14 de Septiembre de 2015
Consejos para lograr una buena memoria
“Una memoria inteligente es la capacidad de fijar un dato de cualquier naturaleza con una alta velocidad, gran precisión y perdurabilidad. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que uno no nace con una supermemoria. Uno puede nacer con un supercerebro, pero hay que saber cómo administrarlo. Por ello, una memoria inteligente es el resultado del uso de una técnica o de un método, que en este caso se llama la mnemotecnia. No obstante, solo el 1 % de esa memoria inteligente será el resultado del empleo de la mnemotecnia, ya que el 99 % de ella dependerá de la constancia y el esfuerzo de una persona para conseguir una supermemoria”, señaló Elkin Hernández, psicólogo colombiano y experto en mnemotecnia, en la conferencia “Cómo desarrollar una supermemoria”. El evento fue organizado por la Dirección de Bienestar de la Universidad de Lima y tuvo lugar en nuestro Auditorio ZUM.
Hernández también indicó:
“La tecnología es una herramienta fabulosa, pero no hay que hacer un mal uso de ella. Depender en exceso de la tecnología no ayuda a desarrollar la memoria. Hay que ejercitar el cerebro para lograr una buena memoria. De otro lado, recordemos que las emociones y los sentimientos siempre serán más receptivos y recordables que una idea abstracta. En ese sentido, un profesor debe ser creativo y ofrecer una comunicación atractiva que despierte las ganas de aprender en los alumnos”.
Luego el experto se explayó sobre la mnemotecnia —una técnica que busca fortalecer la memoria a través de la asociación de ideas, imágenes, sensaciones o esquemas— y detalló seis consejos para forjar una buena memoria.
Sobre el primer consejo, Hernández indicó que un estado de serenidad es indispensable para alcanzar un nivel adecuado de atención y concentración que facilite el procesamiento de las informaciones.
En el segundo consejo, el experto subrayó que todas las informaciones que son procesadas y almacenadas en nuestra memoria pasan por los sentidos del ser humano, por lo que recomendó que apelemos a la sinestesia, la cual puede definirse como la asimilación de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo acto perceptivo, a la vez que alude a una figura retórica que consiste en la atribución de una sensación a un sentido con el que aparentemente no tiene conexión. El ponente acotó: “En el entrenamiento de la memoria, por ejemplo, un número puede estar asociado a un color”.
En el tercer consejo, recomendó la elaboración de casilleros mentales para ordenar las informaciones de nuestra mente. Hernández comentó: “Como en una casa que tiene sala, comedor, habitaciones y otros espacios, construyamos casilleros mentales, organicemos los datos y coloquémoslos en un determinado casillero, con el fin de asociar las informaciones con un espacio específico”.
En el cuarto consejo, el especialista afirmó que la memoria inteligente tiene que ser selectiva. Él aseveró: “Separemos lo necesario de lo que no lo es. Y sobre la base de esta acción, repasemos, recordemos u olvidemos las informaciones”.
En el quinto consejo, el ponente hizo hincapié en que una persona debe desechar las limitaciones mentales que la inducen a dudar de sus capacidades para desarrollar una buena memoria, así como invocar pensamientos positivos que consoliden esa motivación que impulsa al individuo a alcanzar metas que le parecían imposibles de lograr.
Y en el sexto consejo, Hernández indicó que los hábitos saludables son beneficiosos para la memoria y ayudan a que actividades como leer o llenar un crucigrama sean experiencias mucho más enriquecedoras.