18 de Junio de 2020
Gestión del talento en un contexto incierto
Ante la nueva realidad generada por la pandemia de la COVID-19, es necesario promover un liderazgo resiliente que fomente la empatía y cuide tanto a las personas como el propósito de la organización. Esta y otras premisas fueron expuestas el 17 de junio por Pilar Quinteros, gerente sénior de Consultoría de EY Perú, en el webinar “Gestión del talento y del cambio en entorno de incertidumbre y complejidad”, organizado por la Carrera de Administración de la Universidad de Lima.
Quinteros indicó que las crisis son oportunidades y que, según un reporte de EY, un 69 % de los ejecutivos afirman que las reuniones virtuales han funcionado de la misma manera que las presenciales. Además, señaló que, en la transición hacia la nueva realidad, la planeación del futuro de las organizaciones debe centrarse en el factor humano, con la tecnología como una herramienta aceleradora y la innovación como un elemento facilitador.
Este proceso requiere de un enfoque holístico que abarca consideraciones como el propósito y los valores, los cuales crean un marco de cultura que impulsa la transformación y se alinea a un propósito común e inspirador. Entre estas se destacan la adquisición y el desarrollo de talentos que son capaces de gestionar las necesidades cambiantes del negocio; el mindset, que consiste en actualizar la mentalidad para responder de un mejor modo a las contingencias, y la experiencia tecnológica, que aprovecha los múltiples tipos de tecnología para influir en el compromiso y la productividad.
En otro momento, la ponente sostuvo que colocar el propósito en el centro de las transformaciones enfocadas en la experiencia humana conduce a resultados elevados. También sugirió optar por un liderazgo resiliente que impulsa la agilidad y la flexibilidad de los procesos; difunde metodologías colaborativas; facilita una mayor autonomía de los trabajadores; fomenta el aprendizaje y el reconocimiento a los méritos; pone a sus equipos y a la comunidad por delante de otras cuestiones; prioriza la salud, la seguridad y el bienestar de los colaboradores; y protege la confidencialidad de las dinámicas de la organización. La especialista añadió que se debe desarrollar competencias relacionadas con la flexibilidad cognitiva que va de lo estratégico a lo táctico, la autogestión, la determinación, la confianza, entre otras cualidades.
Otras recomendaciones de la experta fueron la comunicación y retroalimentación constante con los equipos, el fomento de las interacciones creativas que son claves para comprender de una manera profunda a los colaboradores, y la optimización de la agenda que permite un manejo más eficiente del tiempo.