22 de Marzo de 2023
Entre las finanzas y la innovación tecnológica
Como directora de Finanzas e Innovación Tecnológica en el Jockey Plaza, Rossana Arnaiz, tiene la responsabilidad de dirigir el área de Planeamiento, Control de Gestión y Tesorería, así como de supervisar la contabilidad, los impuestos y el área de cobranzas, que incluye un área de riesgos. Además, lidera la innovación tecnológica en la empresa y está a cargo de proyectos para mejorar la experiencia del cliente y mantenerse a la vanguardia en tecnología. Ella estudió Economía en la Universidad de Lima.
¿Qué retos te has trazado para este año?
Mi primer reto del 2023 es estabilizar el nuevo sistema de SAP, lograr que todos los usuarios lo usen y que, dentro de muy poco, descartemos el anterior sistema sin que nadie lo extrañe. También colaboro con mi gerencia general para que puedan forjarse los nuevos proyectos que tenemos en mente y que todos estos se puedan implementar en el año en curso. Y trabajo en colaboración con mi gerencia general para desarrollar nuevos proyectos y asegurar su implementación este año. Por otro lado, me preocupo por la formación y el crecimiento de mi equipo, quiero que sus miembros se tracen una línea de carrera y se sientan motivados y comprometidos con el trabajo. Tengo una misión importante con el equipo y quiero conservar un clima laboral muy bueno. En general, mi objetivo es mantener un clima laboral positivo y que el Jockey Plaza siga siendo una ciudad moderna e innovadora, que ofrezca una experiencia única a sus clientes.
¿Cuándo empezaste en el Jockey Plaza y por qué puestos has pasado?
Yo entré al Jockey Plaza en octubre de 2017, al puesto que ocupo ahora. En ese entonces se requería un gerente de Administración y Finanzas, pero desde hace un año, más o menos, también estoy a cargo de Innovación Tecnológica, con lo que mi puesto ha pasado a ser directora de Finanzas e Innovación Tecnológica.
¿Cómo se combinan estas dos áreas en la práctica?
Como cualquier gerente de Administración y Finanzas, tengo a mi cargo las áreas de Planeamiento, de Control de Gestión desde una mirada financiera, de Tesorería, Contabilidad, de Tax, del área de Cobranza, y, dentro de ésta, tenemos un área de Riesgos. Asimismo, tenemos un gerente que asumió el área de TI, y es un impulsador de la innovación. Además, me encargo de Logística. Pero en cuanto a Innovación Tecnológica, lo estamos enfocando de la mano de otras áreas, porque la innovación en la empresa se sigue gestando.
¿En qué aspectos buscan innovar?
Nosotros nos identificamos como una ciudad donde el visitante viene a pasarla bien. Esta es una ciudad segura, divertida, que brinda experiencias y ofrece novedades. Esta ciudad, por lo tanto, tiene que ser tan moderna como las mejores ciudades del mundo. Por ende, la innovación tecnológica es relevante para que el usuario que viene encuentre precisamente una ciudad moderna y lo que está en boga en el mundo. Todo lo que esté al alcance de las personas debe ser fácil de manejar, por eso acabamos de cambiar los equipos de parking por unos muy versátiles, que permiten que la persona abone directamente con cualquier método de pago, incluso a través de una aplicación. Este parking permite contar los visitantes de todo el mall. Esta innovación nos permite también recolectar mucha data para atender a nuestro público visitante de la mejor manera. Además, tenemos los locatarios, que son nuestros clientes directos, son quienes rentan los espacios comerciales. Trabajamos interconectados con ellos, compartimos información en línea y tenemos contadores en sus tiendas.
Siempre has trabajado en finanzas, pero este trabajo es muy distinto a los anteriores, ¿verdad?
Exacto, yo vengo de la banca, donde, si bien tenía relaciones con clientes, era un trabajo menos dinámico que éste. En el centro comercial estoy en una reunión, revisando contabilidad, y a la siguiente hora tengo una reunión con el comité de gerencia para ver algún proyecto de innovación, y por la tarde me reúno con un equipo con el que hacemos un proyecto de marketing con tecnologías. Es muy dinámico el ritmo que llevo aquí, muy entretenido, y aprendo mucho. Además, estoy en una etapa profesional en la que me gusta enseñar y formar equipos, trabajo con gente joven, lo cual me gusta mucho, vengo a trabajar muy contenta.
¿Podrías comentarnos dónde te has desarrollado profesionalmente antes de entrar al Jockey?
Yo inicié mi trayectoria profesional en el Banco Central de Reserva del Perú, estuve en el área de Estudios Económicos durante casi tres años, lo que me permitió adquirir una sólida formación en economía, al lado de profesionales de mucha experiencia. Después, empecé a moverme hacia las finanzas: estuve en Argos, una sociedad agente de bolsa, donde aprendí mucho sobre el mercado de valores, antes de unirme al Banco Wiese Sudameris. Ahí recibí la propuesta de formar un fondo de inversión inmobiliario. Luego, Scotiabank me dio la oportunidad de hacerme cargo de una gerencia inmobiliaria que financiaba a los desarrolladores inmobiliarios para la construcción de proyectos. A su vez, tenía a mi cargo el producto hipotecario, lo que me motivó a entrar más a la banca comercial. Mis últimos seis años en la banca fueron en la banca inmobiliaria. Esto me permitió conocer el sector inmobiliario y especializarme en el financiamiento de viviendas y oficinas. Estas experiencias me han ayudado a desarrollar una visión estratégica que aplico en mi trabajo en el Jockey Plaza, que también es del sector inmobiliario, pero comercial. Nuestros ingresos provienen, fundamentalmente, del alquiler de espacios inmobiliarios.
¿A lo largo de tu carrera profesional has desarrollado algunos proyectos a los que les tengas mucho aprecio?
Los proyectos que recuerdo con más cariño son de cuando, estando en la banca de inversión, me encargaron la reestructuración de algunas empresas de un par de sectores que estaban en crisis. Yo era muy joven en esa época, tenía 31 años, y tuve que lidiar con juntas de acreedores, abogados, accionistas de empresas con deudas de muchos millones de dólares. Tuve un poco de miedo, porque me sentía joven para encarar ese reto, pero todo salió muy bien y me permitió ganar mucha confianza profesional. Yo diría que desde entonces no le tengo miedo a nada. A todo profesional le haría muy bien pasar por una prueba de fuego, porque te cambia totalmente, te hace madurar, confiar en ti mismo, generar un networking muy bueno.
¿Por qué decidiste estudiar Economía?
La verdad es que, mientras estaba en el colegio, yo no tenía vocación para una profesión en particular. Me iba a mudar muy cerca de la Universidad de Lima, y empecé a ver qué carreras había ahí. Yo era muy buena para los números, estaba segura de que tenía que estudiar una carrera relacionada con números, y así fue que elegí estudiar Economía. Precisamente en esa época el Perú pasaba por una crisis económica muy grande. Era fines de los años 80, así que me surgió una motivación un poco idealista de querer cambiar las cosas. Después, terminé trabajando más en el tema de finanzas.
¿Qué cursos te gustaban más cuando estabas en la Universidad?
Me gustó mucho la rama financiera de mi carrera, todas las finanzas, los cursos de comercio exterior. Recuerdo que me enseñó el actual director de la Carrera de Economía, Pedro Grados, y me parecían muy buenas sus clases. También me fue muy bien en Econometría. En general, me fue bastante parejo, me gustó mucho la rama de finanzas desde que estaba en la Universidad.
¿Cómo fue tu vida universitaria?
Realmente disfruté la etapa universitaria en la Ulima, hice grandes amigos que hasta ahora conservo. Mientras estudiaba, hice prácticas en el Banco Central de Reserva del Perú, lo que me permitió luego trabajar ahí. También enseñé en la Universidad de Lima, fui jefa de prácticas de un par de cursos; y después de unos años, ya de profesional, enseñé en la Carrera de Economía un curso de Mercado de Capitales. Aunque me gustó mucho la experiencia, más adelante lo tuve que dejar por falta de tiempo.