06 de Mayo de 2024

Un recorrido internacional en recursos humanos

Katherine Dulanto, graduada en Administración por la Universidad de Lima, inició su carrera profesional en el área de ventas. La experiencia le pareció muy dinámica e interesante, pero cuando conoció el área de recursos humanos, decidió desempeñarse en este último campo. Tener la posibilidad de impactar en la carrera profesional de las personas y en los negocios es la razón por la que casi toda su trayectoria profesional se ha desarrollado en la gestión del talento.

Ella ha trabajado en la farmacéutica Eli Lilly, tanto en el Perú como en Estados Unidos, y también en Elanco, empresa dedicada a la salud animal, en Holanda. Aquí, alcanzó la posición de Regional HR Sr Director for Benelux, Nordics and Africa. Ahora, empieza una nueva etapa profesional en el Perú, como miembro del directorio de Invetsa, compañía también dedicada a la salud animal.

¿Podrías comentar cómo ascendiste en tu carrera profesional?
Comencé mi carrera profesional en la farmacéutica Eli Lilly en 1991, inicialmente en el área de ventas, en la que llegué a ser gerente. Después de aproximadamente cinco años, me trasladaron a Indianápolis, Estados Unidos, donde se encuentra la casa matriz. Ahí, inicié mi carrera en recursos humanos. Me desempeñé en roles de entrenamiento y desarrollo corporativo para Latinoamérica desde Estados Unidos.

Regresé al Perú para gestionar recursos humanos en la región andina y ascendí hacia posiciones especializadas en compensación y manejo del talento. Mi última posición en el mundo corporativo ha sido en Elanco, una compañía de salud animal con sede en Holanda, donde estuve cuatro años y mi último puesto fue Regional HR Sr Director for Benelux, Nordics and Africa. 

Ahora, regreso al Perú, después de muchos años de vivir en el extranjero, para participar como miembro del directorio de Invetsa, otra empresa dedicada a la salud animal. Mi crecimiento ha sido tanto en roles dentro de recursos humanos como en el ámbito geográfico, y he manejado desde posiciones locales hasta regionales y globales.

¿Qué ha implicado para ti y tu carrera tener este roce internacional?
Creo que lo más atractivo ha sido trabajar con personas de diferentes culturas y aprender de ellas. Aunque la forma de laborar suele ser similar, la gestión local varía mucho, y eso ha enriquecido mi experiencia profesional. He tenido la oportunidad de vivir en diferentes países y tratar con diversas culturas, lo que ha sido invaluable para mi crecimiento profesional y una experiencia enriquecedora, lo mismo para mi familia. Mis tres hijos se han quedado para estudiar y trabajar en el extranjero, lo que ha ampliado mucho sus horizontes, aunque siempre valoran nuestras raíces. Ahora, estoy de vuelta con mi esposo porque aquí es donde empezamos y nos gusta mucho nuestra cultura.

¿Podrías comentar cómo es la transición que llevas a cabo actualmente entre tu posición en Elanco y tu trabajo como directora en Invetsa?
Efectivamente, recién comienzo en Invetsa, estoy en un proceso de transición en este momento. Lo interesante de esta experiencia es que el directorio está compuesto principalmente de personas del mundo de los negocios, y me invitaron a mí por mi experiencia en recursos humanos. Creo que será una experiencia enriquecedora porque aporto una perspectiva diferente.

Ahora que aportas tu experiencia en directorios, ¿cómo te proyectas en tu carrera?
Mi decisión de involucrarme en directorios es una forma de contribuir con mi experiencia y mis conocimientos. Me proyecto continuar en este ámbito y aplicar mi experiencia en recursos humanos y mi conocimiento de diferentes culturas para contribuir al éxito de las organizaciones desde una perspectiva estratégica. Estoy muy entusiasmada, creo que esta etapa es una oportunidad para desarrollar a personas, gerentes y equipos de liderazgo en las compañías. Me encanta la idea de aportar desde lo que he aprendido y aprendo todavía en el ámbito del talento humano en los grupos con los que pueda trabajar. Ahora, tengo la oportunidad de laborar de manera diferente y de enfocarme más en el apoyo y la orientación que en la implementación, como solía hacer antes.

¿Cómo decidiste desarrollarte profesionalmente en recursos humanos?
Fue mientras estaba en los Estados Unidos, cuando trabajaba en Eli Lilly. Desde entonces, he estado en diferentes posiciones en esta área, tanto en el Perú como allá. He pasado por todas las áreas de la gestión del talento, he sido generalista y he trabajado en compensación, manejo de talento y efectividad organizacional.

Después de haber trabajado en ventas en el Perú, ¿cómo fue tu experiencia cuando entraste al área de recursos humanos en otro país?
Fue una experiencia marcada por algunos desafíos. Tenía mucha disposición para aprender, lo que me favoreció mucho, y tuve la suerte de contar con grandes mentores que me guiaron y me dieron consejos. Ahora bien, aunque la compañía y sus valores culturales eran los mismos en ambos países, la forma de trabajar variaba significativamente de un lugar a otro y de un área a otra. 

¿Qué aspecto de recursos humanos te resulta más gratificante o satisfactorio?
Me siento muy bien al lograr el desarrollo del personal. Lo que más satisfacción me da es que un gerente de área me diga: "Katy, tú me reclutaste". Uno de mis mayores logros es ver cómo he impactado en la vida y la carrera de otra persona. También, es muy satisfactorio notar que las estrategias de recursos humanos tienen un impacto en el negocio.

¿Podrías recordar alguna estrategia que hayas implementado que ha tenido un impacto significativo en el negocio?
Sí, recuerdo un ejercicio de optimización del liderazgo que llevé a cabo en dos compañías. Consistía en revisar la cantidad de reportes de cada líder y reorganizar la estructura organizativa. Esto dio como resultado una mayor eficiencia, ya que cada supervisor tenía un número de personas más adecuado a su cargo, lo que redujo costos y mejoró la eficacia en la gestión del personal.

¿Cómo ha sido la evolución de recursos humanos desde que comenzaste en esa área hasta el día de hoy?
Ha habido una transformación significativa, no solo en recursos humanos, sino en todas las áreas. Uno de los mayores cambios ha sido el paso de la administración de personal al manejo del talento en recursos humanos. Antes, la administración de personal se limitaba principalmente a las tareas básicas de nómina y gestión, pero ahora se trata del ciclo completo del empleado. He visto esa transformación desde el manejo de la planilla, que aseguraba que los colaboradores tuvieran lo básico para trabajar, hasta hoy, que se realiza el reclutamiento, se sigue el desarrollo del trabajador y se observa cómo se le compensa e incluso cómo salen de la empresa. Todo esto está vinculado a una estrategia mayor de la organización.

¿Qué cualidades consideras fundamentales para ascender en el terreno profesional?
Además de los conocimientos técnicos que se adquieren con la formación universitaria, hay otras cualidades que son clave. Una de ellas es la velocidad de aprendizaje: las personas que aprenden rápido tienen una ventaja. Otra es la curiosidad: aquellos que muestran interés por aprender sobre el negocio, la competencia y otras funciones suelen crecer rápidamente. La adaptabilidad también es fundamental: los profesionales que pueden adaptarse a diferentes situaciones y roles tienen más posibilidades de ascender. Además, las habilidades de comunicación son esenciales para expresarse efectivamente con colegas, subordinados y superiores.

¿Consideras que el uso de tecnología es un gran apoyo en recursos humanos?
Hoy en día, se emplea mucha tecnología en recursos humanos, como data analytics e inteligencia artificial, y definitivamente ayuda. Avanzamos en ese camino. Sin embargo, es un viaje en el que todavía muchas de las tareas operativas están en proceso de automatización para que las personas se puedan centrar en actividades estratégicas de mayor valor. Es importante evolucionar y utilizar nuestros recursos de manera más eficiente.

¿Podrías comentar sobre tu experiencia en la Universidad de Lima?
Fue una experiencia muy enriquecedora en todos los aspectos. La Carrera de Administración fue muy interesante y dinámica. Siempre había algún profesor que compartía experiencias prácticas, además de la teoría, lo que enriqueció mucho mi aprendizaje. Además, tuve la oportunidad de empezar a trabajar desde muy joven, gracias a la bolsa de trabajo de la Universidad, lo que me ayudó mucho a graduarme con un puesto de trabajo.

También, disfruté las actividades extracurriculares que nos ofrecía la Ulima. Practiqué taekwondo desde el segundo ciclo. Ahí conocí a mi esposo y entrené hasta obtener el cinturón negro. Esta experiencia no solo me ayudó físicamente, sino también me enseñó valores como la constancia, la disciplina y la tolerancia. Actualmente, sigo practicando deporte, ya que mi esposo es dueño de un gimnasio, a donde también me gusta ir y hacer pesas.