El reto de dirigir el desarrollo de la IA en una institución financiera

A Rafael Lemor no le han faltado los retos profesionales ni las oportunidades para salir de su zona de confort. Actualmente, es gerente del área de Inteligencia Artificial en el Grupo Credicorp. Él asume este rol con entusiasmo y curiosidad porque lidera los desafíos de iniciativas innovadoras que marcarán el curso de la tecnología y de las finanzas.

Antes de la pandemia, fue nombrado director de Ventas y Marketing Digital en el BCP, sin imaginar que, por muchos meses, ese sería el único canal por el que se podría atender a los clientes. 

Rafael estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima y su formación profesional le ha dado la posibilidad de alcanzar sus metas con eficiencia.

Toda tu carrera profesional se ha desarrollado en el BCP, ¿cierto?
Es correcto. Este 2024 celebro 15 años en el BCP. Mientras estudiaba en la Universidad de Lima, realicé prácticas en Nextel y en Citibank, y al finalizar recibí una oferta laboral del BCP, así que terminé mis estudios y me uní a este banco. Comencé en el equipo de Riesgos Crediticios. Estuve en esta área casi cinco años y, después, viajé a Inglaterra, donde permanecí un año y medio para estudiar un MBA en el London Business School.

Posteriormente, viví en Hong Kong como parte de un intercambio de la maestría. Fue una experiencia muy enriquecedora. Una vez concluido este posgrado, regresé al BCP, al área de Pequeñas Empresas, para liderar un equipo de analytics. A continuación, me asignaron el rol de director de Ventas y Marketing Digital, que es como el e-commerce del banco. Dos años más tarde, me trasladé como gerente de Área Centro de Contacto y Ventas para dirigir la atención al cliente y las ventas por telemarketing durante dos años. El 2023, asumí un nuevo desafío en Credicorp, como gerente del área de Inteligencia Artificial.

¿Podrías explicar en qué consiste exactamente tu trabajo actual?
Por supuesto, en el último año o año y medio, se ha generalizado el uso de la inteligencia artificial, un tema que discutimos en el banco. Por eso, me asignaron la tarea de crear un programa que defina la estrategia de adopción de esta nueva tecnología en el Grupo Credicorp. Mi responsabilidad incluye elaborar los lineamientos de la tecnología y los riesgos. Coopero estrechamente con las diferentes subsidiarias para asegurar que las iniciativas de inteligencia artificial capturen y generen valor para los clientes, y para acelerar la implementación de la inteligencia artificial de manera responsable y segura.

¿Cómo ayuda esta tecnología en el contexto de una entidad financiera?
Primero, debo contextualizar este tema. Los copilotos de la inteligencia artificial son herramientas de productividad que permiten a los programadores acelerar la generación de códigos. Si antes les tomaba una hora hacer un trabajo, ahora lo hacen en media hora. Hay diferentes copilotos: unos facilitan la creación de resúmenes en reuniones virtuales y elaboran actas de manera inmediata, otros generan pautas para presentaciones, etcétera. 

Actualmente, es difícil encontrar un área en el banco que no se beneficie de esta tecnología. Todos los roles, en mayor o menor medida, tienen protagonismo con esta herramienta, que contribuye a la agilización de los procesos: desde resumir contratos hasta validar normas o mejorar la atención al cliente con respuestas inmediatas. Veo muchos beneficios en esta tecnología, como una atención más rápida en el centro de llamadas y la hiperpersonalización en el trato con los clientes.

¿Qué crees que se conseguirá con esta tecnología en el futuro?
En el futuro, imagino que será tan indispensable como lo es hoy tener un celular en la mano. En unos años, no nos podremos imaginar cómo era trabajar o vivir sin un copiloto asistente virtual. Esta tecnología nos hará mucho más productivos, facilitará la generación de nuevas ideas de negocios, aportará creatividad, acelerará tareas tediosas y cambiará la forma en que operamos. Tomará tiempo, pero será algo similar a la revolución que supuso la llegada de los celulares hace años.

¿Qué riesgos implica?
En toda nueva tecnología, hay riesgos que deben prevenirse. Sin embargo, estoy convencido de que los beneficios superan ampliamente los riesgos. Por supuesto, como empresa, tenemos un papel importante en educar a la sociedad y a nuestros clientes sobre los posibles riesgos. Pero recordemos que, cuando los teléfonos celulares aparecieron, la gente tenía miedo de hacer operaciones por internet y, con el tiempo, se acostumbraron a tomar medidas de prevención. Igualmente, con esta tecnología, la gente se entrenará para ser consciente de cómo protegerse.

¿Cómo te sientes al trabajar en esta nueva área que seguramente marcará tu camino profesional?
Me siento muy emocionado. Esto ya no es el futuro, es el presente, y hay mucho por hacer. Creo que la inteligencia artificial puede cambiar positivamente el bienestar de las personas y mejorar la experiencia de los clientes. Por eso, tiene mucho valor estar en una empresa tan grande como el Grupo Credicorp, desde donde tendremos un impacto significativo para el Perú. Eso me parece muy importante.

¿Puedes compartir algunos retos o logros que hayas enfrentado en tu carrera profesional?
He superado varios desafíos en mi carrera. Uno de ellos ocurrió cuando ascendí a la gerencia de Marketing Digital y E-commerce. Recibí el desafío de crear el equipo desde cero y, a los tres meses, comenzó la pandemia. Pasamos de manejar un canal que debíamos impulsar a manejar el único canal con el que se podía atender a nuestros clientes. Tuvimos que acelerar procesos para que la gente pudiera comprar más cosas por vía digital. Fue un reto grande, aprendí muchísimo.

En cuanto a la inteligencia artificial, vivo una situación similar ahora. Aunque no tengo una maestría en el tema, tengo curiosidad y ganas de aprender. He leído mucho, y he hablado bastante con expertos y comprendido las posibilidades de esta tecnología. Sin duda, este es mi mayor reto ahora.

Además, después de dedicarme al marketing digital y al e-commerce, de repente, asumí la responsabilidad de liderar un equipo de dos mil personas en un área muy importante. Buscábamos automatizar las operaciones para brindar una excelente experiencia a los clientes. En esta área, desarrollé mi capacidad para inspirar y empatizar con un equipo.

¿Siempre enfrentas un nuevo reto como una posibilidad de aprendizaje?
Efectivamente. Considero que cada nueva posición que he asumido ha sido una oportunidad importante de aprendizaje y me ha sacado de mi zona de confort. Haber estado en áreas muy distintas ha sido enriquecedor para mí, he aprendido sobre temas técnicos, como marketing digital, pero también sobre liderazgo.

¿Por qué decidiste realizar tu MBA en Londres, específicamente?
Tenía claro que quería estudiar en el extranjero y en una universidad de alta reputación. Buscaba una experiencia de maestría que me enriqueciera no solo académicamente, sino también en lo personal. Por eso, quería estudiar en una ciudad grande. Fue mi primera experiencia de vivir solo y lejos del Perú. 

Antes había vivido en el extranjero por el programa de Work & Travel, pero vivir solo en una ciudad imponente como Londres fue una gran experiencia. Aprendí muchísimo de las clases, de mis compañeros y de la ciudad. Luego, elegí hacer el intercambio en Hong Kong, y no en Estados Unidos o un país europeo, porque buscaba una experiencia totalmente novedosa. Estuve allí tres meses y realmente fue espectacular. Aprendí mucho de la universidad, la gente y el estilo de vida, lo que también contribuyó a formar mi perfil profesional y adaptarme a otra realidad.

¿Practicas deporte?
Sí, me gusta correr. Ya he completado dos maratones, una en Nueva York y otra en Berlín. Este año planeo correr dos más, en Lima y en Chicago. Entreno con mi esposa, comenzamos con medias maratones y, desde hace dos años, nos animamos a participar en maratones. Una vez que empiezas, no puedes dejar de correr. Somos muy disciplinados en nuestro entrenamiento.

¿Cómo describirías tu experiencia en la Universidad de Lima?
Considero que fue una experiencia excelente. Aprendí mucho sobre diversos temas. Recuerdo que una vez le pregunté al profesor para qué necesitaría integrales y derivadas en el ámbito empresarial —a pesar de que soy bueno en matemáticas— y me dijo que era para desarrollar la capacidad de mi cerebro, no para realizar más matemáticas en el trabajo, sino para pensar de manera diferente. Esta perspectiva ha marcado mi forma de aprender y de pensar, y me ha dado la capacidad de asumir retos y lograr muchos éxitos profesionales. Cuando llevé la maestría en Londres, me sentí muy preparado. La diversidad de mi formación en Ingeniería Industrial me proporcionó una base sólida.