30 de Octubre de 2015
Una profesional 360°
Comunicadora, diseñadora de modas, asesora de imagen, docente, maquilladora... Alejandra Jiménez es multifacética. Tiene una marca de ropa deportiva y se está abriendo campo en el mundo de la moda, gracias a las habilidades de comunicadora que adquirió en la Universidad de Lima.
En quinto año de secundaria, a Alejandra Jiménez le apasionaba la moda. En ese entonces, el diseño de trajes no gozaba del prestigio que tiene hoy, y los diseñadores de moda peruanos todavía no tenían la fama de ahora. Así que eligió la Carrera de Comunicación, que también le gustaba mucho y, pensaba, se complementaba muy bien con el tema de la moda. Y no se equivocó. Sus estudios en la Universidad de Lima le sirvieron muchísimo más adelante, en su vida profesional. También cuando tomó la decisión de viajar a Los Ángeles, en el 2011, para estudiar moda, y vio cómo el tema del diseño de ropa está vinculado con el marketing, la fotografía y la difusión, todo lo cual ella había aprendido en su Carrera de Comunicación.
¿Por qué escogiste Los Ángeles?
Yo había vivido ahí de niña, tengo amigos y es una ciudad que me encanta. Así que ahí estudié diseño de moda y luego trabajé como diseñadora de modas freelance y como fashion stylist en The Hundreds, una tienda de indumentaria urbana para hombres. También hacía las veces de asistente de foto y comunicadora. Lo interesante es que mi background de comunicadora se fusionaba con el tema de la moda.
¿Cuánto tiempo te quedaste ahí?
Por un tema de papeles, como tenía visa de estudiante, regresé a Lima en el 2013 y comencé a tantear el mercado. No quería trabajar en una agencia de publicidad, no era lo mío. Ya tenía un know how y un background, solo tenía que marketearme. Me acerqué al Instituto Toulouse Lautrec y me propusieron dictar cursos de moda. Entré para enseñar Diseño de Accesorios para Moda y actualmente también enseño Taller 5, de indumentaria. Además, en la modalidad de educación continua hay cursos abiertos al público, ahí enseño temas como styling 360°, asesoría de imagen y personal shopper. Además, hemos diseñado, con tres docentes, la carrera corta Desarrollo de Proyecto de Moda, que está en evaluación.
¿En qué aspectos incides en tus cursos?
En tres pilares: el primero es el concepto, que comprende la paleta de color, la estética, el desarrollo de una colección o producto; el segundo es la parte técnica, el diseño a mano o en computadora; y, por último, la parte de comunicación y marketing, porque si vas a diseñar un producto, hay que venderlo. Yo siempre he implementado un plan de marketing en los cursos. Siento que eso me hace una profesional 360°. Me siento muy enriquecida gracias a mi formación de comunicadora y diseñadora.
También eres maquilladora.
Sí, entré en ese tema por mi mamá, que ha estado muchos años en el rubro de la belleza. Hago maquillaje social, moda, producciones de novias, me llaman de salones de belleza para capacitar a las maquilladoras en el uso de nuevas colecciones. Hago muchas cosas, pero todo está relacionado con el diseño, la moda y la imagen personal. También tengo mi marca, el año pasado la creé, se llama Kinetics, es ropa deportiva para damas.
¿Cuál es el estilo de tu ropa deportiva?
El estilo es urbano. Me parece importante que las personas sientan que llevan puesto algo que les da libertad de movimiento. Y en la empresa veo de todo, diseño los modelos, hago el research de los materiales, de tendencias para adaptarlas a cada colección, compro los materiales y superviso la producción. En la parte administrativa tengo a mi socia y trabajo con algunas asistentes que me ayudan con las artes y diseño gráfico para publicidad. Para las últimas fotos que hicimos, aproveché que fui a Los Ángeles en julio y trabajé con dos modelos y con una fotógrafa profesional en una locación preciosa. Me encargué del styling y del maquillaje yo misma.
¿Qué futuro le ves a tu marca?
Estamos tratando de posicionarla. Somos los nuevos del barrio, pero me parece que tenemos mucho potencial, porque es un mercado no muy atendido y no siento que tenga una competencia tan directa. Un valor agregado que ofrecemos es la originalidad en el diseño. La ropa deportiva que se vende en tiendas por departamentos no tiene un diseño tal cual, solo tiene un logo, la gente consume una marca. En cambio, mi indumentaria tiene una funcionalidad. Por ejemplo, uno de mis polos tiene en la espalda una parte de red, se ve la piel, te da una sensación de frescura. Toda mi ropa está hecha de un material que absorbe la humedad y que apenas se arruga.
¿Qué objetivos tienes de aquí en adelante?
En cuanto a mi marca, crecer, tener un buen posicionamiento, buena acogida. Quisiera que las personas entendieran que cuando se habla de active wear, no solo se hace referencia al gimnasio, sino a la ropa que te puedes poner a diario. Además, como fashion stylist, quiero seguir creciendo, hacerme más conocida; y en la docencia, deseo continuar, porque contribuyo al crecimiento y aprendizaje de mis alumnos y también refresco mis conocimientos y crezco. Mi profesión y todo lo relacionado con mis estudios me lo tomo muy en serio, soy muy organizada, muy enfocada, aunque haga diferentes cosas a la vez, todo se complementa y mi filosofía es que es bueno saber de todo un poco. Me siento muy contenta de haber estudiado en la Universidad de Lima, ahí pude desarrollarme y cumplir mis objetivos, y luego mis estudios universitarios se complementaron muy bien con mis estudios de moda.
¿Qué reflexión podrías dejarnos acerca de la moda en nuestro país?
No quiero parecer muy negativa, pero hay bastante machismo y discriminación. Nuestra sociedad es muy tradicional y hay mucha inseguridad. Es difícil que alguien salga a la calle con algo fuera de serie. No reconocemos nuestros gustos más allá de un catálogo de tiendas por departamentos, no nos atrevemos a usar un sombrero verde, aunque ese elemento nos ayude a expresarnos y a ser nosotros mismos. La gente no invierte en moda, pero debería darle más importancia a su apariencia, porque es parte de la autoestima. Tu imagen eres tú, tú eres una marca, un producto tal cual. No hay que arreglarse solo porque vamos a trabajar, sino también el fin de semana, el día a día. Una chica que trabaja en la ventanilla de un banco y atiende al cliente directo, por ejemplo, tiene que tener un buen aspecto, estar bien peinada, bien maquillada, las empresas deberían ofrecer capacitación en este tema. Porque se trata de la imagen de la empresa.