21 de Julio de 2012
Una cara local en Facebook
Después de cursar maestrías orientadas al análisis de mercado y márketing estratégico en Holanda y Noruega, Mario Calderón, egresado de la Facultad de Administración, ingresó a trabajar en la oficina principal de Facebook en Irlanda, donde se desempeña desde abril como analista de las operaciones del usuario.
¿Cómo surgió la idea de estudiar en el extranjero?
Siempre aspiré a tener una carrera internacional, eso me llevó a tomar conciencia de que uno de los caminos más viables para lograrlo era tener un grado internacional. Por eso fue muy importante la experiencia que tuve en el intercambio que realicé gracias al convenio que tenía la Universidad de Lima con la Universidad de Groninga (Holanda) en el 2008. A esa casa de estudios regresé luego para estudiar una maestría.
¿Por qué con una oferta tan amplia de estudios de posgrado volviste a optar por la misma universidad? ¿Qué te convirtió en un “reincidente” de Groninga?
La experiencia del intercambio me abrió los ojos, el nivel de estudios fue excelente en esa primera temporada que pasé en Holanda y se repitió en mi segunda visita. Groninga no solo fue mi primera experiencia internacional, sino que me brindó la oportunidad de entender el márketing desde otra perspectiva, abarcándolo desde una mirada más científica. Los análisis de mercado en el Perú tienen su base principal en el análisis cualitativo. Groninga me introdujo al trabajo exhaustivo con los datos conseguidos por estudios cuantitativos, que son muy valorados ya que arrojan resultados concretos. Además, mantuve contacto con los directores del Programa de Márketing. Ellos me mostraron caminos para financiar la maestría. Fue de esa manera que me enteré de la beca de talento que cubría casi de manera íntegra la Maestría en Estudios de Mercado y Márketing Estratégico y logré hacerme acreedor de esa beca. La Universidad de Groninga y mis padres, quienes me apoyaron con el presupuesto de la estadía en Holanda, confiaron y apostaron por mi proyecto de vida.
¿En qué circunstancias se dio tu traslado a la Norwegian School of Management?
Cursaba el primer semestre de la maestría en Holanda cuando me enteré de que Groninga estaba promoviendo un convenio junto a la Universidad de Noruega en el que los alumnos del primer ciclo tenían la posibilidad de obtener doble acreditación. Después de realizar una serie de trámites y procesos de selección logré que me extendieran la beca a los estudios en Noruega. Seguí todos los cursos en Groninga, pero desarrollé mi tesis en Noruega. Cuando el jurado en Oslo aprobó mi tesis orientada al estudio de los efectos de los patrocinios deportivos, obtuve el título de las dos maestrías. En la tesis me encargué de conseguir la información a través de una compañía holandesa que logré contactar, pero lo central del proyecto fue el diseño del estudio y la elección de los factores que analicé.
¿Cuál fue el mayor reto de adaptarse a culturas tan distintas a la peruana?
En ambas oportunidades llegué a casas de estudiantes. Creo que es el contexto ideal para empezar el proceso de adaptación, ya que todos están en la misma situación. Además, tanto en Holanda como en Noruega, viví en ciudades universitarias donde la población está abierta a conocer gente nueva y a realizar actividades en conjunto. En el caso de Holanda, las actividades de voluntariado cobran mucha importancia. Durante mi estadía en el país, fui el primer extranjero en participar en el comité de márketing de la maestría, cuya finalidad era realizar actividades de integración y de corte social para todos los inscritos en el programa. Otra experiencia fundamental fue el viaje de estudios a Rumania que se llevó a cabo cuando estudiaba en Holanda. Durante el viaje el aprendizaje fue holístico, ya que la travesía combinó la parte social y cultural de conocer Bucarest con el descubrimiento de la cultura de negocios del lugar. Fue estimulante adaptar teorías del márketing para su aplicación en un país en desarrollo. El viaje incluyó la visita a compañías internacionales como KLM y BMW, y a empresas locales.
¿Cuál fue el siguiente paso de un chico de veinticinco años y dos maestrías?
Noruega tiene la menor tasa de desempleo en Europa debido en parte a los enormes ingresos que tiene el país por el petróleo. Su economía tiene una alta demanda de profesionales con un perfil relacionado al trabajo con esa industria extractiva, como técnicos e ingenieros. En el rubro del márketing la oferta no es muy grande, además uno de los requisitos era hablar el idioma local y yo nunca lo aprendí. No quise aprender ni holandés ni noruego porque quería perfeccionar mi inglés, mi objetivo siempre fue trabajar en una compañía donde pudiera desarrollarme en esa lengua. Después de validar las dos maestrías postulé a varios trabajos en transnacionales ligadas a la tecnología como Google y Facebook. Postulé recomendado por profesores de ambas maestrías y no tuve éxito. Los reclutadores siempre repetían el mismo argumento donde me explicaban que contratar a alguien que no perteneciera a la Unión Europea significaba trámites engorrosos, un costo extra, ya que la sede de ambas empresas se sitúa en Irlanda, un país con un estricto sentido de las visas de trabajo. En ese período de postulaciones viví con mi hermana y trabajé entregando periódicos durante cuatro meses. El trabajo era arduo, me enfrentaba a la nieve de las madrugadas, en un horario de tres a nueve de la mañana. Y si bien la paga era buena, no faltaba el día en que el ego me ganaba y me preguntaba por qué desempeñaba ese oficio después de las dos maestrías.
Eres el vivo ejemplo de que después del temporal llega la calma. Eres el primer peruano contratado por Facebook. ¿Cómo lograste ingresar a la compañía?
Soy un apasionado de las redes sociales. Constantemente estoy revisando las ofertas que aparecen en LinkedIn. De ese modo descubrí que la empresa estaba buscando a alguien con mi perfil para desempeñar las labores de analista en el Departamento de Operaciones de Usuario en el mercado latinoamericano. Postulé directamente por la plataforma y al cabo de tres días se comunicaron conmigo y me dijeron que estaban interesados en abrir el proceso de selección conmigo. Fue un proceso largo, que consistió en pruebas en inglés y en español y muchas entrevistas vía streaming. En las entrevistas pusieron énfasis en cuáles eran mis motivaciones para trabajar en Facebook.
¿Cuáles fueron esas motivaciones?
Les dije que hace más de dos años sigo la transformación en los funcionamientos de la compañía y he visto cómo ha modificado la manera en la que el mundo se comunica. También, que lo he experimentado durante los años que viví en el extranjero. La plataforma me permitió mantenerme en contacto con los amigos de ambos lados del océano. Esas son mis razones desde mi punto de vista como usuario. Y como profesional, me motivaba el hecho de que la compañía se compone de una estructura horizontal, lo que permite que una buena idea pueda implementarse y tener impacto en los novecientos millones de usuarios. Se trata de un lugar único, que ofrece una línea de carrera interesante y cuyos ascensos casi siempre son rápidos. Me motivó que mantengan el espíritu de las start-ups, dándoles a todos los empleados la oportunidad de participar activamente. Otro punto que me motivó a postular a Facebook fue que se encuentra en plena expansión. Actualmente está a punto de duplicar sus oficinas en Europa y en Sudamérica, y también en países en vías de desarrollo.
¿Cuáles son los principales retos de tu cargo?
Hay varios niveles de reto en el puesto. Algunos están relacionados con dar la cara al usuario final, resolviendo por ejemplo los problemas que puedan surgir por una cuenta falsa o por un reporte de mal uso de las políticas. También están los retos enfocados al análisis de datos. Es interesante ver cómo la aceptación de la biografía y del timeline varía drásticamente según la cultura. En Europa tiene una alta aceptación, mientras que en Latinoamérica la mayoría de usuarios tienen una postura de rechazo hacia la aplicación. Parte de mi trabajo está orientado a comprender las tendencias y tomar acciones para que el mercado latinoamericano se adapte de la manera más óptima a los cambios.