Mundo ‘retail’

Alex Zimmermann tiene varias metas por delante, como general manager de Saga Falabella. Una de ellas es transformar digitalmente la empresa, lo cual implica un cambio en la mentalidad de las personas.

Él es ingeniero industrial por la Universidad de Lima y miembro del Consejo Consultivo de la Maestría en Dirección de Operaciones y Proyectos (MDOP) de la Escuela de Posgrado. Está muy enfocado en lograr resultados e innovar. En la siguiente entrevista, nos cuenta más sobre su trabajo.

¿Qué funciones realizas como general manager de Saga Falabella?
La función más importante es liderar la compañía, preparándola para los cambios futuros, para así poder lograr los objetivos planteados y acordados con los accionistas, a corto, mediano y largo plazo. Es clave contar con un equipo de colaboradores adecuado y necesario para lograr los compromisos. Asimismo, es muy importante mantener al equipo motivado y con un mismo norte.

¿Cuáles son los retos principales que enfrentas en este puesto?
Transformar digitalmente la empresa implica muchos temas por trabajar. Para ello tengo que lograr un cambio en la manera de pensar de la organización, llevar a los que ya están en ella a adaptarse lo más rápido posible a este nuevo escenario y ser, como organización, lo suficientemente atractivos para atraer al nuevo talento que viene con una manera de pensar totalmente diferente.

¿Qué logros podrías mencionar en tu carrera?
Este año cumplo 21 años en la organización y estoy muy orgulloso de haber sido parte de un equipo que no solo logró el liderazgo en el sector minorista, sino que llevó a la compañía, de facturar 250 millones de soles en ventas, a casi 3.000 millones de soles en 2017. Es importante también haber podido consolidar a Saga Falabella, con más de 8.000 colaboradores, como un gran lugar para trabajar en nuestro país.

¿Cómo ves el panorama local en el comercio minorista y hacia dónde apunta el mercado?
Hoy, más que nunca, el retail se ha convertido en uno de los sectores con mayores cambios. El canal online y, previamente, los jugadores de fast fashion nos han permitido desarrollarnos mucho como compañía. Uno de los retos importantes es seguir siendo atractivos para poder continuar incorporando talento y así lograr digitalizar la empresa.

¿A qué aspecto de tu trabajo le estás poniendo mayor empeño?
El tema de innovación es fascinante, pero a la vez complejo, porque cuando tienes una organización que ha sido muy exitosa, no solo tienes resistencias naturales al cambio, sino poca tolerancia por momentos. Queremos las cosas ya, de forma inmediata. Somos una organización que vive intensamente el día a día, absolutamente focalizados en los resultados, y tenemos que apostar por la innovación, dando libertad a nuestra gente para ello, pero también siendo más tolerantes con los tiempos y errores, para que podamos experimentar más.

¿Podrías comentar qué puestos has desempeñado anteriormente en Saga?
Como comenté, llegué a Saga Falabella hace casi 21 años. Como ingeniero industrial inicié mi carrera en temas de producción, pero al poco tiempo me di cuenta de que mi pasión iba por el tema comercial. He desempeñado labores de comprador en varias líneas, como deportes, juguetes, calzado y cómputo, para luego ser gerente de Línea de Niños y Caballeros, luego gerente de Negocios y, finalmente, hace alrededor de cuatro años, CEO de la compañía.

¿Qué valoras más de esta empresa?
Su transparencia, consistencia, sentido de justicia y el profundo respeto por las personas. No hay nada más maravilloso que trabajar en lo que te gusta, y eso es justamente lo que me ha pasado. Pareciera que ingresé a trabajar hace muy poco, pues sigo con las mismas ganas y fuerzas de hace 20 años.

¿Qué otros trabajos has tenido?
Trabajé en el rubro de cerveza y después en gaseosas, pero mi carrera la he desarrollado casi en su totalidad aquí, en Saga Falabella.

¿Qué puedes mencionar de tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
Recuerdo la Universidad con mucho cariño. Fue una época maravillosa, estudiando mucho y generando amistades que perduran hasta hoy. Es impresionante ver el crecimiento y los cambios que ha tenido la Universidad. La última vez que fui casi me pierdo. Yo siempre he comentado que un ejecutivo debe tener tres grandes valores: criterio, consistencia y compromiso. El primero, claramente, lo formas en tu carrera universitaria, y eso es lo que valoro mucho de la Ulima.