Pamela Gómez trabaja en función de objetivos. Mira el mercado, lo estudia, traza sus propias metas, arma una estrategia y luego obtiene los resultados esperados.
Ella estudió Marketing en la Universidad de Lima. Le encanta el mundo del trade marketing. También gusta de viajar, de conocer otros mercados, a otras personas y culturas. Espera poder hacer una carrera internacional.
¿Siempre has estado en trade marketing?
No durante mis prácticas, pero sí después. Antes de terminar la Universidad hice prácticas en Nextel, que ahora es Entel. Ahí estuve en segmentación, lo que implicaba mucha investigación de mercado. Luego me fui de intercambio a Holanda y, al volver, fui practicante en Colgate-Palmolive por ocho meses, en brand marketing. Empecé en trade cuando entré a Kimberly-Clark, al terminar la Universidad. Empecé como analista de marketing y trade marketing.
¿Cuánto tiempo permaneciste en Kimberly-Clark?
Un año y medio, más o menos. Luego tuve la oportunidad de irme a otra empresa, Mead Johnson, que vende fórmulas para bebés. Ingresé como ejecutiva de trade marketing y ahí mi carrera se enfocó mucho más en trade. Veía toda la estrategia de marketing aterrizada al punto de venta. Me relacioné más con el área comercial de venta, fue interesante. Después de dos años y nueve meses, me fui a hacer una maestría en Comercio Internacional a Barcelona, en el ESIC. Me quedé en Barcelona un año y medio, para hacer la maestría y unas prácticas. Vi un poco de marketing digital. Algo que me gustó mucho es que con la maestría tuve la oportunidad de ir a China por dos meses y tomar clases en la Universidad de Shanghái.
Luego volviste a Mead Johnson, ¿verdad?
Sí, pero mientras estuve en la maestría, Mead Johnson fue comprada por una empresa más grande, llamada Reckit. Esta es de consumo masivo y tiene varias divisiones. Volví a trabajar en la empresa, pero como jefa de Trade Marketing. Antes había sido ejecutiva. Luego fui ascendiendo y hoy soy gerente de Trade Marketing. Me ocupo de la división de Nutrición y Salud en el Perú. Son tres mercados principalmente, los que yo veo. Uno es el de condones Durex, que es una marca reconocida en el mercado, con la que se pueden realizar varias acciones. Otro mercado es el de alimentación para bebés, donde tenemos un marco de normas dentro del cual debemos actuar, como la legislación en lactancia materna. Y el otro mercado es de depilación femenina, Veet. No hay tantos competidores y es bastante temporal, enfocado sobre todo en el verano. En invierno nos dirigimos más a la depilación facial. Son tres categorías distintas, cada una con sus elementos especiales.
¿Te sientes bien en trade marketing?
Sí, por supuesto. Básicamente, trade marketing es el nexo entre marketing y ventas, es un soporte para ventas, se ocupa de todas las estrategias orientadas a incrementar la demanda de los productos. Son muchas cosas las que se pueden hacer desde aquí, como llevar a cabo una promoción para subir la demanda; hacer un mueble muy bonito en el punto de venta, que llame la atención, eso puede elevar la demanda. O poner el producto en el check-out de un supermercado, lo que puede tener un buen resultado. Nos enfocamos en el punto de venta: una farmacia, un supermercado, etcétera. En trade vemos toda la estrategia de marketing y la colocación y visibilidad de los productos en los puntos de venta, las promociones. También nos relacionamos mucho con el área de ventas.
¿Por qué?
Para cerrar un precio promocional, por ejemplo. Es la parte de marketing llevada al terreno comercial. Por otro lado, vemos capacitaciones para los stakeholders más importantes. Por ejemplo, el dependiente de una farmacia debe saber decir de qué se trata el producto que vende, por eso es importante realizar capacitaciones y asegurarnos de que la fuerza de ventas puede dar el mensaje correcto al dependiente, para que cuando se acerque un shopper le brinde una buena recomendación.
¿Qué acción has llevado a cabo que te haya hecho sentir orgullosa por el resultado logrado?
Hace poco tuvo bastante rebote en medios una campaña que hicimos, llamada “Compra sin roche”. Partimos del problema de que cuando uno va a la farmacia encuentra el preservativo detrás del farmacéutico y hay un poco de vergüenza al momento de comprar el producto. La única manera de lograr que los usuarios exploren el producto por sí mismos, sin contacto con una persona, exigía sacar de ahí el producto. Así que realizamos una inversión fuerte en Farmacias Peruanas para colocar los preservativos en un lugar al alcance de la mano del comprador. La idea era que uno entrara a la tienda y pudiera ver la categoría en un mueble. Esa acción nos permitió incrementar bastante las ventas, casi en un 50 %. Fue una buena inversión.
¿Qué podrías comentar acerca de tus experiencias de trabajo y estudios en el extranjero?
Mi primera experiencia fue en los Países Bajos, en la Universidad de Groninga, cuando yo estudiaba en la Universidad de Lima. Fue un intercambio estudiantil y mi primera experiencia fuera del Perú, estudiando en inglés en un país que no conocía, lejos de mi familia y amigos. Fue muy bueno conocer gente de otros países, entender distintas formas de pensar y de vivir. Fue una experiencia personal de crecimiento, me sirvió mucho para entender otros países y otros mercados, para independizarme y hacer todas mis cosas por mí misma. Cuando regresé de allá, vine con las ganas de tener otra experiencia en el extranjero. Después vinieron los viajes a Barcelona y Shanghái, adonde fui con más experiencia, y fueron también muy enriquecedores.
¿Hay algún estudio que quisieras realizar en el futuro?
Me gustaría seguir estudiando, definitivamente. Todavía no tengo un plan aterrizado sobre qué voy a hacer, pero tal vez una maestría que me permita entender al consumidor, porque la maestría que hice antes fue sobre comercio internacional.
Y como siguiente paso en tu carrera, ¿qué te gustaría probar?
Me gustaría apuntar a una carrera internacional en la empresa donde estoy, en los siguientes años. Cuando se vayan abriendo oportunidades de desarrollarme en el extranjero, es una de las cosas a las que me gustaría apuntar. Me atrae la idea de salir del Perú y conocer otros mercados.
¿Qué valoras de tus estudios en la Universidad de Lima?
Esa es una época de la que me encanta acordarme. La Universidad de Lima marcó una etapa muy bonita, hice muchos amigos ahí, los mejores. Yo estuve en la segunda o tercera promoción de la Carrera de Marketing, todos teníamos muy buena relación con los profesores, yo me sentía escuchada, todos nos ayudaban. Recuerdo con mucho cariño el campus de la Universidad, era muy bonito estar ahí con los amigos y estudiar. Obviamente, también había momentos de estrés en época de exámenes, pero fue enriquecedor. Como dato curioso, mi hermano menor estudia actualmente en la Universidad de Lima y mis papás también son Ulima: mi madre estudió Contabilidad, y mi padre, Administración.