03 de Julio de 2024

“Nuestro jefe mayor: el cliente”

Renzo Milachay Távara es un profesional destacado en el campo de la administración y el marketing. Tras haber sostenido diversas posiciones en empresas como Viñas de Oro, Nestlé, Backus y la fintech Kavak, labora actualmente como gerente de Trade Marketing para Perú y Chile en Industrias San Miguel.

Renzo estudió Administración en la Universidad de Lima, y ha adquirido una vasta experiencia en la gestión comercial y el desarrollo de estrategias de mercado. En esta entrevista, comparte diversos aspectos de su carrera profesional, los retos y logros alcanzados en distintos sectores, y su visión de crecimiento en su posición actual.

¿Podrías hacer un breve recuento de tu carrera profesional?
Trabajo en Industrias San Miguel como gerente de Trade Marketing para Perú y Chile. Industrias San Miguel nació como una empresa familiar y ahora está en proceso de volverse corporativa. Antes, estuve en Nestlé; en Backus; en una empresa del grupo Breca llamada Viñas de Oro; y, en el mundo de las startups fintech, en una empresa muy grande llamada Kavak. En esta última, adquirí un gran aprendizaje en términos de velocidad de gestión, y el contexto era propicio para accionar, probar, equivocarse y volver a probar hasta que una de las acciones funcione para escalarla.

En tu posición actual, en Industrias San Miguel, ¿qué oportunidad reconoces para alcanzar mayor crecimiento?
La oportunidad es maravillosa. Hoy en día, tenemos un interesante número de puntos de venta en el país, cerca de doscientos mil, es decir, hay un músculo de distribución bastante importante. Bebidas es una categoría madura que crece a doble dígito, pero el mercado nos ofrece mucha oportunidad para hacerlo. Para eso, necesitamos realizar una buena segmentación de clientes y llevar a cabo un buen desarrollo de canal de plazas, mediante estrategias y acciones destinadas a expandir y fortalecer nuestra presencia en diferentes puntos de venta o canales de distribución. 

La característica de nuestras marcas es la democratización del consumo a partir de precios asequibles. No solo tenemos gaseosas, también contamos con jugos, rehidratantes y energizantes que crecen de manera importante. Nuestro reto consiste en mantener al cliente satisfecho por medio de las acciones que realizamos y hacer, además, que el canal provoque su consumo. Eso es lo que trato de impulsar desde mi rol. Vale decir que esta es la primera vez que se independiza Trade Marketing como área, lo que implica para mí el reto de armarla en pro de nuestro jefe mayor, que es el cliente.

¿Dónde se concentra su mayor presencia?
Ahora mismo, tenemos presencia en el sur del país, que es nuestro mercado más maduro, ya que nacimos en Ayacucho y luego llegamos a Arequipa, Juliaca y Cusco. También, estamos en Lima, que es un mercado en crecimiento con mucha oportunidad, porque casi el 60 % del consumo se da en Lima, y tenemos una zona azul para seguir creciendo. Además, el norte es un mercado nuevo para nosotros, y en Chile por ahora estamos solo en la zona fronteriza.

¿Qué retos y logros podrías compartir de otros trabajos en los que has estado?
Podría mencionar a Kavak, empresa donde estuve dos años. Es una startup muy grande de capital latinoamericano que compra y vende autos seminuevos. Por lo general, comprar un auto a una persona desconocida es un poco riesgoso, pero Kavak soluciona el tema con tecnología y con un espacio físico. Mediante la tecnología, capta leads de gente interesada en el proceso de compra y venta, y además los autos se exhiben en un ambiente grande y cuentan con el sello de garantía de Kavak. Eso alivia mucho el proceso de compra y venta de autos seminuevos. 

Estuve en Kavak desde finales del 2021 hasta el 2023. Tuve la oportunidad de ver a personas que lograban vender sus autos en un día. Algunos se vendían incluso sin que los compradores los vieran directamente, solamente a través de la web. El reto fue armar la operación en el Perú, desde el lado comercial. Los resultados fueron excelentes, vendimos un poco más de 4000 autos en dos años. 

Antes de esa experiencia laboral estuve en Viñas de Oro, una empresa del grupo Breca, como gerente general. El desafío que asumí fue llevar la empresa al punto de equilibrio. El pisco Viñas de Oro es muy bueno, de calidad prémium, y se vende en el formato de cuatro litros para restaurantes peruanos y extranjeros. 

También, he trabajado en la cervecería Backus, donde pasé por todos los canales de venta que existen en la compañía, y tuve la suerte de estar en la costa, la sierra y la selva, en diferentes roles. Fue una gran escuela, tuve grandes líderes. Entre otros retos, debía desarrollar marcas y formatos más rentables, jugar con hábitos de consumo, invitar al consumidor a que pruebe no solo las marcas y los formatos tradicionales, sino que se atreva a probar más. 

Antes de Backus, estuve en Nestlé, en Marketing y Confiterías. Fue una experiencia muy interesante también. Antes de eso, me desempeñé en Beiersdorf. He logrado nutrirme de diferentes contextos a lo largo de mi carrera, he pasado por una gerencia general, una startup, una empresa familiar, todo lo cual me ha otorgado más recursos.

¿Cuáles son las herramientas tecnológicas que te ayudan más en el trabajo?
Soy muy organizado, por lo que Calendar es una herramienta que uso mucho. También, empleo ChatGPT para consultas rápidas o cuando necesito algunas ideas interesantes. Además, soy fanático de Notes, en mi celular tengo notes para diferentes capítulos de mi vida personal y profesional. Si se me ocurre una idea, inmediatamente la anoto. Incluso, Notes te permite tomar una foto y ponerla en la aplicación. Igualmente, uso mucho el entorno de Google. Además del calendario y Gmail, hago uso de plataformas de visualización de data que son muy buenas, como Looker, que es como un Power BI. Suelo tomar muchas decisiones basadas en data, así que eso me ayuda mucho.

En cuanto a cualidades personales y profesionales, ¿cuáles son las que más te han ayudado a lo largo de tu carrera?
Hay cuatro cualidades que distingo fácilmente. En primer lugar, soy una persona comercialmente hambrienta. El hambre de crecimiento me ayuda a no conformarme y salir un poco del status quo en busca de oportunidades. En vez de ver problemas, me gusta ver oportunidades para crecer. Eso va de la mano con otra cualidad, la humildad. Es bueno reconocer en qué eres bueno y en qué no, pedir opinión, invitar a la gente a la discusión y ser curioso. Cuando eres humilde, terminas por ser curioso porque quieres aprender cosas. Otro tema es el uso de la data; en la mesa, se habla con data basada y data procesada. Mi cuarta herramienta es la acción. Está bien tener hambre, porque te permite planificar; ser humilde, pues te ayuda a entender; consultar la data te ayuda a esclarecer; pero, luego, hay que llevar todo eso a la acción. Hambre, humildad, data y acción son los tatuajes de marca que llevo en el cuerpo.

Finalmente, ¿cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima?
A mí me encantó la época universitaria. Pasé unos años maravillosos en la Universidad de Lima y estoy muy agradecido por eso y por los profesores que tuve. Con mis compañeros aún seguimos en contacto, porque hicimos una buena amistad y compartimos debates muy estimulantes y enriquecedores en clases. Además, la infraestructura de la Universidad siempre ha sido de las mejores en el país, lo que me permitió estudiar en un buen entorno.