13 de Mayo de 2016
Reformas políticas: el caso de los partidos europeos
La Carrera de Derecho organizó la conferencia “Reformas políticas y el reto de fortalecer los partidos políticos en Europa”, dirigida a sus alumnos, así como también a los alumnos de Comunicación y a otros estudiantes interesados en política.
El evento, realizado el 26 de abril en la Sala Ventana Indiscreta, contó con la exposición de Karsten Grabow, representante de la Fundación Konrad Adenauer (Konrad-Adenauer-Stiftung, KAS), allegada al actual partido de gobierno de Alemania, la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán).
Grabow dijo que las reformas partidarias han tomado gran importancia en Europa, dado que, en los últimos años, partidos tradicionales, históricamente sólidos en sus bases y procesos, han sufrido derrotas dolorosas que los han llevado a una transición brusca. Esto, en parte, porque el contexto en el que operan también ha cambiado. Por ejemplo, los problemas que buscan afrontar sus programas políticos son cada vez menos locales y más internacionales, como amortiguar la crisis económica griega o desarrollar políticas europeas en torno a los refugiados.
Ante estos nuevos retos, las reformas han llegado tarde y no tienen los resultados deseados, explicó. Ello tiene que ver con que los partidos han introducido la mayoría de sus reformas durante momentos críticos para sus organizaciones, un tiempo inadecuado para realizar cambios estructurales. Por otro lado, según estudios de KAS, los militantes suelen ser reacios a romper su cotidianeidad partidaria, en parte debido a la pereza mental que le genera a cualquier ser humano la adaptación a grandes cambios.
En el caso de la reforma de CDU, se buscó que el partido se vuelva más joven, más femenino, mucho más estable en sus finanzas y que tuviera más presencia en las grandes ciudades alemanas. Para ello se trabajó a corto plazo en ampliar la militancia local. Sin embargo, esto alienó a los partidarios antiguos que no querían romper sus tradiciones. Esta y otras experiencias hicieron que KAS llegara a algunas conclusiones mencionadas por Grabow: no se debe malgastar dinero y energía en la búsqueda de militantes, sino en construir buenas políticas, pues ello atraerá a la gente; es más importante captar gerentes políticos que partidarios; se debe tener en cuenta que, entre más grande es el partido, más difícil es impulsar una reforma; es necesario crear una cultura de bienvenida que permita conocer los intereses y expectativas de los nuevos militantes; y, finalmente, se debe insertar dentro de la propuesta política a los migrantes y refugiados, quienes se convierten con el paso del tiempo en una porción más grande del electorado.