16 de Diciembre de 2019
Una contadora de mundo
Yaniré Zapata proviene de una familia de contadores, hecho que influyó en su decisión de estudiar Contabilidad en la Universidad de Lima. Y no se equivocó, pues se siente totalmente realizada en este campo, específicamente en el mundo de la auditoría.
Ella se desempeña como manager de auditoría en EY, firma a la que ingresó como practicante y donde ha escalado varias posiciones hasta adquirir una gran experiencia profesional.
De su alma mater valora muchas cosas, como la mejora y actualización constante en infraestructura y tecnología. Además, recuerda con mucho cariño que tuvo la oportunidad de realizar un intercambio estudiantil en la Universidad de Salamanca.
¿Cómo te sientes de haber desarrollado toda tu carrera profesional en EY?
Muy bien. Ingresé el 16 de agosto de 2010 como practicante y, desde entonces, he seguido la línea de carrera de assurance en los tiempos esperados. A la fecha tengo más de 9 años en la firma: primero fui practicante, luego asistente, seguí como asistente experimentada, ascendí a encargada, después a sénior y ahora soy manager. Además, tengo la responsabilidad de las actividades de entrenamiento o core learning, que involucran la capacitación de los colaboradores, desde los niveles de nuevos ingresos hasta new seniors y seniors. En promedio, el entrenamiento se brinda a unas 450 personas bajo los lineamientos globales de EY.
¿A qué sectores has tenido oportunidad de atender?
En la actualidad me especializo en el sector retail. Sin embargo, también he liderado equipos en los sectores inmobiliario, de servicios, educativo y pesquero. La principal característica de trabajar en auditoría es que te permite conocer y actualizarte constantemente en función de las regulaciones locales, Normas de Auditoría (NIA) y, por supuesto, las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). Su valor agregado es la oportunidad de adquirir mayor conocimiento, tener experiencias únicas compartiendo con distintas culturas y expandir tu networking.
¿Cómo es tu vinculación con otras oficinas de EY en el extranjero?
Es muy dinámica. Bajo mi responsabilidad se encuentra un grupo económico posicionado a nivel latinoamericano, lo cual me permite tener contacto con personas de otros países y también con otras oficinas de EY. El intercambio profesional y cultural es invaluable. Por ejemplo, este año he tenido la oportunidad de estar en las oficinas de Colombia y de México. Considero que viajar y trabajar, codo a codo, con personas de otros países le brinda a todo profesional una perspectiva única, lo enriquece profesionalmente y ayuda a fortalecer las relaciones entre colegas y clientes.
¿Cómo llegaste a EY?
Estaba en séptimo ciclo de la Universidad cuando el profesor Víctor Burga, quien es socio de EY, y por ese entonces me enseñaba Contabilidad Financiera, me invitó a formar parte de la firma. Por aquel tiempo, yo no estaba enfocada en la auditoría, ni siquiera conocía a las Big Four; estaba completamente dedicada a mis estudios de Contabilidad. Es más, ni siquiera sabía hacer un CV [risas]. Llegué a EY con muchas ganas de aprender y sobre todo para dar lo mejor de mí.
Debes haber visto muchos cambios desde entonces.
Por supuesto. Para empezar, cuando ingresé tan solo éramos 300 personas con una oficina en Lima. Ahora somos más de 1.500 colaboradores y tenemos 2 sedes en Lima y 3 en provincias: Arequipa, Chiclayo y Trujillo. Pero no solo hemos crecido en número y físicamente, también hemos logrado consolidar la confianza que nos otorgan las empresas, pues evaluamos y garantizamos la calidad e integridad de su información financiera. Además, he presenciado de cerca la conversión de la auditoría en la era digital. Ahora todo está más conectado y es muy sencillo monitorear el desarrollo de las asignaciones, inclusive desde el celular. Contamos con soluciones tecnológicas que nos interconectan no solo al interior de la compañía, sino también con los clientes que auditamos. Son estas facilidades las que crean el valor añadido que nos coloca como la firma de auditoría número 1 de servicios profesionales y la número 2 en el ranking global del World’s Most Attractive Employers (Universum).
¿Cómo te sientes en este trabajo?
Me siento muy contenta y me gusta seguir innovando y trabajando sin descanso, pues aquí se presentan muchas oportunidades de desarrollo. Llevo en mi corazón el emblema de la Universidad de Lima junto con el de EY, pues juntos me abren muchos caminos en el mundo laboral. Lo que me fascina de EY es su misión, la cual se orienta a construir un better working world. Aquí siento que asumo nuevos retos y responsabilidades día a día, que me conducen a una mayor realización profesional cada vez. Por otro lado, me encanta mantener interacción con las personas, colaborar en el desarrollo y potenciamiento de sus habilidades, además de brindarles consejos para que puedan aprovecharlos de la mejor manera, sean más eficientes y se sientan valorados en el equipo. Por esto tengo planes de realizar estudios de coaching, para desarrollar mucho mejor esta habilidad. Por otro lado, suelo llegar muy temprano para lograr un equilibrio entre todas mis actividades en la firma y mi vida profesional, puesto que sumado a todo vengo realizando un MBA.
Como líder de un equipo, ¿cuáles son los aspectos más importantes que trabajas con el personal a tu cargo?
Pienso que lo más importante es la comunicación. Aquí trabajamos con muchas personas en diversos equipos. Es primordial interactuar adecuadamente con cada una de ellas, saber escucharlas y entenderlas. Esto se logra fácilmente, ya que en EY la comunicación es horizontal, todos tenemos la oportunidad de dar nuestro punto de vista y de ser valorados por igual. Otro aspecto muy importante es la capacidad de organización; saber priorizar las actividades, delegar tareas y filtrar información de manera adecuada para que llegue el mensaje correcto con la calidad esperada a los socios en tiempos idóneos. Somos conscientes de que nuestro trabajo no se limita a emitir una opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros de nuestros clientes, sino que abarca la responsabilidad de entregar un trabajo de calidad. Para esto, mantenemos a nuestros colaboradores capacitados permanentemente, a fin de ubicarnos a la vanguardia del conocimiento técnico.
¿Qué te dio la Universidad de Lima?
Me brindó la perspectiva de muchos escenarios. Conocí un sinnúmero de amigos con los cuales aún mantengo contacto, aún después de muchos años. En mis clases tuve profesores de gran nivel y experiencia, de los cuales aprendí mucho. Con frecuencia recuerdo cuánto disfrutaba estar un rato en el jardín, leyendo un libro, y en otro momento viendo una película en una sala de Comunicación. La Biblioteca es excelente y recuerdo el curso de la Bolsa de Valores en el Laboratorio de Mercado de Capitales. Fue una experiencia muy interesante, incluso salí de ahí pensando que quería ir al New York Stock Exchange. Valoro el que la Universidad se haya preocupado por mantener un alto nivel tecnológico, mejorando sus instalaciones cada año. Asimismo, gracias a la Universidad participé de un intercambio estudiantil con la Universidad de Salamanca, en España. La experiencia es 100 % recomendable: hice muchos amigos y pude crecer personal y académicamente, así como aprender de otras culturas. Mi recuerdo más bonito de la Universidad de Lima es la ceremonia de graduación, donde me enteré de que obtuve el primer puesto de mi promoción. La Universidad me ha dado incontables alegrías, amigos, experiencias y mucha perspectiva del mundo. Incluso es gracias a la Ulima que entré a EY. Desde que egresé no he perdido el contacto con mi alma mater, participando en el Open Ulima, visitando colegios y otras universidades, contando mi experiencia como representante de esta gran Casa de Estudios siempre con mucho, mucho orgullo.