El manejo de diferentes tipos de conflictos, la existencia de personalidades diversas, de perspectivas e intereses divergentes, así como las particulares emociones que se generan, son situaciones que nos obligan a pensar en distintas formas para aproximarnos a su solución. Gestionar personas difíciles, construir relaciones con dirigentes sindicales, comunicar adecuadamente temas complejos y desarrollar intereses comunes no es tarea sencilla. Una relación complicada o una escalada en un conflicto origina tensión, baja productividad, alta rotación, y desmejora el clima laboral.