Cuando Diego Chauca Franco inició sus prácticas en Siemens Perú, en el 2015, no podía imaginar que trabajaría en Siemens Energy, en Estados Unidos. Ahora, disfruta mucho la posición de Commercial Project Manager, que le da la posibilidad de gestionar proyectos de gran envergadura, donde la innovación y las tecnologías sostenibles juegan un papel crucial en la transición climática. Él es economista por la Universidad de Lima.
Has pasado casi toda tu vida profesional en Siemens. ¿Podrías comentar cómo ha sido tu evolución profesional ahí?
En efecto, comencé en Siemens a mediados del 2015, en Lima, como practicante profesional. Luego, asumí una posición de financiero, lo que fue muy enriquecedor para mí porque adquirí conocimientos de primera mano de todas las aristas del negocio, desde esta perspectiva, por supuesto, para los servicios que la compañía brindaba para el segmento de Oil & Gas. Como financiero, tuve que entender las áreas de operaciones, la logística e incluso la parte técnica donde se manejan las turbinas y los compresores que se emplean en el sector de energía e hidrocarburos.
¿Cuántos años estuviste en el Perú y cómo te trasladaste a Estados Unidos?
Estuve seis años en el Perú, cubrí varias posiciones, como ventas, ejecución e incluso control, en distintas unidades de negocio. Cuando estaba en ventas, mi labor involucraba el conocimiento del proyecto en sí, es decir, los términos y condiciones que requerían los clientes, la evaluación de los proyectos y el pronóstico de los resultados financieros. Recuerdo que la capacidad de análisis era muy requerida en esta etapa.
Todo eso está muy relacionado con la Carrera de Economía, que te prepara para proyectar qué puede ocurrir, tomar en cuenta distintos factores y observar cómo estos pueden tener cierta incidencia en el resultado de los proyectos. Posteriormente, en la parte de ejecución, intervienen muchos detalles contables y financieros. En ese sentido, es importante conocer esta parte. Tenía una base en auditoría y de análisis financiero porque había practicado en Deloitte. Luego, por el lado de controlling, ya pasados algunos años, asumí mayor control sobre la unidad de negocio. Hacía el monitoreo constante de los KPI de la empresa para ese segmento específico, con un enfoque multidisciplinario de todas las aristas de financiación del negocio.
¿Esto involucraba relacionarte con personas de otros países?
La empresa es global, entonces sí, muchas de sus operaciones se encuentran en distintas partes del mundo. En un inicio, trabajé con personas de Alemania, Dinamarca, Suecia e Inglaterra, países donde se trabajan distintos componentes. Pero específicamente sobre la cadena de valor del gas, Siemens estaba presente desde la extracción del gas en las plantas de Camisea hasta el transporte y la compresión en distintos puntos, como Cusco, Ayacucho y Pisco. Posteriormente, ese gas licuado se iba a las plantas de generación de energía, que se ubican en Chile. El tiempo que trabajé en Siemens Perú me permitió ver cada una de las etapas de producción.
¿Cómo manejabas el hecho de coordinar con personas de culturas diferentes desde Lima?
Valoro eso porque me abrió mucho la mente. En cuanto a la cultura laboral, vi que había otras maneras de hacer y ver las cosas, y tuve que adaptarme y entender todo muy bien para trabajar. La diferencia de idiomas y de horarios son temas a los que hay que estar muy atentos. Todo eso me ayudó, porque hoy en día me encuentro en un equipo completamente diverso. Hay personas de la India, Uzbekistán, Estados Unidos, Alemania y Suecia. Hoy, por ejemplo, tuve una reunión a las cinco de la mañana con un equipo de proyecto que incluye personas de Emiratos Árabes Unidos, Alemania, República Checa y Estados Unidos, tanto de Siemens como de otras empresas. Al final, el trabajo de cada uno de ellos llega y se ensambla aquí, en Houston.
¿Cómo se dio la oportunidad de irte a Estados Unidos?
Ya tenía varios años en la compañía. Estaba a cargo del segmento de Oil & Gas para Perú y Ecuador. A inicios del 2022, la compañía me ofreció nuevas y mayores responsabilidades, fue un proceso bastante acelerado, porque ahora mi función involucra toda la región de América. La envergadura de los proyectos es de una gran magnitud, lo que supone un paso más en la exigencia y la complejidad de los proyectos.
Aquí uno compite con compañías de otro nivel. En el Perú, Siemens es una empresa conocida y grande, pero la flota de la que yo me encargaba, comparada con un solo proyecto que manejo aquí, es mucho más pequeña, por el tamaño del mercado.
¿Cuáles son tus obligaciones en tu puesto actual?
Estoy a cargo de la gestión financiera y comercial para proyectos de nuevas unidades, de compresión, básicamente, en la división de Transformación de la Industria. Se trata de aplicaciones industriales de los compresores de Siemens, desde la extracción del gas o petróleo, su procesamiento, hasta la venta.
¿Qué papel juega la innovación en los proyectos y el uso de tecnologías sostenibles, que ahora son tan importantes en la transición climática?
Hoy en día, tenemos que ser muy conscientes del impacto que generamos como sociedad sobre el planeta. Más aún, en una industria como la de Oil & Gas. Siemens Energy busca la neutralidad de carbón. La idea es que en los siguientes cinco años se alcance una huella de carbono 0, como compañía. Para lograr esto, hemos planeado muchas estrategias. Por ejemplo, Siemens Energy trabaja en el desarrollo de tecnología para que sus unidades, sus generadores de energía y sus compresores, sean compatibles con hidrógeno. Hay muchos avances tecnológicos en ese sentido. Otra estrategia consiste en trabajar con clientes en nuevos proyectos de solución. Uno en el que yo participo actualmente es Carbon Air Capture o secuestro de carbono, en español.
Se basa en capturar el CO2 del aire de la atmósfera, convertirlo en líquido y almacenarlo bajo tierra de manera segura. Es un proyecto bastante interesante en el que trabajo más o menos desde marzo del 2023. Se espera que esté listo para octubre del 2024. Es bastante ambicioso, sobre todo porque la tecnología empleada es muy innovadora. Además, es importante porque se orienta específicamente al retiro del aire de carbono del aire de la atmósfera, es decir que el impacto es directo, no es un efecto secundario de un proyecto, sino que se ha llevado a cabo específicamente para eso.
¿Cómo fue para ti, en los inicios, trabajar en Siemens en Estados Unidos? ¿Cómo te has adaptado tanto al trabajo como a la vida diaria allá?
El cambio cultural fue retador. Estaba muy acostumbrado y muy a gusto en Lima, así que los dos primeros años fueron de adaptación a un cambio total. Aunque yo ya trabajaba con equipos multiculturales globales desde hace años, estar aquí fue diferente, sobre todo porque en el equipo no había más peruanos. En cuanto a mi adaptación personal, fue un cambio bastante grande pasar a vivir solo. Algo que me ayudó mucho fue el deporte. Corría desde hace algún tiempo, así que al llegar continué con la práctica del running. Eso me ayudó a conocer gente, distraerme y liberar el estrés. En Perú, había corrido media maratón, pero después de que llegué, comencé a correr más y ya corrí la Maratón de Londres, la Maratón de Miami y voy a correr la Maratón de Chicago y la Media Maratón de Dallas. Poco a poco me adapté y, a inicios de este año, me casé con mi novia de Perú.
En tus prácticas en Deloitte, ¿cuáles eran los retos que enfrentabas?
En Deloitte pasé un periodo corto, de menos de un año. Tenía una cartera de clientes bastante diversa, pero lo más resaltante era que tratamos con empresas del sector de generación. Ahí fue que me interesé por el mercado de energía. Posteriormente, tuve la oportunidad de realizar el curso de Economía Ambiental en la Universidad de Lima, entonces supe que quería orientar mi carrera hacia este campo. Mi trayecto en el segmento de auditoría o consultoría no fue muy largo, pero me dio la posibilidad de conocer hacia dónde quería ir.
¿Qué aprendizajes de esa etapa fueron más útiles para ti?
El nivel de detalle en el análisis, sin duda. En Deloitte, el enfoque está puesto en el análisis de los estados financieros de las compañías y en cómo brindar las soluciones más adecuadas para cada paso que deba dar el cliente.
Antes de esa experiencia estuviste en el Ministerio de Turismo y Comercio Exterior, ¿qué aprendizajes obtuviste ahí?
Fue una etapa de mucho aprendizaje, en general. La posición, básicamente, era de control de gestión. Tenía que involucrarme con personas de todas las áreas del ministerio. Conocí y también entendí al detalle y de manera transversal no solo los objetivos del Ministerio de Comercio Exterior, sino también el funcionamiento del sector público y de las unidades ejecutoras. Fue muy interesante y una experiencia muy bonita, pero luego quise dar el salto al sector privado, donde me encuentro bastante cómodo.
Antes ya habías trabajado en Estados Unidos, en un hotel, ¿cierto?
Sí, trabajé en un hotel por medio del programa de Work & Travel, mientras estudiaba en la Universidad de Lima. Me ayudó mucho a mejorar mi fluidez y confianza en el idioma inglés. Creo que tuvo un impacto significativo en mi crecimiento personal, sobre todo porque salí de mi zona de confort, estaba en un ambiente en el que no se hablaba mi idioma perfectamente ni estaba con mi familia. Estuve cuatro meses ahí.
La última pregunta es acerca de tu experiencia en la Universidad de Lima. ¿Cómo te fue como estudiante y qué te pareció tu carrera?
La época universitaria fue una de las mejores de mi vida. Me encantó tanto en lo académico como en lo personal. La calidad de la plana docente de la Ulima es increíble. Tengo muchos recuerdos de mis profesores. La Universidad me dio una gran cantidad de herramientas a las que no todo el mundo tiene acceso. Laboratorios como el de Bloomberg, los talleres artísticos, las áreas deportivas, la Biblioteca, las instalaciones, toda la infraestructura es de primera. El año pasado estuve en la Universidad de visita y he visto que ha mejorado aún más. Algo que valoro mucho también son las amistades que formé ahí, que posteriormente se convirtieron en una red de contactos. Mis compañeros trabajan en distintos rubros y me da gusto que les vaya bien.