Patricia Buse es una profesional con gran capacidad para identificar problemas y adelantar soluciones. Sabe organizar y ejecutar gracias a su amplia experiencia en el desarrollo de proyectos y el manejo de productos. Actualmente, trabaja como gerente de Marketing y Producto en Edenred, y antes trabajó en Citibank por 12 años. Ella estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima.
¿Podrías comentar a qué se dedica Edenred?
Edenred es una empresa que brinda incentivos a los colaboradores mediante diversas tarjetas, de alimentación o de regalo, que se entregan a los empleados, por ejemplo, como bono de Navidad o como bono por llegar a una meta en ventas. También brindamos tarjetas de combustible. Todas funcionan de manera similar, es un fondo dirigido a un fin y se les otorga a los empleados como regalo para alimentación o movilidad. Edenred está en el mercado desde hace más de veinte años, pero con otro nombre. Como Edenred tiene cinco años.
¿Cuáles son las funciones que realizas?
Me contrataron hace unos meses y mi puesto es gerente de Marketing y Producto. Me encargo de la parte de estrategia de marketing y de penetración de producto dentro del Perú. En este último campo, específicamente, me encargo del portafolio de productos y trabajo con los comercios, porque parte de la estrategia de Edenred es no solo trabajar con los clientes que compran, sino contactar a los comercios que quieran asociarse con nosotros y hacer benchmark en conjunto.
¿Cuál es el tema, dentro de tus labores, que representa mayores retos para ti?
Yo creo que el tema que afronto con mayor fuerza es el de marketing. Estuve 12 años en el área de Productos en Citibank. En esa época, trabajé en todo lo concerniente a productos, desde la creación hasta las labores relacionadas con el manejo, además de los procesos del proyecto. Durante ese periodo, estuve mucho tiempo en ventas, así que manejo los asuntos de proyecto, procesos y producto, pero marketing puro y duro nunca lo he manejado de manera directa. Ese es el mayor reto que tengo en este momento, y me emociona mucho, porque pondré en práctica lo que he visto anteriormente, así como mis estudios de especialización en marketing.
¿Qué te entusiasma más de este trabajo?
Lo que más me entusiasma es que tengo mucha palanca de oportunidad de cambio y mejora, y mucha capacidad de acción para tomar decisiones y dirigir el bote. Queremos ser muy digitales y tener la posibilidad de innovar, crear y crecer. Todo es muy retador y divertido al mismo tiempo, gracias a que nos dan espacio para la innovación, con el respaldo de Edenred y con las consultas respectivas de riesgo, cumplimiento y políticas que se requieren.
¿Qué innovación piensas que se puede hacer?
Lo que puedo decir es que el mundo es digital y hacia eso apuntan nuestras energías. Ese es el primer pilar. El segundo pilar que también puedo compartir es que estamos orientados a lo que el cliente necesita. Queremos escuchar al cliente y ayudarlo en lo que requiera.
¿Qué funciones tenías en Citibank?
Básicamente, toda mi carrera laboral se centró en Citibank. Ahí la visión de Producto es muy integral, implica los procesos y controles, y cumplir una serie de requisitos. Es muy retador. Trabajé mucho de la mano con ventas, e incluso en un periodo estuve en esta área. Fui gerente adjunto product sales, gerente product manager y RVP product manager. Antes de Citibank, pasé por DataCrédito, que ahora es Experian, empresa de información crediticia, y por Charles Taylor, un hub de tecnología conectado en la nube. Ambas fueron experiencias cortas, ya que en Citibank estuve 12 años continuos.
¿Te ha costado conciliar tu vida familiar con tu vida laboral?
Tengo tres hijos y nunca he dejado de trabajar, siempre he tenido la flexibilidad suficiente y he logrado hacerlo. Ese es el mayor reto que he tenido en mi vida laboral y, al mismo tiempo, el mayor logro, porque conseguí ascender y mantener mi carrera año a año, en paralelo con la crianza de mis tres hijos. No es fácil permanecer en carrera con lactancias de por medio. Además, a raíz de la pandemia, incluí dentro de mi dinámica la práctica del tenis. Ahora juego muy temprano en la mañana, lo que había dejado de hacer por muchos años porque no encontraba la ecuación perfecta que me lo permitiera. Durante la pandemia, sin embargo, me organicé y considero que ese es un logro personal que he desarrollado con el tiempo: mantenerme en carrera, tener un nuevo empleo, innovar, crecer, estar con mis hijos y mi familia, y tener un tiempo propio para mí. Es una cuestión de balance. Hay semanas en las que no voy a jugar tenis, obviamente, y llego tarde a casa. Pero en otras oportunidades llego temprano y, a veces, lo hago a costa de trabajar en la noche para estar con mis hijos en la tarde. Es cuestión de organizarse siempre que haya flexibilidad.
¿Qué características profesionales consideras que te han ayudado más en los trabajos que has tenido hasta este momento?
Creo que lo primero es la creatividad. Siempre tengo salidas a problemas. Eso me ha ayudado siempre. Mi respuesta nunca es “no” o “no se puede”. De alguna forma, se tiene que poder. Hay una manera de hacer las cosas que no está escrita, pero hay que trabajar más para desarrollarla. Lo segundo es ganas de trabajar. Eso también me ha ayudado mucho.
¿Qué haces en tus tiempos libres, además de jugar tenis?
Lo primero es estar con mi familia. Me gusta ocuparme de mis hijos. Lo segundo es el tenis y lo tercero son las vacaciones. Otro pasatiempo, aparte del tenis, es jugar buraco con mis amigas, que es un juego de cartas. Nos juntamos con cuatro amigas una vez al mes, más o menos, en la noche, para jugar.
¿Cómo te fue en la Universidad de Lima?
Mi carrera me encantó. Fue exactamente lo que me dijeron que iba a ser. Me comentaron que Ingeniería Industrial en la de Ulima tiene una veta administrativa fuerte, y así fue en mi experiencia, lo que me gustó mucho. En segundo lugar, me pareció una carrera suficientemente retadora como para alcanzar lo que uno se propone. Todo lo que me enseñaron mis profesores lo he puesto en práctica, con excepción de cálculo y termodinámica, cursos que me aportaron mucho porque me dieron una forma distinta de pensar. Además, valoro a los profesores, que daban mucho soporte a los estudiantes y estaban siempre dispuestos a aclarar cualquier duda fuera de la clase. El campus de la Universidad de Lima es maravilloso. Yo era una estudiante aplicada y ordenada. Recuerdo que fui becada en el tercer año de estudios para hacer un intercambio en la Universidad de Salamanca. En esa época no era muy común ese tipo de experiencias, pero fue genial, y convalidé los cursos que llevé allá. Tuve una gran experiencia en la Universidad de Lima.