La progresiva desindustrialización del Perú impacta en la calidad de vida

Hoy la industria nacional está en un proceso de desaceleración y el Perú se desindustrializa, indicó Jesús Salazar Nishi, expresidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), durante la conferencia “Importancia de la industria en el desarrollo nacional”, organizada por la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima. Además, precisó que Lima es la ciudad que concentra el 60 % de la manufactura, mientras que en el resto del país esta es muy escasa. 

El ponente comentó que, en la década de los setenta, la industria peruana representaba el 18 % del PBI nacional. En aquel periodo, señaló que dicho porcentaje se encontraba dentro del promedio regional; sin embargo, desde el 2006, cuando la manufactura peruana equivalía a un 16,5 % del PBI, se observa un fenómeno de decrecimiento que desciende hasta la cifra de 12,2 % en el 2023. 

Ante estos indicadores, Salazar Nishi afirmó que el Perú no cuenta con una verdadera política industrial. Posteriormente, nuestro invitado manifestó que existe una relación directa entre el progreso manufacturero de un país y el índice de desarrollo humano, por lo que precisó que, a mayor industria, mejor calidad de vida:

“Las regiones que casi no tienen industria son justamente las que tienen un índice de desarrollo humano más bajo. No hay país del primer mundo que antes no haya desarrollado su industria nacional y haya comenzado a crecer en función de ella. Ahora nosotros consumimos sus productos. Si queremos desarrollarnos como país, debemos mejorar nuestro desempeño en la manufactura”.

Luego, advirtió que el 67 % de las exportaciones de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) son bienes manufacturados, mientras que, en el caso de los países de América Latina, es el 47 % y, en el caso peruano, es el 10 %, debido a que nuestro país comercializa mayoritariamente materias primas. Asimismo, agregó que solo el 5 % de los productos con valor agregado que produce el país es de alta tecnología.

Salazar Nishi recomendó replicar el camino trazado por Japón y China, cuya política industrial consistió en brindar condiciones especiales para la llegada de capitales internacionales. Añadió que en dichos países se llevaron a cabo la construcción de fábricas y se realizaron importantes transferencias de tecnología y capacidades. También, expuso los casos exitosos de Tailandia, Singapur y Corea del Sur, naciones que lograron un crecimiento exponencial de su capacidad industrial desde 1960.

Más adelante, hizo énfasis en que para fomentar el avance de la industria en la región se requieren estímulos tributarios y que se implementen políticas de exoneración de impuesto a la renta, reinversión de utilidades e incentivos sectoriales. Finalmente, explicó que la política industrial del país debe estar orientada al incremento de la productividad y de la digitalización, y a impulsar el desarrollo productivo de las regiones.