“Los líderes deben estar a la vanguardia con las herramientas digitales”

Desde que terminó de estudiar Psicología en la Universidad de Lima, Ximena Angulo se ha desempeñado en recursos humanos. Ahora, anima a las personas a prepararse para los cambios, sobre todo, para los que vendrán con la revolución tecnológica.

¿Podrías comentar a qué se dedica la empresa donde trabajas?
Metax tiene veinte años en el mercado. Es una empresa que fabrica mobiliario médico. Tenemos camillas de emergencia para trasladar a los pacientes, camillas especiales con las que trasladábamos a los pacientes con COVID-19, camas plegables, mesitas rodantes, sillas ortopédicas y todo lo que se puede usar en un hospital. Tenemos una fábrica donde producimos el mobiliario, y el grueso de nuestros empleados está en el área de producción. Además, tenemos otra empresa del mismo grupo, Vitaltec, que se encarga de distribuir los equipos médicos a centros de salud del sector privado y público, y otra empresa dedicada a la posventa para el mantenimiento. Tenemos dos sedes, una en Lurín, donde se encuentra el personal operativo, y otra en Surco Viejo, donde se encuentra el personal administrativo. Yo me reparto entre un local y otro porque debo supervisar y conocer las necesidades del personal. Actualmente, me desempeño como subgerente de Recursos Humanos en Metax.

¿Cómo manejas el tema de la selección del talento? 
Definitivamente, uno de los temas más importantes es el proceso de selección para atraer talento. Hay que tener muy claro lo que se necesita y la línea de carrera que debe seguir el personal. Hay que identificar al personal de acuerdo con el desempeño, el compromiso que tiene y el logro de objetivos. Hablamos de talento en diferentes áreas, tanto administrativas como operativas. Lo bonito es dar oportunidad a las personas, porque uno puede empezar en una posición y luego escalar. Hay personas que estudian a lo largo de su carrera, lo que es muy bueno, y la empresa puede darles ciertas facilidades según los programas que elijan. Precisamente, uno de los retos que tengo para este año es la capacitación orientada al puesto o a las labores que desempeña cada persona. 

¿Qué temas de recursos humanos van a ser muy importantes en el futuro?
En el futuro va a ser fundamental el desarrollo de herramientas digitales y la aplicación de sistemas. La transformación digital es una tendencia y no hay marcha atrás. Los líderes deben estar a la vanguardia con estas herramientas, porque de lo contrario las cosas no van a funcionar como el mercado lo requiere y la competencia les va a ganar. Finalmente, si un negocio no evoluciona como lo hace el mundo, como los dinosaurios, va a desaparecer. Otro tema es que, con el tiempo, muchas de las profesiones que hoy existen van a dejar de ser requeridas y van a ser reemplazadas por sistemas. Entonces, el capital humano en las empresas va a disminuir y todo se va a volver más mecánico. Actualmente, en Metax estamos en proceso de implementar un brazo robótico de construcción para la fabricación de los muebles, y es un hecho que puede llevar a cabo el trabajo de las personas. El tema es que hay carreras que van a ser reemplazadas. Es una tendencia mundial que apunta a convertir todo en sistemas automatizados. ¿Cómo darle tranquilidad a la gente para que produzca? Toca reinventarse: ser el asesor del brazo robótico, darle mantenimiento y otras tareas que deben planificarse con tiempo. Uno debe prepararse también para ese momento.

¿Dónde has trabajado antes de Metax?
He estado en Telefónica del Perú, como especialista sénior en gestión del talento; en APM Terminals, en la supervisión de los procesos de recursos humanos; y en Laborum, como gerente de Atracción de Talento. Todas mis experiencias laborales han sido excelentes. Siempre he estado en recursos humanos.

¿Podrías mencionar algún proyecto o reto que has desarrollado a lo largo de tu carrera que haya sido muy importante para ti?
He pasado por todo en el área de recursos humanos, por desarrollo de semilleros y de programas de capacitación. He organizado escuelas técnicas para el aprendizaje; he tenido que desvincular gente de manera masiva, con el apoyo de otras personas de recursos humanos, y he asesorado a vicepresidentes de empresas. Un proyecto muy interesante en el que trabajé fue en Nextel, donde tuve que mapear a todos los gerentes que reportaban a vicepresidentes. Llevé a cabo una evaluación de talento para ver cuál sería el sucesor de ese vicepresidente y para definir en cuánto tiempo estaría listo para el cargo. Me preparé mucho para hacer ese trabajo porque era un proyecto de gran envergadura. Ahora tengo un reto bonito, que es estar en una empresa familiar y pasar por el proceso de hacerla corporativa. Para eso, es muy importante conocer el negocio, tener aliados y asesorarme, porque siempre es importante mirar otras prácticas y comenzar a lograr cosas positivas para todos. 

¿Hay algo que ha sido difícil en tu carrera?
El tema de los números fue un reto grande para mí. He aprendido que los números hablan y he tenido que empezar a entenderlos. Me ha costado, no ha sido fácil, pero me ha servido mucho. Ha sido muy importante y necesario en mi carrera, porque los números son indicadores, te hablan del presupuesto, te guían y te permiten medir los resultados. Comprender los números marca tu ruta para saber si eres eficiente o no. La vida profesional es un aprendizaje constante. Uno no deja de aprender. 

¿Cómo fue tu experiencia de estudiante en la Universidad de Lima? 
Yo, sencillamente, amé la Universidad de Lima. Venía del colegio San Silvestre, que es de mujeres, y de pronto entré a un centro de estudios mixto. Solo eso me marcó un reto. Claro que en el colegio me formaron para asumir retos y adaptarme al cambio, así que eso me ayudó en este proceso. Recuerdo que cuando entré a tercer ciclo y llevé cursos de la carrera, empecé a aprender cosas que me parecieron increíbles. Ahí pensé: “No me equivoqué al elegir Psicología”. Yo estaba muy segura de mi carrera y me encantaron todos los años que estuve ahí. Tuve profesores muy buenos y aprendí mucho. Fui muy feliz en la Ulima. También cuando hice mi internado y, después, al trabajar en lo que había estudiado. Al principio quería ser psicóloga clínica, pero cuando entré al mundo de recursos humanos, me encantó y nunca lo dejé. Hoy la Universidad no es la misma, ha crecido y mejorado mucho, lo que es normal, la Ulima siempre se preocupa por mejorar. Yo soy Ulima lover, me encanta mi Universidad. Tengo una hija que saldrá del colegio el próximo año, y ella también quiere ser psicóloga, pero clínica. Cuando me ha preguntado a qué universidad podría ir, le he respondido sin dudar: “A la Universidad de Lima”.