Carlos de la Flor Illich, egresado de la Facultad de Administración de la Universidad de Lima, albergó, desde sus años como universitario, un curioso anhelo: amante del cebiche —su comida favorita—, algún día pondría su propio restaurante y cumpliría el sueño de comer este plato de bandera todos los días. Como él mismo lo dice, la vida está caracterizada por etapas, así que desde los últimos niveles de la carrera entró a trabajar en Backus, empresa donde se mantuvo durante diecisiete años y en la que alcanzó altos puestos.