15 de Enero de 2024
Análisis de datos para proyecciones más realistas
A Jorge Zambrano le gusta ayudar a mejorar y colaborar con los demás. Por eso, cuando trabajaba en el BCP y lograba automatizar un proceso en cualquier área, las personas que se habían beneficiado con este aprendizaje automatizaban otros procesos.
Hoy, Jorge trabaja como gerente de Riesgos de Commodities en Alicorp. Se preocupa por medir la exposición al riesgo de la compañía ante escenarios o eventos que puedan tener un impacto negativo, a partir de su observación de los movimientos de la economía, las políticas de cada país y otros factores. La Carrera de Ingeniería de Sistemas que siguió en la Universidad de Lima le permite tener éxito en sus objetivos laborales, como también todo lo que ha aprendido sobre finanzas en su vida laboral.
¿Cómo así comenzaste a trabajar en temas financieros?
Fue algo peculiar. Cuando estaba en los últimos ciclos en la Universidad, participé en un juego —en ese momento se llamaba Juego de rueda de bolsa y era facilitado por la Carrera de Economía— que despertó mi interés por entender cómo funcionan las acciones y qué implica operar en el mundo bursátil. Este juego me hizo descubrir un campo sumamente interesante.
Luego, pasé al siguiente ciclo y, en ese momento, el Banco de Crédito del Perú (BCP) buscaba un practicante para realizar automatizaciones y mejoras en sus procesos. Al revisar mi perfil, el banco notó que había participado en ese juego de bolsa, y eso le interesó especialmente, porque la posición a la que yo aspiraba estaba dentro del área de Mercado de Capitales. Así, ingresé al BCP para hacer prácticas, inicialmente por tres meses, aunque al final me quedé en esta área nueve meses. De este modo, me sumergí en el mundo de las finanzas y el mercado de capitales.
Posteriormente, fui encajando en el área de riesgos, donde he desarrollado toda mi carrera profesional dedicada al ámbito de finanzas y economía. Después de mis prácticas, al año y medio, regresé al Banco de Crédito, a la misma área que apreció mi trabajo. Esperaron a que terminara mis estudios para contratarme. En total, pasé catorce años en el BCP.
¿Qué te proporcionó la carrera que seguiste para desarrollarte en el mundo profesional?
En primer lugar, la Ingeniería de Sistemas me ha proporcionado una perspectiva holística. Mi formación en la Universidad de Lima me preparó para abordar de manera integral todas las cosas. Mientras muchas áreas se centran específicamente en sus tareas, mi enfoque consiste en entender el impacto de mis decisiones en otras áreas y en hacer que las cosas repercutan positivamente en el resto de las unidades.
En segundo lugar, mi carrera me preparó en la gestión de la información. Me brindó las herramientas necesarias para trabajar con la información y reconocer su valor como activo financiero. Hace unos diez años, se mencionaba que los datos serían el nuevo activo del mundo, y hoy en día vemos que la información es crucial. La capacidad de trabajar con datos es una de las habilidades clave que adquirí en la Universidad de Lima.
En tercer lugar, el dinamismo es otra ventaja que la Ingeniería de Sistemas me aportó. Nuestro valor agregado es la automatización, la capacidad de realizar tareas operativas de manera automática. Con las herramientas y ventajas que me ofreció la Carrera de Ingeniería de Sistemas, me he concentrado en la toma de decisiones, en lugar de en la parte operativa. Esto me ha llevado a explorar áreas como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la computación cuántica.
¿Cómo es tu trabajo actual y qué actividades realizas en el día a día?
Actualmente, soy un quant, algo así como un investigador o un Sherlock Holmes financiero. Por las mañanas, me dedico a analizar el mercado en busca de patrones y situaciones que se repiten en el tiempo. Es una actividad similar a la de un investigador que busca pistas. Armo la escena para anticipar qué sucederá en el mercado, especialmente en relación con los precios de las materias primas utilizadas en la fabricación de alimentos.
Por las tardes, uso estos patrones para prever escenarios favorables o desfavorables. Si el camino es favorable, ajustamos nuestras estrategias en esa dirección; si es desfavorable, debo adelantar cómo terminará la "novela". Para esto, utilizo modelos matemáticos y financieros, lo que equivale a tener perspicacia gracias a mi conocimiento del pasado y la repetición de ciertos eventos. De esta manera, intento predecir lo que sucederá mañana para garantizar que la compañía alcance sus objetivos sin contratiempos.
El análisis y la observación son fundamentales para la labor que realizas. ¿Qué otras habilidades lo son?
Por supuesto, en este trabajo, la observación es clave. La capacidad de identificar incluso la pista más mínima que no constituye un patrón puede ser una señal de que algo negativo puede ocurrir. Por eso, se requiere una gran atención a los detalles y ser muy observador.
Además, es esencial tener una fuerte capacidad de aprendizaje a partir de los errores, ya que pronostico el futuro sin tener una bola de cristal; puedo fallar o acertar. También, es crucial que me mantenga actualizado, ya que cada día surgen nuevas metodologías y modelos en todo el mundo, y no todos funcionan en nuestra realidad. Hay que saber cuál es el más adecuado y utilizar lo que funcione mejor para nuestro caso.
¿Qué descubrimiento o sugerencia has realizado que haya sido especialmente importante para ti?
Tengo dos logros significativos en los últimos seis años en Alicorp. El primero se relaciona con la agilidad que hemos logrado en el área de riesgos, específicamente en el área de Riesgos de Commodities, que está bajo mi responsabilidad. Antes, realizar la valoración, el análisis y el seguimiento de patrones en el mercado nos tomaba toda una tarde. Hoy, hemos reducido ese tiempo a veinte minutos. Y trabajamos en un proyecto para llevarlo a treinta segundos, con tecnologías de integración que procesan la información en internet.
El siguiente logro se relaciona con los modelos. Anteriormente, teníamos modelos en una etapa inicial que nos permitían valorizar, es decir, conocer el precio justo de la materia prima. Los commodities que manejo incluyen harina de soya, aceite de soya, azúcar, entre otros. Estos productos tienen precios que varían todos los días, como el dólar. Para determinar el precio justo, es necesario utilizar un modelo. Cuando llegué a la compañía, no contábamos con un modelo robusto para esto, había uno o dos. Hoy, contamos con alrededor de dieciséis modelos que nos permiten establecer precios para los productos en los diferentes países a los que les compramos.
La globalización es un factor clave en mi trabajo. Vivimos en un mundo globalizado, y nuestras operaciones no se limitan a lo local. Todas las compras se realizan en la Bolsa de Chicago, ya sea para trigo ruso, trigo canadiense, soya argentina, porotos de soya brasileños, entre otros. Todas estas transacciones se llevan a cabo mediante plataformas tecnológicas como Bloomberg y Reuters.
¿Dónde trabajabas antes de unirte a Alicorp?
Antes, estuve aproximadamente trece años en el BCP, que fue mi primera casa profesional. Comencé como practicante en el área de Mercado de Capitales y Tesorería. Luego, me trasladé al área de Finanzas y, posteriormente, al área de Riesgo. Mi última posición en el BCP fue como gerente de Validación de Modelos.
La validación de modelos, para ponerlo en términos comparables, es como probar un automóvil antes de que el comprador lo adquiera. De manera análoga, un modelo financiero también debe ser probado y calibrado periódicamente para asegurar su correcto funcionamiento.
También, tuve un alcance corporativo en este banco, ya que los modelos del BCP se desplegaban en Prima AFP, Mibanco BCP Miami, entre otras empresas. Tenía la responsabilidad de garantizar que, al llegar a esas subsidiarias, los modelos estuvieran adaptados a la realidad de cada país.
¿Qué es lo que más recuerdas de tu trabajo en las diferentes áreas del BCP?
En general, me gusta mucho la interacción con las personas, especialmente la posibilidad de fomentar en ellas un interés por la tecnología. Esto lo desarrollé en el BCP cuando visitaba las subsidiarias, detectaba que tenían una deficiencia en la parte operativa y les brindaba ideas para mejorar sus labores. Luego, trabajaba para industrializar y distribuir esas ideas en otras áreas, de manera que no gastaran mucho tiempo en la parte operativa, que la puede realizar una máquina, mientras el personal se enfoca en la interpretación.
Cultivé ese interés por automatizar procesos en diversas áreas dentro del grupo y en varias empresas. Después, me dio mucho gusto que las personas a las que entrené las llamaran cariñosamente los “zambranitos". Me gusta que me recuerden de esa manera.
¿Qué opinas sobre tu experiencia de estudiar en la Universidad de Lima?
Fue una experiencia muy bonita y gratificante. Hice muchos amigos con quienes aún mantengo contacto. Algunos de ellos trabajan en Canadá, Estados Unidos y en otros países. Además de las amistades duraderas y valiosas, la Universidad me proporcionó conocimientos y una buena formación. Puede ser que al principio no entendiera para qué me servirían algunos cursos, pero ahora doy gracias a ellos porque me han hecho el profesional que soy.
La Universidad de Lima siempre ha estado a la vanguardia en el avance de la tecnología y cuenta con docentes altamente capacitados. Considero que he sacado mucho provecho de ellos y de las herramientas que aprendí. Cada vez que voy de mi casa al trabajo, paso por la Ulima y me siento orgulloso de ver cómo ha crecido. También, intento animar a mi hija para que estudie ahí cuando termine el colegio.