontramos buenas oportunidades aquí y decidimos quedarnos. Definitivamente, no fue fácil comenzar a hacer una nueva vida. Residir en un país tan grande y diverso donde el idioma es diferente tiene sus retos. En mi caso, ya sabía inglés, mi esposo no. Así, en el camino, tuvimos que adaptarnos a cada situación. Al mismo tiempo, eso nos sirvió para darnos cuenta de que el esfuerzo inicial dio frutos. Tenemos dos hijos en secundaria, trabajos estables y estamos tranquilos.
¿Qué haces en tus tiempos libres?
Me encanta ver series de Netflix, también viajar y probar comida de otros países.
¿Qué recuerdos guardas de la Universidad de Lima y qué valoras de tu etapa como estudiante?
La etapa universitaria implicó muchos cambios para mí. Cuando empecé a estudiar, sufrimos los estragos de la hiperinflación y el terrorismo. Recuerdo que solíamos ir de casa en casa, entre mis compañeros de curso, en la búsqueda de una que tuviera electricidad para terminar de escribir los proyectos en la computadora.
Además, recuerdo con cariño la camaradería que había entre los alumnos, los profesores, los campeonatos entre facultades durante la Semana Universitaria, entre otras cosas. Estuve hace un par de años en la Universidad de Lima y encontré que todo es muy diferente. Me dio mucha nostalgia no ver el pabellón G ni el antiguo pabellón de Ingeniería Industrial, que era donde yo más estaba. Pero debo reconocer que la Ulima se ve espectacular actualmente.